María Ángeles Almirón será homenajeada en la II Subida a Peña Escrita
María Ángeles Almirón Lozano se siente “almuñequera por adopción”, aunque nació en el pueblo granadino de Salar. Compagina, con éxito, sus dos grandes pasiones, la educación y el deporte. Y ha sido su trayectoria deportiva la que ha justificado el homenaje que va a recibir en la II Subida Deportiva a Peña Escrita, organizada por el Partido Andalucista el próximo 15 de junio, domingo. Será en la modalidad de atletismo.
Suele Mari Ángeles Almirón ocupar el podio en las numerosas carreras en las que participa, pero para ella lo más importante no es eso, “sino el disfrute que el deporte aporta y hacer del mismo un estilo de vida”. Nos refiere con pasión su experiencia en el Camino de Santiago, que ha realizado en bicicleta. “El deporte enriquece”, afirma con rotundidad, “todos los hábitos del deporte son extrapolables en la vida, especialmente el esfuerzo, el trabajo y la superación”.
Vino a trabajar y vivir a Almuñécar en el año 1988, por motivos de trabajo. Es conocida, y reconocida, por ser directora del colegio La Santa Cruz, durante diez años fijando su residencia en la zona del Paseo de San Cristóbal. Trabajó en Almuñécar hasta el año 2006, cuando cambia de trabajo. Desde entonces acude a Almuñécar siempre que puede, los fines de semana y todas las épocas de vacaciones.
Es habitual verla en Navidad, Semana Santa y durante el verano, ya que aquí sigue manteniendo su casa y sus amigos. Se siente almuñequera y aquí mantiene los lazos de amistad y deportivos que dan sentido a su vida: pertenece al Club Atletismo Sexitano y es socia de Al-Club de tenis.
Su pasión por el deporte le viene desde pequeña y su inquietud por vivir al máximo e intentar cumplir todos los sueños a su alcance le han llevado a sacar todo el positivismo que irradia como persona.
Practica deporte desde pequeña, convencida de los beneficios físicos y mentales que aporta. Unidos a esos beneficios “se desarrollan, generan y viven una serie de valores de los que a veces nuestra sociedad está tan necesitada: esfuerzo, constancia, solidaridad, amistad, positivismo”, sostiene.
Desde pequeña, ya en el Instituto formaba parte de un equipo de balonmano, también después en la Universidad. Cuando deja la Universidad y su equipo y comienza a trabajar, empieza a trotar por su cuenta, allá donde está.
Desde que llegó a Almuñécar cada mañana, antes de ir a trabajar, corre por las magníficas playas y paseos de Cotobro, San Cristóbal y Velilla y por las tardes suele jugar al tenis.
Un día se cruzó en mi camino un miembro del Club Atletismo Sexitano que comenzaba su andadura y me convenció para inscribirse en el Premio Diputación de Granada de atletismo e incorporarse al Club. En ambos continúa hasta ahora y lo complementa con otras actividades deportivas: juega al pádel y va al gimnasio en días alternos durante la semana.
UN MAGNÍFICO PALMARÉS.
Ha participado desde los noventa en múltiples carreras, unas con el Club Atletismo Sexitano y sola en otras, aunque siempre luce su camiseta de Almuñécar donde participa.
Ha completado más de diez maratones (Sevilla, Madrid), no puede contar las medias maratones, pero pasarán de cincuenta (Almería, Sevilla, Cádiz, Granada, Málaga, Behovia-San Sebastián, Santa Pola, Madrid, Motril, Guadix, Baza…). Y también lució su camiseta almuñequera en la primera media maratón de Nueva York, en el año 2006. Más de veinte años el circuito Diputación de Granada, con más de diez carreras por año, San Antón de Jaén, etc. En la última prueba del circuito de Diputación, celebrada el pasado fin de semana en Salobreña, fue pódium, tercera en su categoría con un tiempo de 51 minutos 24 segundos.
Respecto a sus triunfos, “como un detalle más, pero sin magnificar”, ha sido segunda en el campeonato de Andalucía en Guadix, primera en Motril y primera en Sevilla, segunda en la media maratón de Madrid, en su categoría.
Hemos de destacar que participa además en todas las carreras solidarias por donde esté: San Silvestre de Almuñécar, De la mujer contra en cáncer de Granada, Sevilla e incluso el año pasado la de Valencia.
En todos sus viajes puede faltarle algún objeto necesario, pero, aclara, “nunca unas zapatillas de correr y un pantalón corto y camiseta para rodar antes de una visita o de una reunión de trabajo”.
Un justo reconocimiento a una mujer que lleva Almuñécar en el corazón y el nombre de nuestra ciudad allí donde le lleva su afición al deporte.
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