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Cañadú escenifica "Amores de van de Paso" en el Teatro Calderón de la Barca de Motril

Cañadú escenifica "Amores de van de Paso" en el Teatro Calderón de la Barca de Motril

El grupo de teatro motrileño Cañadú escenifica el día 29 en el Teatro Calderón de Motril, "Amores que van de paso" de Antonio Esteban Lirola quien ha apuntado que la representación pone en escena las historias de un casanova en las playas de Marbella, siempre dispuesto a dar rienda suelta a sus instintos carnales.

"El cine que amé" por Antonio Esteban Lirola

Llegaba febrero, febrerillo loco, que igual nevaba, te asabas de calor o tiritabas, y con él, el oloroso preludio a la “temporá”, esa época del año, dulzona y fabril, donde la infraestructura empresarial de las fábricas de azúcar daban los últimos toques a la maquinaria para su inminente puesta en marcha. Ya se anunciaba la próxima llegada de los forasteros o “follargos” palabra esta con la que, en nuestra jerga local confirmamos a las gentes que provenientes de los pueblos colindantes, se harían cargo de la corta monda y acarreo de la caña de azúcar. Atentos a tan dulce arribada, unos lo harían en las extensas plantaciones a la par que otros, “ventaneros” y “arrimaores”, se la veían y deseaban para que al conductor de  las cañas en las fábricas no les faltara su ineludible y necesaria “comía”

Otro que hacer, bien distinto era el que, llegadas estas fechas, acaparaba la atención de otras empresas. Era la que conformaba la dirección y gerencia del coliseo Viñas, por entonces en directa competencia con el Teatro Calderón. Con inusitada atención y no menos interés,( para su bolsillo claro)el empresario preparaba la programación de estos días en los que la población casi se duplicaba, a la par que las ansias de divertimento por parte de los motrileños y los que estaban por llegar… y el CINE , y no digamos las tabernas, eran insustituibles al decir de cineastas y bebedores. Y era así como un año más, una película,  un título que pasaría a la ser toda una institución para la pantalla del Coliseo Viñas era programado de nuevo en esta temporada. Se trataba de “LA LOLA SE VA A LOS PUERTOS”, la cinta que más veces proyectó en el cine de la calle Nueva. Su estreno tuvo lugar el día 27 de marzo de 1948 en plena recolección de la caña de azúcar y ya se haría poco más que imprescindible con la llegada de cada “temporá “ cañera.

Llegó a proyectarse diez o doce veces, casi año tras año, convirtiéndose por tanto en la película que mayor recaudación obtuvo en toda la historia del cine en Motril. Ello trajo aparejado la imprescindible actuación personal en nuestra ciudad de su principal protagonista, la encantadora JUANITA REINA, y ello, no podía hacerse esperar, después de haber disfrutado a la grande con sus inolvidables películas. Quien no recuerda títulos como la BLANCA PALOMA, CANELITA EN RAMA, MACARENA, SERENATA ESPAÑOLA, VENDAVAL, LOLA LA PICONERA, GLORIA MAIRENA, AEROPUERTO, SUCEDIÓ EN SEVILLA, O LA NOVIA DE JUAN LUCERO  o bien la susodicha LA LOLA SE VA A LOS PUERTOS.

Cinco años después de este estreno, el día 18 de mayo de 1953, curiosamente también en plena campaña azucarera, los motrileños íbamos a tener la oportunidad de admirar en persona a la más genial tonadillera del momento. Casi medio Motril, diría yo se dirigía a media mañana, camino de la Posta, a recibir a su artista predilecta, sabedor de su desplazamiento desde Granada, donde dos días antes había actuado en el Teatro Cervantes. El multitudinario recibimiento era acompañado desde el aire por una avioneta que, lanzando propaganda del acontecimiento, planeaba sobre nuestro pueblo. Ello motivó que algunas personas, alarmadas por las atrevidas maniobras del aparato en cuestión, tuvieran cierto recelo al recordar bélicos tiempos, ya por fortuna pasados, a pesar de que , alguien ( de seguro antiguo combatiente)Tratando de calmar al personal les gritara muy seguro de su consejo “Tranquilos, tranquilos, no asustarse, no asustarse … que son de los nuestros…”

 Con llenos a rebosar en las funciones de tarde y noche hacía su presentación el extraordinario espectáculo de JUANITA REINA, con el estreno de la fantasía lírica de Quintero, León y Quiroga “EL PUERTO DE LOS AMORES”. Esto de los puertos le iba bien a JUANITA y el nuestro no podía desmerecer sus marineros gustos.

