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Torraspapel adquirió en 2006 casi un 60% de celulosa certificada, cerca de un 20% más que en 2004

Torraspapel adquirió en 2006 casi un 60% de celulosa certificada, cerca de un 20% más que en 2004

Torrespapel, empresa perteneciente al Grupo Lecta, adquirió en 2006 un 58% de celulosa procedente de bosques certificados, lo que supone casi un 20% más que en 2004, año en el que adquirió un 45%, según se desprende de la segunda Memoria Ambiental de la empresa, editada en castellano, inglés y francés.

   El documento también destaca que, desde junio de 2005, toda la producción de celulosa y papel --cerca de un millón de toneladas-- está certificada según la norma ISO 14001. Por otro lado, las nueve fábricas de papel estucado de Torraspapel han certificado su Cadena de Custodia según la Certificación Forestal PEFC que otorga el Consejo Paneuropeo de Certificación Forestal, con sede en Luxemburgo. Además, está previsto que estas fábricas sean certificadas de acuerdo con la certificación forestal FSC antes de 2009.

   Como reflejo de su compromiso medioambiental, Torraspapel ha invertido en este campo más de 20 millones de euros en los últimos cinco años. El mayor montante (algo más de 8 millones de euros) se destinó a la reducción del consumo y la contaminación del agua, así como a la eficiencia energética (más de 3 millones).

   Precisamente, entre los principales logros medioambientales, el documento menciona el ahorro de agua ya que, entre el año 2004 y 2006, se alcanzó una reducción del 5% en la cantidad de agua necesaria para la producción de papel y un 4% en la producción de celulosa.

   En el capítulo de eficiencia energética, con el objetivo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, Torraspapel invirtió en los dos últimos años más de 66 millones de euros en la instalación de cinco plantas de cogeneración para suministrar energía térmica y eléctrica a las fábricas de Zaragoza, Sarrià, Leitza y Motril. Además, se ha eliminado el uso de fuel-oil en todas las fábricas, excepto en las plantas de Zaragoza y Sant Joan, donde está previsto que se deje de usar a lo largo de este año.

   Torrespapel también fijó que el volumen de fango vertido entre 2005 y 2006 se situara por debajo de los 19 kilos por tonelada de papel, objetivo que se ha cumplido y se complementa con la recuperación de parte de los mismos y su posterior reintroducción en los procesos de fabricación.

   Asimismo, la Memoria recuerda que, durante 2005 y 2006, los trabajadores de Torraspapel recibieron más de 60.000 horas de formación en las áreas de tecnología, seguridad y medio ambiente, con el objetivo de crear una cultura ambiental acorde con la política ambiental de la compañía. Esta filosofía también se recoge en la revista 'Fibra', destinada a los empleados, así como en la web de la empresa (www.torraspapel.com).

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