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Una mujer propina un manotazo a una agente de la Policía Local tras pedirle que abrochara el cinturón de seguridad a dos niñas

Una mujer propina un manotazo a una agente de la Policía Local tras pedirle que abrochara el cinturón de seguridad a dos niñas

Una conductora propinó un manotazo a una agente de la Policía Local el pasado viernes después de que esta le solicitara la documentación para sancionarla por no hacer uso del cinturón de seguridad ni ella misma ni dos niñas pequeñas que viajaban en los asientos traseros. La mujer, que increpó a los agentes y se dirigió a ellos a gritos en todo momento, se negó por tres veces a facilitar a los policías su documentación y a punto estuvo de golpear con la puerta del vehículo a la agente cuando se bajó del mismo para continuar gritándoles.

Los hechos tuvieron lugar a las dos y media de la tarde del viernes cuando los agentes que controlaban el paso de peatones de la calle Enrique Martín Cuevas a la salida del colegio Francisco Mejías observaron como colisionaban dos de los vehículos que estaban estacionados. Los agentes se dirigieron inmediatamente a los dos conductores para ayudarles a realizar los correspondientes partes de accidente. Mientras tanto, un tercer vehículo de los que se encontraban indebidamente estacionados, conducido por la conductora furiosa, bajo la ventanilla y gritó a los agentes que se dieran prisa y que quitaran los coches porque tenía "bulla".

La agente le pidió entonces que se tranquilizara, le explicó que estaba atendiendo la petición de los ciudadanos accidentados y le hizo ver que su vehículo estaba tan mal estacionado como el resto. La conductora, en lugar de escuchar las peticiones de la agente, se dirigió nuevamente a ésta gritando. La agente volvió a pedirle que se tranquilizara y le indicó que debía colocarse el cinturón de seguridad y debía abrochárselo igualmente a las dos niñas pequeñas que viajaban en los asientos traseros.

Haciendo oídos sordos a la petición de la policía, la mujer intentó iniciar la marcha sin colocarse el cinturón ni colocárselo a las dos pequeñas, por lo que la agente le solicitó la documentación para proceder a sancionarla. Hasta en tres ocasiones se le pidió que se identificase y otras tantas se negó la mujer a hacerlo.

La mujer, que se encontraba muy alterada, abrió entonces bruscamente la puerta para bajar del vehículo, lo que obligó a la agente a separarse para no recibir el impacto de la portezuela. Cuando la agente la tocó en el brazo para indicarle que la acompañara, la mujer le propinó un fuerte manotazo, alcanzando a la policía en el brazo derecho, provocándole diversos arañazos y rompiéndole una pulsera de madera que llevaba en su muñeca derecha. La violencia de la situación obligó a intervenir al compañero de la agente. Sólo en el momento en que los policías advirtieron a la mujer de que podía incurrir en un delito de desobediencia de mantener su negativa a identificarse, ésta accedió a entregarles su documentación.

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