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FLAMENCO EN LAS AULAS

Fernando Barros Lirola de gira por Nuevo México

Fernando Barros Lirola de gira por Nuevo México

Barros Lirola abrió el espectáculo con una canción dedicada a la trilla que arrancó aplausos a la audiencia.

Más tarde, acompañado por la guitarra de Morillas, cantó unos versos que comienzan así:

“El día que tú naciste,

grandes señales había:

el mar estaba sereno,

la luna estaba crecía.”

Luego Río Fernández y Martínez-Mas Arenas danzaron a los acordes de la guitarra y el ritmo del cante, mientras marcaban el compás con el alegre y saladísimo repiqueteo de las castañuelas. Fue una verdadera fiesta española en Taos.

“Justo mientras estaba en Old Martina’s Hall, unos minutos antes de iniciar el show, recibí la noticia de que me habían nombrado miembro del Consejo Internacional de la Danza, una organización cultural de la UNESCO con sede en París,” dijo Barros Lirola. “Fue una sorpresa maravillosa.”

Un encuentro providencial en el teatro

Catalina Río conoció a Barros Lirola y a Morillas cuando visitó España en marzo pasado y los vio actuar en el teatro Caja Granada, uno de los más grandes y famosos de Andalucía.

“Me quedé tan impresionada que decidí invitarlos a Nuevo México,” dijo. “Sentí una gran admiración por su arte y pensé que sería fantástico que lo pudiéramos disfrutar aquí en mi tierra.”

España en el corazón de Nuevo México

Barros Lirola y Morillas llegaron a Santa Fe en junio. Desde entonces han estado haciendo representaciones en Teatro Paraguas, donde llevaron a las tablas el espectáculo “Los Caminos Del Cante: Al Encuentro de Antonio Machado,” que combina versos, música y baile, así como en La Fontana, el nuevo tablao de Río.

También están trabajando en estrecha colaboración con el Instituto Cervantes para enseñar talleres de flamenco en Albuquerque, Española y otras ciudades del norte de Nuevo México. Planean además viajar a Colorado, pues su intención es llevar su arte a la mayor cantidad de personas que les sea posible.

Para Río, bailar con ellos ha sido una magnífica experiencia artística y educativa.

“Me siento muy contenta de que estén compartiendo sus conocimientos y su pasión por el flamenco con nosotros,” dice.

Por su parte, Barros Lirola confiesa estar encantado con la acogida que ha tenido en Nuevo México y el interés que existe aquí por el género flamenco. Dice sentirse “como en casa” por la amabilidad de la gente y por el parecido de la geografía montañosa de Nuevo México con su región natal.

“Me recuerda mucho a Granada, que también tiene sierras cubiertas de nieve,” dijo. “Las dos zonas sufrieron el mismo proceso geológico y tienen una composición tectónica muy similar.”

Apellidos familiares

Algo que Barros y Morillas han notado en Santa Fe es la gran cantidad de apellidos españoles idénticos a los de su región natal.

“He visto calles llamadas Maldonado y Peralta, que son dos apellidos muy comunes en Motril, el pueblo de la costa granadina donde nací,” dice Barros. “Eso me recuerda que todos tenemos las mismas raíces. Por eso les digo a los nuevo mexicanos que el flamenco les pertenece a ellos también.”

Ni un pájaro ni un nativo de Flandes

Refiere Barros que en muchas ciudades, cuando está a punto de comenzar el show, le pregunta a la audiencia si saben lo que significa “el flamenco.”

Siempre hay alguien que se confunde, porque en español se usa la misma palabra para nombrar al pájaro y a un nativo de Flandes. Muchas veces se ve precisado a explicar el significado para los asistentes que sólo hablan “un poquito” de español.

Pero en Nuevo México no ha necesitado hacer semejante aclaración, me cuenta con alivio.

“Aquí existe una gran tradición y un interés sincero y entusiasta por el flamenco,” dice.

