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El presidente del Consejo Consultivo de Andalucía ve impensable que el Consejo de Estado abarque todos los asuntos de las autonomías

El presidente del Consejo Consultivo de Andalucía ve impensable que el Consejo de Estado abarque todos los asuntos de las autonomías

El presidente del Consejo Consultivo de Andalucía ve impensable que el Consejo de Estado abarque todos los asuntos de las autonomías 

El presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano, ha afirmado que el Consejo de Estado es muy “reducido de tamaño” y que “sería impensable” que abarcara todos los asuntos de las autonomías. 

Cano ha analizado ’El estado del Estado Autonómico’ en la jornada de clausura del curso de verano de la UNED en Motril ’¿Qué futuro tiene la Monarquía y el Estado autonómico en España?’. 

Según su análisis, el resultado de una modificación de la Constitución sería un federalismo asimétrico en el que el País Vasco y Cataluña conservarían privilegios por motivos históricos.

El presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano, ha opinado que el Consejo de Estado “es muy reducido en tamaño” y que, con el incremento de administraciones que ha experimentado España, “sería impensable” que pudiera abarcar los asuntos que tratan los 17 consejos consultivos de autonomías que hay en el país. También ha afirmado que bajo la corriente de opinión que defiende la supresión de estos órganos consultivos como medida de austeridad “late un retorno al centralismo más feroz”. 

Como sustento de su argumento ha dicho que “nadie cuestiona que no haya desaparecido el Ministerio de Cultura o el de Educación, o que no haya adelgazado” cuando sus competencias fueron transferidas a las comunidades autónomas. Su valoración toma partido en un debate sobre la España de las autonomías que ha centrado buena parte del curso de verano de la UNED en Motril ’¿Qué futuro tiene la Monarquía y el Estado autonómico?’, que hoy ha finalizado. El presidente ha participado con la ponencia ’El estado del Estado Autonómico’. 

Cano ha compartido con los asistentes su experiencia de más de una década al frente del Consejo Consultivo de Andalucía, encargado de asesorar y regular las actuaciones de las administraciones de la región. Según él, este órgano, que cuenta con un presupuesto de 3 millones de euros y que el año pasado firmó 1.076 dictámenes, es una consecuencia del principio de autonomía que consagra la Constitución y es importante para controlar que ciertos proyectos administrativos se ajusten a la carta magna, entre otras cosas. 

El también catedrático de Derecho constitucional de la Universidad de Almería ha cerrado el curso organizado por el Centro Asociado a la UNED en Motril con un balance de los años transcurridos desde que la Constitución de 1978 impulsó el modelo autonómico. La integración en la Unión Europea, la modernización del país, la regulación de los derechos y las libertades, y el “éxito integrando unos movimientos migratorios fortísimos” son algunos de los puntos fuertes. 

Entre las asignaturas pendientes Cano ha destacado la necesidad de clarificar las competencias del Estado y de las autonomías, que en la Constitución aparecen “de manera confusa”. También ha señalado que es preciso mejorar los instrumentos de coordinación, modificar el Senado para que sea un “instrumento de integración y no una cámara de repetición” y fomentar la “cultura de la lealtad federal” para que el país se pueda expresarse con una sola voz. 

Respecto a la necesidad de modificar la Constitución, Cano ha opinado que “ha habido una sacralización” del texto, sobre todo por parte de algunos sectores de centro derecha, que ha impedido el consenso necesario. “Pero los corsés de la Constitución han reventado  por las modificaciones de los estatutos” de comunidades como Andalucía y Cataluña. El catedrático ha previsto que el resultado final de la modificación de la carta magna sería el federalismo asimétrico. Si bien el estado federal prototipo se caracteriza por el principio de igualdad, Cano ha admitido que en el caso español las comunidades con regímenes forales o con tensiones territoriales como País Vasco, Navarra y Cataluña, tendrían una consideración especial por motivos históricos.

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