Jose María Rivera ganador del V Cértamen literario "Jóvenes valores motrileños en relato corto".
Jose María Jiménez Rivera nace el 6 de noviembre de 1992 en la ciudad granadina de Motril. Desde muy pequeño manifiesta sus dotes artísticos mediante diferentes materiales obteniendo reconocimientos en 2003 y 2004 por la realización de esculturas de plastilina para su exposición en la feria del libro de Motril. En 2008 comienza a colaborar con un periódico juvenil sevillano donde conoce y se relaciona con personalidades muy afines y entusiastas en el mundo de las letras. Realiza diferentes entrevistas a personajes de la cultura, destacando la realizada en el Teatro Calderón de la Barca al actor español Manuel Galiana. En el año 2009 es seleccionado por el programa “Tras la huella de Magallanes” para rememorar la antigua gesta del marine portugués, Fernando de Magallanes. La primera parada será Rio de Janeiro en su primera edicción. El choque social y cultural que Jose María se encuentra en el país carioca en plena adolescencia le hará madurar y tomar conciencia de la marginación y pobreza que existe en el mundo. A partir de ese momento comienza con sus primeros diarios de viaje criticando toda injuscia social que sus ojos aprecian.Estará durante dos años escribiendo y destruyendo todo lo que plasma en el papel debido a una crisis interior que hace que no comprenda los actos de la sociedad que lo rodea, está indignado con la grave crisis de valores del mundo occidental. A raíz de estas primeras experiencias comienza a escribir sus primeros relatos y poesías: “El amor persiste”, “Carta a una princesa del Imperio Inglés”, “Tributo a un amigo flamenco”, “La lucha sin fin”, etc.
Entre 2012 y 2013 comienza a entablar amistad con distintas personalidades de la cultura granadina. Comienza a corearse con algunos poetas de su ciudad de origen y estos lo animan a participar en algún certamen literario para que sean reconocidas sus habilidades. En concreto el poeta Juanjo Cuenca influye en la desición del joven. Así participa en el V Certamen Literario de Igualdad de Géneros de la ciudad de Motril, donde es reconocido su talento mediante el relato “La lucha sin fin”, una dura crítica social a la dura realidad iraní. Es galardonado y considerado un joven valor de la escritura en proyección.
ENTREVISTA
Has sido galardonado con el primer premio de relato corto en la modalidad jóvenes valores motrileños en el V certamen literario de igualdad entre géneros que organiza el ayuntamiento de Motril. ¿ Que sientes al ser considerado un joven valor de la escritura en futura proyección? ¿Habías conseguido anteriormente alguna otra mención literaria?
-Cuando me comunicaron la situación vía telefónica, ya que no pude estar presente en la gala de entrega de premios, recibí la noticia con mucha alegría e ilusión para seguir escribiendo y sobre todo de que se reconozca que algo de talento hay en mi interior, aunque en numerosas ocasiones uno piense que no vale para escribir. Supongo que estos serán los riesgos de la escritura, que en ocasiones crees no valer, más que nada porque quizá escribimos en momentos equivocados. Pienso que el punto concreto para plasmar en el papel nuestras historias, nuestros deseos, nuestras pensamientos, es en el punto de inspiración máxima, solo así creo que puede salir de nuestro interior la obra más grande jamás escrita, pero ahí está el problema, en llegar a ese punto inspirante en prolongados momentos de tiempo.
Pensé en presentarme en alguna ocasión a algún que otro certamen literario que me interesó, pero bien por problemas de tiempo o por situaciones casi “paranormales” en uno de los relatos que escribí “ El amor persiste”, no pude llevar a cabo las entregas en los plazos marcados. También fue el miedo de la primera vez, esa desvirgación de las letras vírgenes todas de un “escritor”, humilde “ escritor” novel . Tal vez ese miedo al fracaso, a que no guste, al caramonazo contra una realidad que quizá no sea bien aceptada por uno mísmo. Esta es mi primera mención, mi primer pequeño gran triunfo y primera vez . Fue llegar y besar el santo-como dicen- pero seguramente no siempre sea así. Es bonito aprender de las victorias, pero más aún de las derrotas.