Flamenco en las aulas

Barros ha enseñado música en la Universidad de Granada así como talleres de flamenco por toda Andalucía. En un apasionado de la enseñanza y ha desarrollado un método de estudio que combina la teoría y la práctica.

Este método está explicado en el libro de texto Flamenco en las aulas.

“Es importante que la gente entienda que no se puede enseñar flamenco como se enseña matemática o física,” dice. “Mi método se basa en la emoción, en sentir el ritmo, no en la repetición.”

El libro se encuentra ahora en proceso de traducción al inglés y pronto estará disponible en las librerías y en Amazon.

“Por otro lado, les digo a mis alumnos que no bailen como si estuvieran haciendo ejercicios, sino que disfruten la música,” dice Barros.

Uno de sus alumnos es Jonathan Morillas, que tiene veintidós años y lleva ocho estudiando con Barros. Morillas es también estudiante del Conservatorio Superior de Córdova, uno de los más prestigiosos de Andalucía.

“Es por esa razón que regresamos en septiembre, pues Jonathan tiene que comenzar las clases,” dice Barros. “Pero nos llevaremos un magnífico recuerdo de Nuevo México. Mientras tanto, los invitamos a que nos vayan a ver a Old Martina’s Hall el miércoles 3 de septiembre y a Taos Inn el viernes 5 por la noche, que será nuestra despedida. Los esperamos.”

Programa de los Encuentros Internacionales de Flamenco en Motril

LOS ROMANCES FRONTERIZOS o EL ARTE DE LLORAR POR GRANADA por Fernandoi Barros Lirola

LOS  ROMANCES FRONTERIZOS o EL ARTE DE LLORAR POR GRANADA por Fernandoi Barros Lirola

Entre el acerbo cultural y material de la historia de Granada, tan abundante como oculto,  encontramos unas piezas literarias singulares de muy alto valor sentimental y no menor peso lírico que bien merecen un buen rato de investigación y lectura. Nos referimos a los conocidos como “romances fronterizos”, una especie singular de romances populares que desde el  siglo XlV en adelante se desglosan del corpus general del romancero por su singular temática, ambientación y contenido. Estos romances están pegados a la historia del Reino de Granada como una marca indeleble en su piel, al punto, que leídos cinco siglos después respiran ese dramático y elegíaco tono de quien pierde su bien mayor y lo llora y hasta el vencedor se inclina a la condolencia quizá  porque entre los intersticios de la historia oficial y áulica que fabrica grandiosos héroes y no menos serviles derrotados se cuelan en ocasiones la brisa del reconocimiento al vencido y se encomian algunas de sus cualidades y hasta se dibuja un friso histórico muy útil para entender lo sucedido.

La mayor parte de ellos reflejan las correrías, algaradas, rebatos, saqueos  y hasta duelos entre caballeros acaecidos en territorios fronterizos o en el punto del cerco o asedio a las ciudades y traducen la admiración de los conquistadores por Granada y sus míticas bellezas y tesoros que arrebatan a los aguerridos y bien engalanados moros de los que no ahorran elogios a su bravura o buena planta o a su herética e indomable persistencia en la “seta mahometana”.

Nacidos al calor de la Reconquista tienen  todos los elementos fantásticos, heroicos, sentimentales y líricos de una crónica poética de la derrota  por donde entrever también la grandeza de aquel  reino roto y finalmente entregado al desmonte y derribo gradual en manos de los cristianos vencedores. Estos romances cantados o declamados en campamentos para enardecer  a los soldados o en las plazas públicas para cantar la grandeza de los conquistadores vienen a continuar el hilo de los Cantares de Gesta, vetustos ejemplares de una  épica ya obsoleta en el siglo XlV y cobran la cortedad y sencillez de las cosas que se cantan porque duelen y así son memorizados y recogidos popularmente,  y milagrosamente conservados y codificados hasta nuestros días como un valiosísimo memorial anónimo;  hoy parte de la  carta de navegación en la lírica popular española.

