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“Las turbulencias del gobierno de Fernández Pulido" por Mari Carmen Vílchez (PP)

Desde las elecciones de mayo de 2011, han dimitido cuatro concejales incluido su socio de gobierno, quien lo ayudó a alzarse con la mayoría absoluta 

El regidor socialista de Salobreña, Gonzalo Fernández, anunció días atrás su desacuerdo con la propuesta del Gobierno Central de una elección directa de alcaldes tras los comicios municipales, optando al gobierno por mayoría absoluta de cada municipio el partido que obtenga más de 40 por ciento de los votos y acabando, por tanto, con los acuerdos de despacho que sólo sirven para hacer prevalecer los intereses partidistas sobre los de los ciudadanos. 

Las turbulencias en el gobierno de Fernández Pulido son ejemplo de la ineficacia de los pactos de despacho. Así lo aseguró la número uno y candidata del Partido Popular en Salobreña, Mari Carmen Vílchez, quien recordó que el PSOE rige el Ayuntamiento de Salobreña gracias al pacto con el concejal tránsfuga, Javier Ortega, quien abandonó las siglas del Partido Socialista Independiente (PSI) para unirse al PSOE y así alzarse con la mayoría absoluta. 

El resultado de esta decisión ha supuesto un desgobierno en el Consistorio de la Villa que se ha ido haciendo visible con el paso del mandato y que, a nueve meses de las próximas elecciones municipales, tienen al gobierno local pendiente de un hilo, con el consecuente perjuicio para los salobreñeros que ven como su gobierno está más preocupado de mantenerse en el sillón que de los problemas ciudadanos. 

Desde las elecciones de mayo de 2011, han dimitido cuatro concejales del equipo de gobierno inicial. El primero en abrir la veda fue Antonio Rabanedas, responsable de Cultura quien sin dejar muy claras sus razones abandonó el gobierno en enero de 2013, apenas año y medio después de su elección. Trece meses después, en febrero de 2014, otros tres miembros del equipo de Fernández Pulido (incluido Javier Ortega) abandonaron sus áreas bajo la excusa de la modificación de la administración local del Ejecutivo.  Las discusiones  internas del gobierno o las conversaciones que se escucharon en todos los rincones de Salobreña distaban mucho de las razones que expusieron los socialistas. 

El resultado de este vaivén de ediles ha supuesto un desgobierno, con un desfile de personas responsabilizándose de unas áreas y otras. La carga de trabajo de los concejales que aún se mantienen en el puesto ejemplifica el famoso refrán “el que mucho abarca poco aprieta” siendo también perjudicial para ellos, su vida o su salud. 

El gobierno de Gonzalo Fernández Pulido se tambalea mientras el Ayuntamiento de la Villa está en manos de sólo tres personas y el alcalde va a la deriva buscando personas afines a su causa, cada vez más perdida. La principal labor de un alcalde, apuntó Vílchez, es mirar siempre por el interés del pueblo, alejándose de la forma de trabajar de políticos de antaño y buscando nuevas fórmulas de gobierno en pro de un futuro mejor.

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