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Motril@Digital

POCO QUE CELEBRAR por la asociación Buxus

En el día internacional de la Diversidad Biológica, la asociación Buxus denuncia que, desgraciadamente, hay muy poco de qué alegrarse. 

En general se observa un olvido casi absoluto de la políticas medioambientales a todos los niveles administrativos. La excusa de la crisis ha hecho que los programas de protección del medio ambiente prácticamente hayan desaparecido y que, con el pretexto del empleo, cualquier proyecto sea admitido como viable sin importar su impacto sobre el territorio. 

En nuestra comarca costera las agresiones se han profundizado. Así, en las zonas litorales,  los parajes naturales de  Maro-Cerro Gordo y Punta de la Mona o los Lugares de Importancia Comunitaria como los Acantilados de Calahonda-Castell de Ferro y el Tesorillo en Salobreña, están sometidos a sobrepesca, intrusión de los arrastreros y pesca ilegal. Las playas de la desembocadura del Guadalfeo son afectadas cada vez con más virulencia por la erosión motivada por el efecto de la presa de Rules mientras que las construcciones ilegales siguen vertiendo sus aguas residuales sobre las playas de las Azucenas y de Poniente en Motril. 

En el interior la situación no mejora. Los espacios que carecen de protección como el Alcornocal de Lújar se encuentra en regresión por la presión de la caza, el vallado de los caminos y la destrucción de construcciones singulares como el Cortijo de Sancardo . El Tajo de los Vados, también sin protección, sufre las restricciones de no disponer de un caudal ecológico que hace que se utilice como pista de competiciones de motocros. La Autovía del Mediterráneo está afectando gravemente al lugar de Importancia Comunitaria del Karst de Calahonda.  Igualmente la Sierra de Lújar sigue sin ningún nivel de protección y una enorme amenaza se cierne sobre ella al haberse solicitado su explotación minera. 

Algunos ayuntamientos como el de  Motril han iniciado la recalificación del suelo no urbanizable de su municipio para flexibilizar la implantación de actividades e invernaderos en zonas protegidas por su paisaje o por el riesgo de erosión mientras que se intensifican los incendios provocados en estas zonas. 

En el lado positivo hay que citar las actuaciones de ampliación de los humedales motrileños y el éxito del programa reproductivo de la focha moruna, en peligro de extinción. 

La asociación denuncia además los escasos recursos de que disponen los agentes de la autoridad medioambiental, que se encuentran gravemente limitados por los recortes económicos y la dejadez por parte de las administraciones, especialmente los ayuntamientos, que perciben la protección de la naturaleza como un impedimento a su filosofía de desarrollismo. 

En el día internacional de la Biodiversidad la Asociación Buxus vuelve a reclamar la protección legal de los espacios que aun no disponen de estas figuras como son La Sierra de Lújar, el Tajo de los Vados o el Alcornocal de Lújar. 

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