Construidos en versos de ocho sílabas con rima en pares asonantes, de creación anónima siempre, por tanto fáciles de memorizar para un público ávido de este tipo de recreación histórica, crecieron a lo largo del siglo XV, de tal modo que buena parte de los hechos de armas, de los escarceos, encuentros o desencuentros entre ambas comunidades se reflejan en ellos. Y así se conservan los romances de, Antequera, Baeza,  Baza,  Los caballeros de Moclín, La Sierra Bermeja, El Rey Chico y un larguísimo etcétera .

Poesía que debió de ser común a todas las comarcas de la frontera granadina donde sucedieron los hechos que se narran y que hoy podemos leer como númen de la lírica granadina pasada. En alguno de ellos como en el “¡ay de mi Alhama¡ el punto de vista es moro, en otros, equidistante, como en “Abenamar, Abenamar”. Y en los más, la balanza se inclina hacia el lado cristiano.

 Por suerte, a día de hoy podemos celebrar que un cantaor y músico como Fernando Barros Lirola se haya atrevido a musicarlos con un respeto y delicadeza admirables que los ha hecho resurgir de las cenizas del olvido.

En tanto en cuanto se refiere al ámbito de la historia del Reino de Granada no deberían pasar desapercibidos al buen lector o sagaz erudito entre el magma amplísimo de los otros maravillosos romances de corte histórico, novelesco o artúrico del Romancero General.

El motrileño Fernando Barros Lirola “Al encuentro de Antonio Machado”

El motrileño Fernando Barros Lirola “Al encuentro de Antonio Machado”

El pasado 1 de marzo, viernes, tuvo lugar en Granada, en el teatro Isidoro Maíquez, de CajaGranada, el concierto flamenco “Al encuentro de Antonio Machado”. El acto empezó a las 21 horas y terminó cerca de las 23 horas. Fueron, por tanto, casi dos horas de cante donde pudimos degustar exquisitos “platos” decante flamenco.

Tras la presentación, el acto se dividió en dos partes. La primera, de media hora de duración, estuvo dedicada a la proyección de un video-documental sobre la vida y obra de Antonio Machado. José Luis Hernández Rojo, catedrático emérito de lenguas clásicas, es el autor del guión, de la imagen y de la voz, e Ismael Mesa es el autor del montaje y de la producción. El documental está tachonado de cantes flamencos, a cargo de Fernando Barros, sobre poemas del poeta sevillano. Un excelente video-documental, pero que resulta excesivamente largo para una velada flamenca.

La segunda parte consistió en el concierto flamenco propiamente dicho  sobre poemas de Antonio Machado, con música compuesta y adaptada por Fernando Barros Lirola, arreglos instrumentales de Jonathan Morillas y Jesús Ballesteros y adaptación rítmica de Sergio Única. Los cuatro antes citados, que también habían participado en el video documental, nos ofrecieron una magnífica noche flamenca, interpretando diversos cantes sobre poemas del poeta universal.


Empezó el concierto con “Guitarra del mesón…” por tientos “peripatéticos”, una nueva denominación de este ritmo flamenco, porque al decir de Fernando, se le ocurrieron cuando caminaba por el bosque. Todavía un  poco frío, siguió con una vidalita, con base de tangos, sobre el poema “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla…”. Ya con la voz caliente, entonó una colombiana sobre "Campos de Soria”. Conforme iba cantando, Fernando se fue creciendo y cantó una nana (“Caminante no hay camino…”) llena de melismas y con una voz dulce y suave fue meciendo el cante. Después hizo, dolorido como no podía ser menos, unos tangos, magistrales, sobre dos poemas trágicos realizados por Machado a la muerte de Leonor Izquierdo, su mujer (“Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería…” y “Tus ojos me recuerdan las noches de verano…”).