Ahora que la copla luce en su máximo esplendor, he querido homenajear desde estas líneas a la que para mí, fue la más grande luminaria de la canción española, JUANITA REINA. Habría mucho que hablar sobre la estancia en Motril de tan exímia artista.  Lo dejamos para nuestro próximo encuentro ¿vale?

CINES DE AYER...por Antonio Esteban Lirola

CINES DE AYER...por Antonio Esteban Lirola

Con la primavera de 1961, la barriada del Puerto estrenaba su primera Gran Sala Cinematográfica, ubicada en la popular Avenida de Julio Moreno, frente a la marinera Bahía. Montada con los últimos adelantos en este tipo de locales, era sumamente bonita, acogedora y confortable. Sus dueños, a su vez empresarios, Nicolas Feriche González y Paulino Martínez Joya, iniciaban con ello su primera singladura a bordo de este flamante velero bautizado como MIRAMAR CINEMA. Aquel 2 de Abril de 1961, era cortada una cinta “Ligeramente Escarlata”, -Tal era el título de su película inaugural.-preludiando con ello la más feliz travesía.

Cinco años atrás, y a escasos metros de su emplazamiento, ya se habían iniciado en esta barriada las primeras proyecciones cinematográficas.

Llegaban de la mano de José García Cobaleda, por todos cariñosamente conocido como “Pepe caramelo”, hombre inquieto, buenísima persona que le “metía mano a tó” y el cine del que era un magnífico profesional como operador –proyeccionista y electricista, forzosamente tenía que ser para él algo así como “pan comío”. Frente al conocido Bar Padial y en un local descubierto cedido por Paco Montero, junto a la nave almacén donde él mismo experimentaba con sus primeros alambiques, a las puertas de las noches veraniegas, echaba andar “la máquina de los sueños”.

Toda la familia de Pepe colaboraba a ello; en la portería, en la taquilla o en la cabina de proyección, mientras el público expectante se arremolinaba cada atardecer junto a la taquilla del “CINE CARAMELO”, tal como lo denominaron sus asiduos clientes. Más de cien espectadores llegaron a llenar en alguna ocasión, aquel recinto al aire libre, donde un proyector de dieciséis milímetros, hacía más agradables las noches veraniegas a veraneantes y lugareños al reflejar sobre su modesta pantalla los más diversos temas.

Uno de ellos, el que ofreciera la película española “MAR ABIERTO” en la noche de su inauguración. Oportunista título marinero en un local situado frente al mar. Lo interpretaban Jorge Mistral y Maruchi Fresno, narrando la historia de una anciana que presenció un milagro en altamar, donde la imagen de la Virgen salva a unos pescadores. Tema de actualidad por entonces y que decir tiene que bastante aplaudido.  A éste, le seguirían películas, (¿como no?) de las grandes distribuciones, Metro Goldwyn, Fox, Paramount… y así, hasta llegar a la triunfadora y lastimosa ”SISSI”, una de las últimas proyecciones en tan familiar terraza veraniega.

El 23 de diciembre de 1961, una nueva sala de cine abría sus puertas en nuestra ciudad. En la recoleta Plaza de la Aurora, la flamante pantalla del MOTRIL CINEMA, así se denominó la nueva sala, inicia sus proyecciones con un interesante y edificador film producido por la cinematografis francesa. Su título, “DIALOGO DE CARMELITAS”. Sus intérpretes JEANNE MOREAU, ALIDA VALLI y MADELEINE RENAUD.

