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Ajustes en sanidad, ¿exagerados o necesarios?

Ajustes en sanidad, ¿exagerados o necesarios?

Aurea GdeA. GrandaPara el 2011, Andalucía tenía un presupuesto en sanidad de 9.126,65 millones de euros que junto con los 8.938,64 millones de euros destinados a Cataluña eran las dos Comunidades Autónomas con mayor presupuesto de España.

“Aquí hace falta el sentido de la productividad” fue la frase central de una conversación tenida con una enfermera de la sanidad pública al preguntarle por los recortes que sufriría su hospital en breves  días. “Se necesita optimizar los recursos” fue la solución que ella veía al déficit sanitario. 

“Se necesita optimizar recursos y dejar de hacer cosas que nos cuestan el dinero”

Según el Servicio Andaluz de Sanidad (SAS) en su página web, en el hospital universitario Virgen de las Nieves de Granada, a fecha de diciembre del 2011, había un total de 2.862 pacientes programables inscritos en el Registro de Demanda Quirúrgica pendientes de una intervención teniendo una media, en teoría,  de 50 días de espera, atendiendo que para ‘procedimientos terapéuticos con uso de quirófano sobre articulaciones’ los pacientes tienen que esperar una media de 112 días.

¿Y cual es el problema de estas largas, e interminables para algunos, listas de espera? Sin lugar a dudas el llamado ‘turismo sanitario’ es el principal problema de este sistema de sanidad que tenemos. Las salas de espera están colapsadas por alemanes, estadounidenses o ‘sin papeles’ que vienen a España a operarse porque en sus países el sistema sanitario les obliga a pagar por cada consulta y aquí les resulta ‘gratis’. Pero esas operaciones no son para nada gratuitas, se las pagamos cada uno de nosotros con el dinero que nos descuentan de las nominas cada mes para que nosotros podamos tener derecho a una sanidad medianamente asequible. ¿Porqué si no llegan las inmigrantes  embarazadas en las pateras? Simplemente porque prefieren arriesgar su vida y la de su hijo y dar a luz en un hospital con todas las comunidades del mundo a quedarse en su país donde no pueden pagar ni una consulta al medico.

Los centros de especialidades están colapsados por las altas listas de espera. No es lógico que a un paciente, de 49 años, al que le han detectado que tiene las vertebras desgastadas y le afecta a la cadera lo que le provoca daño, le den cita para el traumatólogo dos meses después de la cita con su medico de cabecera como me comentó el propio paciente. Otro caso que podemos encontrar en las largas listas de espera es el de un hombre, de 56 años, que tras tener un accidente se fracturó varias costillas. En la primera revisión vieron que tenía 2 costillas rotas, al poco tiempo y, como el dolor no remitía, la familia decidió ir por la sanidad privada en la que le vieron que tenía 4 costillas fracturadas. Poco más de un año ha pasado desde esto y este paciente sigue esperando una operación que le permita llevar un día a día normal como ha informado la familia. ¿Y porqué demoran estas operaciones? Porque mientras tanto se están realizando operaciones de cambio de sexo, cambios de mamas dañadas a mujeres que se las pusieron en médicos privados o hiperplasias del clítoris que se pagan gracias a la Seguridad Social cuando no son operaciones vitales como otras tantas que están en lista de espera.

“Se hacen intervenciones que no son necesarias” como indicó un profesional de la sanidad publica que por evitar problemas con sus supervisores prefirió no dar su nombre. Unos días antes de realizar este reportaje me comentó que habían operado a una mujer de 86 años a la que le pusieron una prótesis de cadera y que falleció al poco tiempo en la UCI. A los pocos días se realizó otra ‘operación no necesaria’ a una mujer de 90 años a la que le pusieron una válvula aortica mitral para alargar su vida, a pesar de esto, la mujer falleció a los dos días en la UCI costando su estancia en ella y su operación la cantidad de 2 millones de las antiguas pesetas cuando la mujer podía haber vivido algo más de tiempo con medicación. Así con mil ejemplos más que hacen tirar el dinero, dinero que no tenemos. Y mientras desperdiciamos el dinero pagando ‘operaciones no urgentes’ y dándoles una cobertura sanitaria a los extranjeros que vienen a nuestro país.

Un técnico en emergencias sanitarias me aseguró que el problema estaba en el mal uso que se le daban a los servicios, en su caso el conocía las urgencias. “El 80% de las patologías que se atienden en urgencias no lo son y son demorables o para que las vea su medico de cabecera” 

El gasto en sanidad absorbe ya el 9,5% del PIB español 

Conociendo estos casos ya no parece tan exagerada la idea de aplicar los ajustes que se están llevando a cabo en Cataluña y comunidades en Andalucía, porque mientras sigamos sin optimizar recursos, sigamos permitiendo el ‘turismo sanitario’, realizando operaciones no necesarias mientras las lista de espera crecen y gastando un dinero que no tenemos, entre muchas otras cosas más, será muy difícil reducir el déficit sanitario español que oscila entre los 10.00 y los 15.00 millones de euros.

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