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Cómo trazar la infección E. Coli del pepino

Cómo trazar la infección E. Coli del pepino

ELMUNDO.- De los centenares de cepas de la bacteria ’Escherichia coli’ que existen, la variante O-104:H que ha causado ya 15 muertos en Alemania (y uno en Suecia) nunca antes se había visto en España, según confirmaban a Efe fuentes del Ministerio de Sanidad español. Tal es así, que el laboratorio de referencia de la Universidad de Santiago, que está trabajando en buscar el origen del brote, se ha visto obligado a importar muestras de EEUU para poder cotejarla en sus análisis.

"La cepa enterohemorrágica más frecuente es la 0-157", explica a ELMUNDO.es el doctor Jordi Vila, jefe del servicio de Microbiología del Hospital Clínic de Barcelona. "Por el contrario, la O-104 es muy infrecuente, lo que en teoría debería ayudar a encontrar mejor el foco del problema", explica este especialista, extrañado por la tardanza de los laboratorios alemanes en dar con el foco del problema.

Para ello, los especialistas cuentan con dos aproximaciones diferentes. La más clásica es intentar cultivar la bacteria en las típicas placas que estos días se pueden ver en las fotografías de prensa. "Se utiliza un medio de cultivo, se deja a temperatura ambiente entre 24 y 48 horas y si crecen colonias de ’E. coli’, el resultado es positivo", explica Vila.

La segunda opción, más sofisticada, es emplear técnicas de biología molecular para detectar si la bacteria es portadora del gen SXT2 que codifica la toxina. Es decir, tratar de localizar en el genoma de la bacteria la pieza que indica que se trata de una ’E. coli’ normal (de las que colonizan los intestinos humanos en condiciones habituales) o una cepa más agresiva capaz de causar diarreas hemorrágicas como ocurre en Alemania.

"En 24 horas se podría incluso tener el resultado, por lo que sorprende el retraso de los laboratorios de Hamburgo", señala el microbiólogo catalán. "Esto quiere decir que es probable que no estén encontrando la cepa, porque son métodos muy sensibles".

"Las infecciones por la cepa O-104:H son muy infrecuentes", ratifica por su parte el doctor Ferrán Segura, presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología, "es un tipo muy raro dentro de las cepas de ’E. coli’ productoras de toxinas", explica horas antes del congreso nacional que precisamente reúne en Málaga a los especialistas de su sociedad. De momento, al margen de encontrar el origen de las infecciones, los especialistas deberán determinar aún porqué parece que esta cepa afecta a más mujeres que a hombres ("tal vez sea simplemente porque han estado más en contacto con el foco").

Como explica el doctor Antoni Trilla, jefe del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínic, en este tipo de investigaciones epidemiológicas se tratan de establecer las diferencias entre los ’casos’ (afectados) y los controles (personas de similar edad, sexo y residencia, pero libres de enfermedad).

En el estudio inicial de Hamburgo, con 25 casos y 96 controles se observó que un 90% de los afectados había comido tomate, lechuga o pepino frente a un 60% de las personas sanas. "En este caso, tal y como ha publicado la revista ’Eurosurveillance’, el estudio determina que comer estas hortalizas supone un riesgo de cuatro a siete veces superior de desarrollar la diarrea hemorrágica, pero nunca la causa", explica el también colaborador de ELMUNDO.es.

De hecho, añade, "para probar causalidad hay que identificar el microorganismo (la cepa O104 de ’E. coli’ enterohemorrágica) en los pacientes y luego tratar de identificarlo también en los supuestos alimentos contaminados, un hecho que ahora está en duda, por lo que parece". Además, con la ayuda de las técnicas de epidemiología molecular es posible identificar la ’huella digital’ del patógeno (su ADN), para determinar si se trata o no de la misma cepa; un punto que aún está pendiente por el momento. "En muchos brotes de toxi-infección alimentaria no acabamos identificando el microorganismo responsable", reconoce.

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