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Las historias del autocaravanismo por Fernando Cruz

Las historias del autocaravanismo por Fernando Cruz

En esta ocasión voy a contar un caso real que sucedió en una provincia próxima a la nuestra, y se darán cuenta cual es porque nombraré el pueblo en donde sucedieron los hechos.

Varios amigos propietarios de autocaravanas tenían la sana costumbre de encontrarse casi todos los fines de semana en un anejo de Manilva llamado San Luis de Sabinillas porque en ese lugar se les recibían con agrado en un restaurante muy conocido por ellos y donde podían disfrutar con sus proles de la amistad que les unían.

Los fines de semana que se reunían este grupo de amigos formado casi siempre alrededor de quince o veinte personas entre mayores y pequeños y lo pasaban de “muerte”, como ellos lo decían.

Llegaban el viernes por la tarde y se marchaban el domingo por la tarde haciendo en ese restaurante lo gastos normales de consumición que suele hacerse cuando se realizan en estos días  de descanso, comidas, tapas, cervezas, vinos y otros gastos, consumiciones propias de estos días.

Además solían comprar un mosto de este lugar que otros amigos les pedían que les llevaran.

O sea que el gasto que se hacía en esos fines de semana era bastante “apañao”.

Todos, al llegar, aparcaban sus autocaravanas en sitios que no molestaran a nadie ni entorpecieran la circulación, podíamos decir que estas autocaravanas las usaban solo para descansar en ellas porque ellos no venían a quedarse nada más que dos escasos días y no sacaban nada del interior de las autocaravanas.

Ya podemos imaginar lo bien que se llevaban y se llevan este grupo de amigos.

Pero ahora viene lo gordo. El pueblo al que pertenece este anejo se le ocurre, ni más ni menos, que copiar una Ordenanza Municipal de otro pueblo cercano donde se prohibía el estacionamiento y pernocta en él de las autocaravanas con la única excusa de que eso era acampar y decían que daban “mala” imagen ante el pueblo y ante los demás visitantes.

Cuando aquel fin de semana que llegaron a esta localidad  le dice la Policía Municipal que tienen que irse porque lo dice la dichosa Ordenanza, no se lo podían creer. El enfado fue “morrocotudo” y no podían creer que estos ediles con su alcalde a la cabeza hubieran dictado esta orden sin haberse enterado y asesorado de la legalidad de ella.

Trataron de hablar con los responsables y estos dijeron que esa era la cuestión y no había nada más que hablar.


Este grupo de amigos, con un enfado monumental, se fueron a otro pueblo cercano donde pasar ese fin de semana. Después, este suceso lo pusieron en distintos foros de usuarios de estos vehículos para que no se le ocurriera a nadie entrar en este término municipal.

Este que le cuenta este caso, un día, se le ocurrió visitar al Jefe de la Policía Municipal de una población cercana donde también tenía una Ordenanza Municipal parecida a esa otra de Manilva para preguntar sobre la actuación que tomaba él cuando de algún sitio le llamaban por teléfono para pedirle que cumpliera con lo que obligaba la Ordenanza Municipal y me dijo lo siguiente: “Cuando alguien llama para pedir que se expulse a las autocaravanas que estacionan en esa localidad como lo dice la Ordenanza Municipal, yo no tengo que decirle nada a los miembros de  la Policía, ellos saben muy bien lo que tienen que hacer, ellos se acercan al lugar donde se encuentran las autocaravanas y observan si están bien estacionadas como cualquier otro vehículo, si no tienen en el exterior de los vehículos nada expuesto, ni abierto ventanas, ni entorpecen la circulación, ellos dan la vuelta y se vienen, de lo contrario le obligaran a recoger lo que hayan sacado o marcharse a otro sitio”

Esta contestación me hizo comprender que este Jefe de la Policía Municipal y los miembros del cuerpo saben muy bien lo que dicen las leyes y las cumplen.

De inmediato le pregunté por la Ordenanza que ese Ayuntamiento había aprobado.

Este hombre se encontró ente la espada y la pared y, sin decir palabra, se encogió de hombros y me miró a la cara como dando a entender que él y sus subordinados solo cumplía con su obligación y con las leyes.

Esto es lo que todo el PUEBLO quiere que se haga en esta España Nuestra, que los que tienen responsabilidades públicas se ajusten a su cumplimiento y no entretenerse en hacer la primera cosa que se le ocurra sin reparar, si eso es legal o no, lo quiere el PUEBLO o no.


De este suceso verídico se pueden sacar algunas conclusiones:

El daño económico que se le hizo al dueño de ese restaurante.

Impedir que estos amigos hicieran en esa localidad los gastos habituales.

El daño moral de expulsar a unos amigos que van a dar un poco de vida a esa localidad comportándose correctamente.

Estos amigos podían haber denunciado a los agentes por “abuso de autoridad” al hacer algo que por Ley no podían hacer.

En la Jerarquía Normativa de la Legislación, que no se puede discutir, una Ordenanza es un tipo de norma jurídica, que se incluye dentro de los reglamentos, y que se caracteriza por estar subordinada a la Ley y por lo tanto no puede ir contra una Ley de Rango Superior por ser declarada NULA de Pleno Derecho en distintas Leyes actuales, por muchas competencias que se le hayan dado a esa entidad local.( véase artículo 56 de la Ley 5/2010 de 11 de Junio, de Autonomía Local de Andalucía)

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