En sexto lugar hicieron unos tientos “cañeros”, también de cosecha propia, con una afinación distinta de los clásicos, ya que la guitarra recordaba la rondeña que inventara Ramón Montoya. Con este espíritu innovador, pero actuando con mucho gusto y respetando los ritmos y melodías del arte flamenco, cantó por cantiñas (“He andado muchos caminos…”.), interpretando este cante con nuevos acordes y armonías, basándose para ello en distintas variantes de este palo flamenco, como el mirabrás, las alegrías y las cantiñas propiamente dichas.

Volvió a cantar, con hondura, unos tientos, ahora, de ritmo clásico, con el tema “Allá en las tierras altas…”, un nostálgico poema de Machado en el que recuerda a su amada Leonor. Seguidamente cantó unas bulerías, de bella factura, sobre la parábola “Era un niño que soñaba…”. Después hizo una seguiriya y una cabal, sublimes, con una garra y una fuerza expresiva extraordinarias, muy acordes con los sentimientos de soledad y abandono expresados por el poeta. La primera sobre dos versos (“Estos días azules y este sol de la infancia”) encontrados en el bolsillo de la chaqueta de Machado cuando murió en Colliure, un pueblo del sur de Francia; en la cabal cantó “Y cuando llegue el día del último viaje… “.Estos dos cantes, que sonaron a réquiem, justifican todo el concierto. Para mí fueron lo mejor de la velada flamenca.


Para terminar se acordó de Federico García Lorca, poeta de la tierra, e interpretó una rumba, cante más alegre y ligero, a ritmo de guaracha y son cubano, cuyo tema fue el bellísimo poema del poeta granadino “Son de negros en Cuba…”

Si el gusto del público se mide por la cantidad y calidad de las aclamaciones y ovaciones dadas por el público, tengo que afirmar que el espectáculo gustó mucho, de tal forma que tuvieron que salir dos veces a saludar, lo que les obligó a hacer un bis, en el que cantó a rimo de bolero aflamencado el romance de la pérdida de Alhama.

Dos pequeños reparos: Eché en falta una voz femenina, en un espectáculo dominado por hombre. También eché en falta algunos cantes como granaínas, malagueñas o tarantas en un concierto en el que dominan los tientos.

Gran noche flamenca la que disfrutó el público asistente al teatro Isidoro Maiquez, el 1 de marzo, y que nos brindó Fernando Barros Lirola al cante, que estuvo magníficamente acompañado por Jonathan Morillas, cada día más artista y de vuelo alto, a la guitarra; Jesús Ballesteros a la guitarra, mandola, baglama y saz, un artista muy capaz y diverso en el manejo de instrumentos; y Sergio Única que tocó con maestría el cajón y el yambú. Los tres instrumentistas, perfectamente  acompasados, tocaron con gran pericia y exquisito gusto los distintos ritmos del cante flamenco. Cantaor y tocaores supieron interpretar estupendamente el simbolismo y la musicalidad de la poesía machadiana adaptándola a los diversos ritmos y melodías flamencas que interpretaron.

Han realizado una composición musical propia en la que han buscado acomodo a los versos del poeta del pueblo en los distintos palos flamencos, tratando de enriquecer la melodía flamenca y la mejor comprensión de los poemas machadianos. Porque la poesía de Machado, al igual que el flamenco, es ante todo un grito contra la soledad, la injusticia, la muerte, el abandono, el desamparo… y también un canto al amor, a la amistad, a la vida… En el flamenco, igual que en la poesía, hay cantes de tristeza, de alegría, de trabajo, de fiesta… porque el flamenco y la poesía son artes que cantan a la vida y a las distintas vicisitudes que los seres humanos pasamos en ella.


