El Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud, mostró a los jóvenes motrileños cómo aplica sus sentencias reeducadoras e integradotas

El teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana anuncia que el Ayuntamiento aprobará una nueva ordenanza que cambiará sanciones económicas por trabajos a favor de la Comunidad

El Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud, mostró a los jóvenes motrileños que han participado en las ‘I Jornadas Motril: Una Apuesta por una Juventud Responsable’, organizada por el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento, sus originales métodos de trabajo encaminados a integrar y reeducar a los menores que cometen cualquier tipo de falta o delito. El Juez Calatayud explicó que siempre ha creído que es mucho más efectivo reeducar que castigar con dinero, y comentó con los jóvenes motrileños varias de las sentencias ‘ejemplarizantes’ que ha impuesto a menores como consecuencia de sus actos vandálicos. Los más de 150 chicos y chicas de los centros de enseñanza secundaria que acudieron al Teatro Calderón recibieron toda una lección práctica, con comentarios de casos reales, de cómo aplicar penas a favor de la comunidad en vez de castigar con multas, que generalmente tienen que abonar los padres.

Por su parte, el teniente de alcalde y responsable del Área de Seguridad Ciudadana, José Carlos López Pérez, presentó, junto con el Jefe de la Policía Local, Arsenio González, y el ex Jefe del Cuerpo, Santiago Pastor, una nueva ordenanza municipal, pionera en la provincia de Granada, destinada a reeducar a los menores que comentan cualquier infracción mediante la imposición de trabajos a favor de la Comunidad en lugar de aplicarles sanciones económicas. El Consistorio castigará a los menores de Motril y sus anejos de entre 14 y 17 años que protagonicen algún acto vandálico o incumplan normas de circulación como no llevar el casco, no respetar los pasos de peatones o conducir bajo los efectos del alcohol, a pagar sus multas limpiando los restos del botellón, reparando y limpiando el mobiliario urbano, acompañar y asistir a los inmigrantes que arriban a las costas, trabajar en las bibliotecas públicas, limpiar playas, o ayudar a colectivos de mayores y desfavorecidos. Estos trabajos tendrán un carácter voluntario y alternativo, es decir, no podrán imponerse sin el consentimiento de los infractores.

López Pérez explicó que por cada 30 euros de sanción, los jóvenes condenados que deseen acogerse a la nueva disposición municipal tendrán que realizar una jornada de trabajo en beneficio de la Comunidad. El teniente de alcalde explicó que el objetivo del Ayuntamiento es que los jóvenes se conciencien de los daños que ocasionan en la sociedad con la que conviven, acepten la responsabilidad de sus actos y aprendan respetar a los demás ciudadanos y a su entorno.