El Island Sky hizo escala en el puerto de Motril
El `Island Sky´ zarpó de Lisboa el miércoles pasado, el jueves hizo una escala en Cádiz y el viernes estuvo en Motril El aspecto de este barco recuerda más a uno de los megayates que en las últimas semanas han pasado por Vila que a un barco de cruceros.
Nada es casual, y de hecho, cuando se construyó en 1992 la idea era que los pasajeros de éste se sintieran como en un yate privado de 90 metros de eslora. A pesar de su exclusividad, este barco no era único en su clase, ya que se construyeron 7 más gemelos a este por orden de Renaissance Cruises, una compañía estadounidense fundada en 1989 centrada en el mercado de los viajes de alto standing.
Todos sus barcos se llamaban Renaissance seguidos de un numeral romano, del I al VIII, y tenían diferentes puertos de cabecera en el Mediterráneo occidental, Grecia, Tahití, Sudamérica, Norte de Europa. El éxito de estos cruceros en barcos de 100 pasajeros animó a la compañía a embarcarse en un proyecto mayor y encargó otros 8 barcos, esta vez más grandes, con una capacidad máxima de 680 pasajeros.
A medida que estos nuevos barcos fueron entrando en servicio desde 1998, se retiraba el correspondiente barco menor, que pasaba a otros operadores, llegando a operar en 2001 ocho barcos grandes y dos pequeños. En su momento no se reconoció, pero la inversión realizada en los nuevos barcos y la no amortización de alguno de los pequeños hizo que ya en 2000 la situación financiera de la compañía pasase por sus momentos más delicados, siendo el fatídico 11 de septiembre del año siguiente la fecha que marcó el final de la compañía.
Las numerosísimas cancelaciones tras los atentados en Estados Unidos -su mercado principal- acabaron rematando la maltrecha situación de la empresa, y dos semanas después, el día 25 Renaissance Cruises emitió un comunicado confirmando la suspensión inmediata de operaciones. Durante últimos meses del 2001 y los primeros de 2002, la flota de la compañía fue vendida a muy bajo precio, mientras que algunos buques quedaron durante un año amarrados en Marsella en busca de comprador.
0 comentarios