 “Al encuentro de Antonio Machado”, concierto que se inscribe en el proyecto de Fernando Barros titulado “La voz de los poetas”, tiene una vocación marcadamente educativa, de la que deben tomar nota las autoridades educativas y culturales de la Junta de Andalucía, de las diputaciones provinciales y de los ayuntamientos al objeto de que, a pesar de la crisis, este espectáculo de música y poesía llegue al mayor número de personas. Se trata de una propuesta poética y flamenca, realizada con enorme gusto estético, que conecta con la tradición flamenca que ha cantado a Antonio Machado, pero la innova y la recrea, ofreciéndonos un amplio repertorio de poemas del poeta sevillano a los que han puesto música por tientos, vidalita, tangos, cantiñas, bulerías, nanas, seguiriyas o cabales.

No quiero terminar sin recordar las imágenes visuales que, realizadas y producidas con enorme gusto poético por David Pérez, se proyectaron durante el concierto y magnificaron el espectáculo.

"ANTONIO MACHADO, FLAMENCO" EN CAJAGRANADA CON FERNANDO BARROS LIROLA

"ANTONIO MACHADO, FLAMENCO" EN CAJAGRANADA CON FERNANDO BARROS LIROLA

Motril y el flamenco estarán presentes con Fernando Barros el próximo día 1 de marzo en el Teatro de CajaGranada de la capital granadina teniendo como protagonista de su actuación a Machado.

En el año 2010, con motivo del centenario del nacimiento de Miguel Hernández,  Mariángeles Jiménez  Vela, Jefa de la Unidad  bibliotecas de Granada, contrató al motrileño Fernando Barros para que cantara  en las cinco bibliotecas municipales. Fernando cantó y ya introdujo en esta actividad algunos poemas de Miguel Hernández  a los que el mismo les puso música.

A los dos meses, al final de mayo, en el Instituto Hermenegildo Lanz hicimos un homenaje al poeta de Orihuela que consistió en la lectura de algunas poemas por parte de los alumnos y en el cante de otros poemas por parte de la escuela de flamenco de la que Fernando era y es su responsable y monitor.  Estando preparando este homenaje en el instituto, vino José Luis Hernández Rojo a invitarnos a participar en el homenaje que el Parque de las Ciencias estaba organizando a Miguel Hernández.  José Luis había preparado para la ocasión un excelente montaje audiovisual sobre la vida y la obra del poeta. El audiovisual, después del estreno en el Parque de las Ciencias, se proyectó por primera vez en el homenaje organizado por el Instituto Hermenegildo Lanz.  Desde aquí  quiero dar las gracias a su director, Raimundo Fornieles, por el apoyo incondicional que siempre ha dado a las actividades culturales que hemos organizado y sobre todo a la escuela de flamenco.


José Luis y Fernando se conocieron entonces y formaron una pareja, bien avenida, que fueron  cantando y presentando el audiovisual por colegios, institutos, centros de adultos y centros culturales. Había nacido “La voz de los poetas” y Fernando, con su grupo, al igual que cantó a Miguel Hernández, empezó a cantar a otros poetas como Federico García Lorca, Federico Mayor Zaragoza, Calderón de la Barca o Jorge Manrique.  

El año pasado, 2012, con motivo de la celebración del centenario de la llegada de Antonio Machado a Baeza, se les ha ocurrido a Fernando y a José Luis deleitarnos con la organización de otro vídeo documental sobre la biografía del poeta sevillano y un concierto flamenco titulado “al encuentro de Antonio machado”,  una composición musical específica donde las propias melodías de los poemas a los que le ha puesto música han buscado su acomodo en cada palo del flamenco. Se trata, por tanto, de una propuesta de composición propia que busca un enriquecimiento de la melodía flamenca y una mejor comprensión de los poemas machadianos. Es una propuesta poética y flamenca realizada con un gran gusto estético.


El orden del concierto será el siguiente:

Primero: Proyección del vídeo-documental sobre la vida y obra de Antonio Machado. Autor del texto, de la imagen  y de la voz, José Luis Hernandez Rojo.

Seguidamente, concierto flamenco sobre poemas de Antonio Machado, con música compuesta y adaptada por Fernando Barros, arreglos instrumentales de Jesús Ballesteros y  Jonathan Morillas y adaptación rítmica de Sergio Única.

