Sebastían Castella conforma cartel el 28-F en Motril con Francisco Rivera Ordoñez y Enrique Ponce

Lasventas.com.-Sebastián Turzack, conocido como Sebastián Castella, conforma cartel con Enrique Ponce y Francisco Rivera Ordoñez con motivo de la inauguración dde la plaza de toros de Motril.

Sebastíán Castella  nació en la muy taurina localidad francesa de Béziers. Con doce años de apunta en la Escuela Taurina de su localidad natal, en la que sólo hay tres alumnos. Debuta con picadores el 17 de enero de 1999 en Acapulco con ganadería de Cerro Viejo y compartiendo cartel con Javier Gutiérrez, Jorge González e Israel Téllez.

 Se presenta como novillero en Las Ventas el 30 de abril de 2000 con ganadería de Peñajara y compartiendo cartel con Sergio Aguilar y Alberto Álvarez. La alternativa en Francia el día 12 de agosto de 2000 en Béziers  como padrino Enrique Ponce y de testigo José Tomas con ganado de Juan Pedro Domecq.

Confirmó en México el 18 de febrero de 2001, siendo el padrino Rafael Ortega y como testigo El Tato y con ganadería de Santa Fe del Campo. Confirmó en Madrid el 28 de mayo de 2004 con Enrique Ponce como padrino y junto a Matías Tejela. El toro de la confirmación llevaba el hierro de Valdefresno.

Cuáles son las virtudes que más valora de cada uno de sus compañeros de cartel?. ¿En que se fijará cuando ellos toreen?.
Yo me fijo en todos los toreros. Se aprende de todos, hasta de un chaval que quiere empezar a ser torero. Cada uno tiene sus virtudes. Sus cosas buenas ya las sabemos todos. El maestro Cepeda tiene mucho temple, torea muy bien con el capote y Francisco es un torero con una valentía que no veas.

El año pasado dejó buena sensación en Madrid, los aficionados hablan de su valor. ¿Quedó usted también con buena sensación?
Como es normal, a mí me habría gustado triunfar y salir a hombros, pero creo que las cosas son poco a poco. El año pasado no era el año para salir a hombros, pero yo cada día que salí a la plaza me jugué la vida y la gente me lo reconoció muchísimo. Y eso me llenó de alegría, porque cuando uno sale a jugarse la vida, a veces, porque el toro no le sirve para hacer el toreo, y sólo puedes jugarte la vida, la gente no responde. En Madrid son muy justos y saben cuando uno se la juega de verdad y se entregan. Esos son los recuerdos bonitos que me quedan.

¿Cuánto desgasta una corrida en la que uno se ha puesto en el sitio y ha plantado las zapatillas?.
Yo, si no estoy de verdad delante del toro y no me pongo como soy, no sé salir a medio gas. Cuesta mucho hacerlo todas las tardes, pero ese soy yo y por eso a mí no me gusta torear muchas corridas. Si yo llego a ser figura voy a ser más torero de calidad que de cantidad. Además, cuesta mucho trabajo aguantar ese ritmo todos los días.