¿Hubo algún momento culmen en tu vida para que comenzarás a escribir o es una faceta interior que posees desde la niñez?
-Siendo sincero, no sabría transmitir una respuesta totalmente válida a esta pregunta. Creo que quizá empecé a escribir más tarde que otros colegas de letras con los que tengo contacto. Tengo un amigo escritor de mi edad, y un día hablando con el me comentó que con quince años publicó su primer libro, y uno se siente inferior en ese momento y piensas: “entonces tengo veinte años, no he publicado nada, me he presentado a un solo certamen literario en mi vida y nada, imposible ser alguien en el mundillo de las letras”. Creo que esa actitud es un tanto errónea, uno mismo debe escribir y publicar cuando se sienta preparado y lógicamente primero debe comprobar si vale como escritor. Sin ir más lejos os pongo un ejemplo. Un buen amigo poeta, me comentó en una ocasión, que por qué no escribía poesía, y yo le dije: “si es que me da miedo, la poesía solo las escriben los grandes”. Y bueno, ha raíz de ahí comencé a escribir poesía y no es porque me considere “muy grande” sino porque me sentí preparado en ese momento y nació la inspiración poética en mi interior.
Si tengo que seleccionar algún momento más serio en el que comencé a escribir con otra noción de la realidad, creo que fue a partir de una crisis interior en la que empecé a preguntarme por todo y a apreciar la realidad desde un punto de vista bien distinto al que dominaba mi vida. Ese creo que fue el punto culmen.
¿Sigues los pasos de algún escritor o poeta que cautive tus sensaciones?
La verdad que existen muchos poetas y escritores a los que admiro y otros incluso que me hubiese encantado conocer, lo que ocurre que si ya de por sí, es complicado coincidir, si ya no están en este mundo, habrá que esperar a no estar nosotros tampoco en el para el reencuentro (risas). Si hay algo que cautive mis sensaciones es leer a Lorca en un día de verano en el campo, escuchando los pajarillos cantar, las aguas gemir y las sensaciones imaginar; o por ejemplo, leer a Cortázar y sus escritos desesperantes, esas descripciones de cualquier acto tan sumamente llevadas a lo más extremo del pensamiento. Creo que cualquier escritor o poeta puede cautivar las sensaciones de uno mismo en diferentes lugares de tiempos distintos. Procuro obtener y absorber un poco de todos en proporcionadas cantidades y justo al instante elaborar un estilo propio.
Desde muy joven comenzaste a viajar por Europa y en concreto una experiencia inolvidable a Sudamérica, concretamente a Rio de Janeiro ¿Crees que la crítica social que muestran algunos de tus relatos están influenciados por estas experiencias?
-Probablemente sí. Desde luego, en el momento que llegué con tan sólo dieciséis años a un país como Brasil en vías de desarrollo , con una pobreza tremenda y unas diferencias sociales abismales, lógicamente te marca profundamente, es una sensación que uno no se puede desquitar jamás y efectivamente esas sensaciones tan interiores te hacen tratar de exponer esa realidad a la vista de todos, pero esas y cualquier otra que sea injusta.
.Es muy importante el lugar y la situación para escribir, ¿Tienes algún lugar donde te cueste menos inspirarte?
-Un lugar de montaña con chimenea me inspira demasiado , un atardecer en una playa solitaria, una puesta de Sol, una tarde en el mirador de San Nicolás ante la Roja y el chapoteo verbal de los “guiris” y los flamenquitos transmitiendo su cante…
Creo que cualquier lugar es inspirador siempre y cuando sepas conocer el momento clave de dicha energía estomacal que sube como la adrenalina .
¿Te sientes preparado para una futura publicación? ¿Está en tu mente?
-Verdaderamente no pienso ahora mismo en esa situación. Simplemente seguiré escribiendo, inspirándome y dándole sentido a todas las fantasías del interior que quieren colarse en el papel, las que verdaderamente quieren ser transmitidas. Todo llega a su debido tiempo
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