 Al cante, Fernando Barros; a la guitarra, Jonathan Morillas; a la mandola, baglama y saz, Jesús Ballesteros.  al cajón y yambú, Sergio Única. 

¿Hacia donde camina el arte flamenco? por Fernando Barros Lirola

¿Hacia donde camina el arte flamenco? por Fernando Barros Lirola

No es necesario justificar a estas alturas la importancia del flamenco en el devenir de la cultura andaluza pues es evidente y notorio que está  presente en los entresijos de múltiples actividades y manifestaciones del pueblo andaluz. El flamenco pertenece, por derecho, a la cultura y a la memoria de Andalucía. Es un arte ya universal que ha contribuido no sólo a dibujar un paisaje sonoro y sentimental a lo largo del tiempo sino que también ha conformado los elementos característicos de la cultura popular andaluza. 

El Estatuto de Andalucía considera que el flamenco es uno de los mayores exponentes de la identidad cultural andaluza y lo define como “elemento singular del patrimonio cultural andaluz”, y otorga a la Junta de Andalucía la competencia exclusiva en materia de conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco. 

La declaración del flamenco como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, por parte de UNESCO nos sitúa  en el punto de partida, para una profunda exigencia de conservación, desde distintos ángulos, introduciéndolo en el sistema educativo, con la máxima exigencia académica, y en todos los ámbitos culturales, siendo un ejemplo de interculturalidad. 

TRATAMIENTO DEL FLAMENCO EN LA EDUCACIÓN 

¿Como acercar el flamenco a las aulas? ¿Cómo conseguir hacerlo atractivo para los alumnos? He aquí una cuestión esencial para que este arte musical perviva en plenitud y sea un buen medio pedagógico para contribuir en los fines propios  de la formación educativa. Mediante el estudio del flamenco se debe potenciar la creatividad, la imaginación,  la curiosidad, la sociabilidad, y en definitiva todo cuanto sirva de estímulo para mejorar la convivencia, el aprendizaje y la relación entre las personas, cualesquiera sea su edad, para que reviertan a la sociedad  sus conocimientos y destrezas en forma de innovaciones que generen nuevas propuestas culturales o de otro tipo. 

Proponemos que se estudie como música, y que se  enseñe en todos las asignaturas en las que se impartan conocimientos musicales. En los conservatorios tanto superiores, como secundarios. En las escuelas e Institutos desde edades tempranas, así como en el resto de servicios culturales de las diversas Instituciones sean municipales o regionales.

Estos conocimientos deben impartirse desde el rigor que la música exige, pero huyendo de los métodos de los que se tiene certeza de su poca idoneidad. No podemos imponer la enseñanza del solfeo como primera introducción, el solfeo vendrá cuando sea necesario, pero sí podemos enseñar las palmas, los acompañamientos, el acomodo de las letras a Situaciones relacionadas con los alumnos, la composición sencilla de unos ritmos que los alumnos tomen como suyo. 

Con las nuevas tecnologías se tiene un instrumento que se adecua muy bien a los nuevos enfoques que la pedagogía está desarrollando con el fin de superar los aspectos anacrónicos que se han detectado en el sistema educativo no sólo español, sino mundial.

Estudiar a fondo la historia, los orígenes de esta música y arte popular nos deparará abundantes sorpresas y nuevos conocimientos, su sociología y antropología nos colocará transversalmente en el trasfondo de los otros saberes generales necesarios en la formación de los alumnos. Por eso deben cuidarse todos los aspectos que aborden   el flamenco, como patrimonio no sólo musical sino histórico de modo que provoquen una  hibridación transcultural en el aprendizaje continuo que a lo largo del tiempo cada individuo debe acometer.

Para que no nos confundamos, en su tratamiento  debemos conocer las claves culturales de las que partió y se gestó. La música tiene como fin  emocionar, transmitir sentimientos, emociones, estados de ánimo…Todo ello es capaz de aportarlo el flamenco.