Es entonces cuando esa rivalidad comercial que en un principio pareció vislumbrarse entre la nueva empresa formada por Francisco González Pérez-Mateo González Carrascosa y Esteban Viñas, propietario del Coliseo Viñas, se mantiene dentro de unos niveles de caballerosidad y estricto sentido comercial…. Y así continúa la historia de aquellos cines de antaño de nuestra ciudad.

EL CINE QUE NOS HIZO SOÑAR por Antonio Esteban Lirola

EL CINE QUE NOS HIZO SOÑAR por Antonio Esteban Lirola

Nos llegaba 1.950. Por entonces, no debieron ir demasiado bien las cosas “del cine” a la empresa Centro Cultural Recreativo, regidora del Teatro Calderón, pues siete años después, irónicamente uno por cada enanito de aquella ilusionada BLANCANIEVES, con la que se incició sus andadura, cesaba en sus proyecciones cinematográficas, coincidiendo con la por entonces alborozada fecha del 18 de julio. Hasta el postrer título ”SEPARACION PELIGROSA” película de la metro por Deborah Kerry, Robert Donat, pareció querer unirse a la fatídica situación cuando comenzaban a campear ostentosos los años 50, la época dorada del cine.

Ese mismo año de 1.950, el cine, una vez más, nos ofrecía” en bandeja de plata”, algo que en la escuela de entonces no pudimos saber… o quizás interesaba más que siguiéramos ignorándolo. Tal fue el caso relativo a nuestra emblemática paisana, y a su tiempo, claro, de los que tuvimos conocimiento gracias al cine, a través de su biográfica película “MARIA ANTONIA , LA CARAMBA”  que interpretara con su peculiar gracejo la popular ANTOÑITA COLOMÉ. Naturalmente que nuestro fue el privilegio de asistir en Motril como estreno de España que tendría lugar el 14 de agosto de 1.950 en el Coliseo Viñas, en plenas fiestas patronales. ¿Habrá todavía alguien desconocedor del hecho, como nos pasó a nosotros con su protagonista?

Apenas nos daría tiempo de lamentar el cierre del Teatro Calderón, Ya que apenas pasados tres meses, la empresa Esteban Viñas Dinelli, competidora durante pasados años del mismo, alquilaría el local a la familia Cervera, poniéndolo en funcionamiento elegantemente remozado, estrenando el día 14 de octubre la película ”EL IDOLO CAIDO”, producción francesa de Carold Reed, interpretada por Michele Morgan y Ralph Richardson. Integrantes  de la anterior empresa, creyeron ver en este oportunísimo título una especie de venganza altruista o cierto regodeo por parte de la nueva entidad empresarial. ¡Simples coincidencias de la programación… y nada más!

La radio, aquella querida radio, descubría a nuevos valores con sus apasionantes concursos. Uno de ellos, el recordado y popular “FIESTA EN EL AIRE”, recaló con sus integrantes en gira en nuestra plaza de toros. Con ellos el empresario Esteban Viñas, siempre atento a cualquier manifestación artística, inauguraba la temporada estival de teatro y variedades la noche del 7 de junio de 1952, con un éxito multitudinario. Otro tanto se apuntó la compañía de alta comedia de LINA YEGROS, genial actriz cinematográfica, cerrando el ciclo de teatro la noche del 31 de julio con la obra de Benavente “Su amante esposa” y el 1 de agosto con “Sor Angélica” de Valentín Moragas. Mientras, el público aguardaba anhelante las sesiones de cine al aire libre, prestas a dar comienzo en la ya anunciada fecha del 3 de agosto.

Y llegó la esperada noche. Con ella, la magia que nos produjo ver de nuevo, bajo las estrellas, la tan deseada reposición (en copia completamente nueva, se anunciaba) de “LAS MIL Y UNA NOCHES”… Y vuelta a soñar con paraísos en un deslumbrante Technicolor, donde la diosa MARÍA MONTEZ, parecía aguardarnos. La voz de ANTONIO MOLINA, potente cual joven jilguero, nos despertaba de aquella quimera, poniendo fin a la temporada… y al sueño, al presentar, muy a tono con la noche, su nuevo espectáculo “Fantasía de estrellas”. Era el 2 de septiembre de 1.952.