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El barrio motrileño de San Antonio vive sus fiestas patronales

Fotos Inmaculada Torres

La alcaldesa de Motril en funciones, Luisa García Chamorro, acudió a las fiestas de San Antonio para rendir homenaje a uno de los vecinos más queridos del barrio. 

El homenajeado fue Francisco Molino Tapia, más conocido como Paco ‘El Bigotes’, que se mostró gratamente sorprendido ante el reconocimiento.



García Chamorro hizo un recorrido detallado por la vida de Molino desde su infancia -en la que con tan solo siete años tuvo que ponerse a trabajar-, hasta la actualidad, “etapa en la que gracias al esfuerzo y la dedicación Paco ha conseguido levantar una empresa como las panaderías El Molino, entre las cuales la de San Antonio es epicentro de todas ellas”.



La alcaldesa en funciones continuó explicando que tras un largo periplo que llevó a Paco ‘El Bigotes’ a buscar fortuna desde adolescente en Órgiva, Lanjarón, Barcelona y el País Vasco, “nuestro homenajeado marchó como muchos españoles en aquella época a Alemania, teniendo que dejar a su mujer Dolores y sus hijos Francisco Miguel y Carlos en Motril”.

Su mujer Dolores, que no se resigna a vivir sola en Motril, se marcha a Alemania, al lado de su marido y allí nacen otros dos de sus cinco hijos: Alicia y Silvia.

“Paco sigue trabajando con tenacidad y no con pocos sacrificios consigue reunir lo suficiente para comprar en Motril una casa, el domicilio de la calle Gregorio Marañón que será su hogar a partir de 1975”, continuaba explicando García Chamorro.



Es en este año cuando nace la última hija de la saga familiar, Mónica, que supone el retorno del ‘Bigotes’ a su tierra y el comienzo de lo que es ya conocido por todos, “Paco consiguió montar un negocio propio, para él y para su familia, negocio que nunca pudo imaginar que tuviera las dimensiones que ha adquirido, porque las panaderías ‘El Molino’ son un ejemplo de cómo se pueden superar las momentos difíciles y la crisis cuando se trabaja con esfuerzo”



Paco lleva las riendas de la empresa hasta que en 1989 la enfermedad le impide trabajar, pero ahí están sus hijos, que luchan por mantener el legado de su padre y están al frente del negocio.

Afortunadamente ‘El Bigotes’ es un hombre fuerte y se recupera al año siguiente con gran alegría para su familia. Actualmente su gran alegría es el primero de sus nietos y según declaró la alcaldesa “todos sus vecinos hablan de él como una persona amable, emprendedora y bondadosa. Aún a día de hoy el olor a pan en el horno le motiva y le da fuerzas para seguir trabajando en esa vocación que ha marcado su vida”.


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