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Motril homenajea al doctor Francisco Álvarez de Cienfuegos dedicándole su nombre a la plaza del Ciprés

La céntrica placeta motrileña donde se ubicara la primera cínica traumatológica de la ciudad, se llenó de familiares y amigos del fallecido médico Francisco Álvarez de Cienfuegos que quisieron con su presencia arropar este homenaje. 


El teniente de alcalde de la Presidencia del Ayuntamiento de Motril, Alfredo Ortega Tovar, fue el encargado de presidir el acto durante el cual se rindió reconocimiento al médico traumatólogo Francisco Álvarez de Cienfuegos, por el intenso ejercicio de su profesión y su contribución al desarrollo de la ciudad. 
Al acto asistieron los familiares y amigos del desaparecido doctor, que a partir de ahora será recordado por todos los motrileños dedicándole su nombre a la céntrica plaza del Ciprés, lugar donde se ubicó su clínica durante muchos años. 


Ortega Tovar comenzó expresando la unanimidad que existió entre todos los grupos políticos de la ciudad durante el pleno del pasado 29 de febrero de 2012,  que votó para que se otorgara este  reconocimiento, “al insigne médico que llegó a Motril en 1949 e instaló la primera clínica traumatológica de la ciudad por la que  pasaron cientos de motrileños a los cuales sanó y salvó la vida”. 

“Cienfuegos, como popularmente se le conocía en Motril, era un hombre bueno y afable aunque de carácter serio y distinguido, como así lo califican sus amigos; fue un hombre comprometido con su profesión y sus pacientes y siempre apostó por el desarrollo de la ciudad, pues a pesar de nacer en Granada se sintió siempre un motrileño más”, relataba el responsable de Presidencia durante su discurso. 

El doctor Álvarez de Cienfuegos formó parte del grupo de intelectuales que dio cuerpo legal a la asociación para el fomento de la Cultura, institución pionera para la asistencia a las familias desarraigadas de Motril. Fue además uno de los fundadores del Club náutico y desarrolló una intensa labor como docente en el Instituto Francisco Javier de Burgos, cuyos alumnos de entonces guardan un grato recuerdo. 


Por su parte, el hijo del homenajeado, Javier de Cienfuegos, mostró su agradecimiento a todos los familiares y amigos que acudieron al acto, así como a la Corporación municipal por haber otorgado este reconocimiento, en una tarde que calificó como “amable, para el recuerdo y para el reencuentro”. 

Álvarez de Cienfuegos rememoró algunos de los momentos que retenía en su memoria de cómo era aquella clínica en la que nacieron y vivieron durante muchos años él y todos sus hermanos en la que no siempre fue fácil atender a los pacientes por la escasez de medios que existían en el Motril de la tardía posguerra, “este es también un homenaje a todos esos médicos valientes que se lanzaron a ejercer su profesión con los pocos recursos de entonces”, apuntaba el hijo del fallecido doctor. 

La esposa de Francisco Álvarez de Cienfuegos fue la encargada de descubrir la placa en la que desde hoy luce la dedicatoria a este médico, que se mostró visiblemente emocionada ante el homenaje. Sus hijos Javier, Julio, Pablo, Pilar y María Jesús la acompañaron junto con todos sus nietos.

Alfredo Ortega Tovar concluyó expresando el deber de la ciudad de reconocer la labor de las personas que trabajaron incansablemente por Motril  y por un mayor bienestar para sus vecinos. “Ellos son nuestra esperanza ahora que  padecemos dificultades. Tenemos que fijarnos en los mejores ejemplos de nuestra sociedad  porque  ellos hacen que podamos mantener la confianza en nuestras posibilidades por un futuro más prometedor”.

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