Entre el tradicionalismo y la comercialidad, el flamenco necesita ampliar su camino, pasando de la improvisación romántica al estudio detenido, como cualquier otra música que se respete, esto lo habilitará  para un mayor desarrollo musical, garantizará su pervivencia en el tiempo y su entendimiento y expansión más allá de nuestras fronteras.

Por todo esto proponemos su incorporación a las asignaturas musicales del curriculum escolar desde primaria a secundaria.

Su introducción como materia  de estudio en los Conservatorios de la comunidad, no solo, como se hace actualmente,  la danza flamenca o la guitarra, sino el cante por excelencia, la enseñanza de la interpretación a viva voz de este arte. Y la programación de talleres, cursos de iniciación etc. en las instituciones de ámbito local, comarcal y regional.

Proponemos la creación de un observatorio del flamenco, en el que podrían refundirse las asociaciones hasta ahora existentes dispersas y faltas de un elemento motivador común en el que coordinar ideas, proyectos y planes curriculares para su adecuación a los planes de estudio. Este observatorio  tendría como una de sus prioridades inmediatas la investigación histórica, sociológica, antropológica  y musicología. Y la elaboración de un PROGRAMA adecuado al medio para la enseñanza de esta música tal como se hace en diferentes estados del mundo con su música peculiar o específica, sea el jazz de Nueva Orleans o la música aborigen de Australia, por ejemplo.   

Éxito del concierto de Flamenco de Fernando Barros Lirola

Éxito del concierto de Flamenco de Fernando Barros Lirola
El concierto "AL ENCUENTRO DE MACHADO", que tuvo como marco el Teatro Calderón de Motril, fué un concierto especial, por lo arriesgado de la propuesta y lo novedoso de su presentación, nada menos que musicar a Machado y ponerlo en clave flamenca sintonizando los ritmos flamencos con la musicalidad de sus letras.
Y acercando al público la biografía de un poeta universal a través de un video impecable que atrapa la atención del espectador. Sonó fino y armonioso, emocionante en ocasiones y desde luego tan elaborado que no faltó la incorporación de imágenes de fondo en un delicado y moderno contraste.
Y en los tiempos de conservadurismo flamenco actual, me parece un paso adelante en la creatividad y la invención que F. Barros y sus jóvenes músicos se atrevan a transitar ese camino.
Enhorabuena a los creadores de este espectáculo que revive a Machado, da a conocer su biografía y añade un plus sonoro y de contenido al arte flamenco.

EL FLAMENCO EN LA ENSEÑANZA por Fernando Barros Lirola

  

La importancia del flamenco en el devenir de la cultura andaluza, no es necesario justificarla porque éste está presente en los entresijos de múltiples actividades y manifestaciones del pueblo andaluz. El flamenco pertenece, por derecho, a la cultura y a la memoria de Andalucía. Es un arte ya universal surgido en Andalucía que le ha dado una sólida y robusta identidad como pueblo.

El Estatuto de Andalucía considera que el flamenco es uno de los mayores exponentes de la identidad cultural andaluza y lo define como “elemento singular del patrimonio cultural andaluz”, y otorga a la Junta de Andalucía la competencia exclusiva en materia de conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco.

Con motivo de las terceras jornadas solidarias, celebradas los días 16, 17 y 18 de febrero de 2011, nos visito D. Federico Mayor Zaragoza y pronuncio una conferencia que versó sobre “la Cultura de la Paz”, “El Desarrollo Sostenible” y “Derechos Humanos”. En la despedida nos comento que era muy posible el nombramiento del flamenco como patrimonio de la humanidad. 

