La Escuela de Hostelería Gambrinus podría ofrecer cursos de formación en el restaurante escuela Horno de Cándida de Almuñécar

El restaurante escuela municipal  Horno de Cándida de Almuñécar podría  reabrir las puertas el próximo curso como centro de formación bajo la dirección de la Escuela de Hostelería Gambrinus si prosperan las conversaciones que viene manteniendo el Consistorio sexitano con la citada escuela perteneciente al grupo Cruzcampo. 

            Así lo ha manifestado el coordinador municipal de Turismo, Rafael Caballero, tras los contactos y visitas que ha venido manteniendo con los responsables de la  Escuela de Hostelería Gambrinus “para su implantación en nuestro municipio utilizando las instalaciones disponibles al efecto en el Horno de Cándida”, dijo. 

            “En los últimos meses he visitado  dos de sus cuatro  escuelas que tiene este grupo en  Jaén y Sevilla, y he comprobado un resultado plenamente satisfactorio.  Asimismo,  los responsables de la Escuela de Hostelería Gambrinus han visitado nuestras instalaciones y han  mostrado mucho interés por estas,  ya que, según su criterio,  se adaptan a al perfil  y funciones  de dicha escuela”, explicó Caballero. 

            El Coordinador Municipal de Turismo de Almuñécar informó que la Escuela de Hostelería Gambrinus comenzó su andadura  hace doce años en Sevilla, en las instalaciones de la antigua fábrica de cerveza Cruzcampo, situada en la avenida de Andalucía de la capital hispalense. Después  abrieron sus puertas las escuelas de Jaén y Madrid y este mismo año 2012, lo ha hecho  la de Valencia. En este tiempo han sido más 8.000 las personas que se han formado, amén de otros muchos servicios que posee. 

            Esta escuela tiene como objetivo formar  al alumno tanto en tareas propias de camarero como de cocinero, es decir se compaginan las tareas. Una semana desarrollan tareas de camarero y atención al público y  otra realiza  tareas de cocina y así sucesivamente.  Al finalizar el curso el alumno sale con un alto conocimiento en restauración y una gran capacidad de atención al público. 

            “El curso dura un año y se compone de nueve meses de formación, donde se contabilizan más de 800 horas de atención al público real y tres meses de prácticas,  en cualquier  establecimiento que se dedique a la hostelería. Cada curso  se compone,  aproximadamente,  de unas 40 personas. Los alumnos también aprenden: marketing, seguridad e higiene, manipulación de alimentos, inglés, informática, nutrición y dietética etc….” dijo Caballero. 

             Ahora,  desde el equipo de gobierno,   esperan  llegar a un acuerdo para poder ofertar este  tipo de cursos  a nuestros jóvenes, con el fin de que obtengan una preparación adecuada en su propio municipio sin tener que desplazarse a otras ciudades además de profesionalizar el sector de la hostelería”, subrayó Rafael Caballero.