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Siete años hace de la desaparición de María Teresa Fernández

Siete años hace de la desaparición de María Teresa Fernández

PEDRO FEIXAS.-El tiempo se detuvo el 18 de agosto de 2000 en una pequeña parte de la casa de la familia Fernández Martín, después de que la hija, María Teresa, saliera de ese dormitorio para no regresar, y es que sus padres lo mantiene tal como ella lo dejó y preparado para su vuelta.

Los padres, pese a los siete años que se cumplen mañana de la desaparición, en plenas fiestas patronales, de la joven motrileña María Teresa Fernández, cuando tenía 18 años, explicaron hoy a Efe que mantienen su habitación intacta desde ese momento con la esperanza de que algún día pueda volver y ver que estaba tal como lo dejó.

No obstante, su madre, Teresa Martín, reconoce que son realistas y están "preparados para cualquier noticia" que les llegue sobre su paradero.

Y es que el tiempo, en esa parte de la casa, no ha pasado; a la entrada de la habitación, un cartel que hizo ella -"Éste es el dormitorio de Mari Tere"-, en el interior, la cama perfectamente hecha y el cuarto muy ordenado: los peluches, los libros e incluso los apuntes que tenía del instituto se mantienen como entonces.

Lo único que ha cambiado es que sus padres sufren "al ver cada mañana que no está", apunta su padre, Antonio Fernández.

Sus padres hacen diariamente "un recorrido mental" de lo sucedido, para ver si consiguen recordar algo que se haya quedado fuera y que pudiera servir para esclarecer la desaparición de su hija, y continúan haciendo un llamamiento para que contribuyan en su búsqueda a través de la web www.galeon.com/terefdez.

Mientras toda la familia continua visitando lugares para intentar averiguar algo, y dicen sentirse "esperanzados e ilusionados con los últimos avances realizados por el Cuerpo Nacional de Policía", varios miembros de la Brigada Judicial de Motril continúan con las investigaciones centrándose en los últimos días en una llamada telefónica y en una carta que recibieron los padres, en la que con recortes de periódico se daban nuevos datos sobre la desaparición de María Teresa, aunque no son muy concretos y claros.

Teresa Martín explicó que mañana no hará nada especial porque "los ánimos no dan para tanto" y aseguró que para ella y su marido "las fiestas se olvidaron hace siete años en una casa en la que no hay ganas ni de celebrar la Navidad" porque centran sus escasas fuerzas en "seguir luchando día a día".

Los padres, Antonio y Teresa, pasan estos días tan dolorosos en un cortijo que tienen a las afueras de Motril, alejados algo del ruido que sobre este caso se desata en estas fechas.

María Teresa Fernández desapareció el 18 de agosto de 2000, cuando tenía 18 años, en la avenida de Andalucía de Motril, en pleno centro de su ciudad, desde donde iba a encontrarse con unos amigos para acudir al recinto ferial de la localidad granadina.

Desde el día de su desaparición, sus padres emprendieron una campaña en su búsqueda que los llevó a repartir carteles con su fotografía por todas las comunidades autónomas, acompañadas de manifestaciones mensuales para evitar que el caso cayese en el olvido.

Contactaron con pescadores y camioneros para que llevasen la imagen de su hija a todos los rincones del país y anunciaron recompensas en páginas web a quien aportara pistas sobre su paradero.

Desde un primer momento, los padres de María Teresa Fernández descartaron la posibilidad de que se escapara de casa porque no encuentran razones para ello.

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