 La comisión de Cultura del Congreso de los Diputados  ha aprobado una iniciativa, mediante una proposición no de ley, en la que solicita al gobierno que apoye ante la UNESCO la declaración del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Fruto de todas las iniciativas, de la Junta, de Andalucía y del mundo flamenco ya se ha declarado patrimonio de la humanidad. Esto implica que su tratamiento en todos los ámbitos debe con el máximo rigor, es decir, como arte musical debe enseñarse en todas las asignaturas de música y de cultura andaluza.

  TRATAMIENTO DEL FLAMENCO EN LA EDUCACIÓN.-

-          COMO MÚSICA.

-          CULTURALMENTE.

Como música debe enseñarse en todos las asignaturas que se impartan conocimientos musicales. En los conservatorios tanto superiores, como secundarios.

Estos conocimientos deben impartirse desde el rigor que la música exige. 

Como cultura y patrimonio, como fenómeno de hibridación transcultural.

Para que no nos confundamos, en su tratamiento  debemos conocer sus claves culturales de las que partió, cuales son las actuales y porque seguimos emocionando.

GRANDEZAS Y LIMITACIONES DEL ARTE FLAMENCO Fernando Barros Lirola

GRANDEZAS Y LIMITACIONES DEL ARTE FLAMENCO Fernando Barros Lirola

Si existiera un microscopio que nos descifrara todos los elementos que contiene el arte musical del flamenco, posiblemente nos daría las claves que posibilitarían su comprensión y explicación, a esta evidencia  de la repetición de las mismas letras en los cantares flamencos.

No obstante, yo creo que podemos aproximarnos, aunque solo sea un poquito, a esa orilla tampoco visitada por los flamencos. 

Para los que me quieran acompañar, en esta aventura, les diré que para mi es un placer, estar acompañado por múltiples razones, pero la mas poderosa es la de cuatro ojos ven mas que dos. (AH, cuanto más sepan mejor). 

Comencemos el viaje. Lo primero es poner las posiciones que son incuestionables; el flamenco es una música por  el tanto tiene los mismos ingredientes que todas las músicas, ritmo, armonía y melodía. Ojo a los equívocos, todo lo que sucede, es decir; lo que empieza, va trascurriendo paulatinamente en  el tiempo hasta que termina. Luego en la música flamenca, todos los palos tienen ritmo. Aunque podamos considerar que algunos casos es tan lento que consideremos que no lo tienen. Es caso de las malagueñas, tarantas, tonas, etc.

El siguiente elemento musical es la armonía, que en flamenco puede ser, modal (Como suelen ser las músicas de raíz popular)  tonal y la mezcla de las dos. 

Pero vallamos al meollo de lo que queremos esbozar: aunque en el toque de la guitarra esta presente estos tres elementos, es en el cante donde la melodía tiene su máxima expresión. Quiere decirse que  las letras  del flamenco son las que distinguen los diferentes subgrupos o palos. Las diferentes estilos de malagueñas, de cantes de levante, de soleares, de cantiñas, etc. Se  han creado por las melodías internas que contenían los versos. Letras que cantaban los artistas, que el público hacía suyas, y que el tiempo lo asentaba entre los flamencos. Lo más probable, es que las  letras que no fuesen  melódicas,  se irían  olvidando. También los artistas flamencos, con su sabiduría e intuición las aprobarían como las certeras a la hora de transmitir  las emociones estéticas que su arte conlleva.

De estos sintéticos argumentos, quiero  afirmar que en la mayoría de los palos del flamencos, con letras tan características que llevan asociados, son sus versos lo que han impuesto su melodía interna. Por eso muchos cantes se reconocen por lo que dicen sus letras. Ejemplos podrían ser el “mirabras”, las malagueñas de sus creadores (Chacon, La Trini, El Mellizo, etc.) y muchos mas. 

Las letras o los veros, lo que expresamos con el lenguaje tienen unas leyes, que en definitiva los humanos se han dotado para comunicarse, trasmitir ideas, emociones y desde esta exigencia se ha de partir para cantar.

Tenemos que situarnos en la voz hablada para pasar a la voz cantada sin traicionarse en su consecución.