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Agricultura ecológica bajo plástico

Agricultura ecológica bajo plástico La agricultura ecológica, es un método de producción que vela por la conservación del medio ambiente, y respeta al máximo los ciclos biológicos. Sólo se utilizan productos naturales, no se usan variedades de semillas transgénicas, y se fomenta la producción de especies vegetales autóctonas.

La variedad de alimentos ecológicos existentes en Andalucía, es tan diversa como nuestra propia cultura alimentaria y gastronómica.

Cuando hablamos de agricultura ecológica, nos referimos a sistemas que utilizando de forma óptima los recursos naturales, tienen como objetivos fundamentales, la obtención de productos de máxima calidad, y el respeto con el equilibrio del medio ambiente.

Para que un alimento pueda ser denominado como “ ecológico”, ha de pasar una serie de controles que garanticen al consumidor final, la veracidad de su condición.

Por otro lado la ecología es la ciencia que se ocupa de las interrelaciones que existen entre los organismos vivos, vegetales o animales, y sus ambientes. En este sentido, se estudian con la idea de descubrir los principios que regulan estas relaciones.

En el tema que nos ocupa, debemos aportarle a la planta aquellos elementos nutritivos y tratamientos fitosanitarios, de tal forma que se produzca un equilibrio entre producción, y todo aquello que nos puede disminuir la misma, como pueden ser plagas, enfermedades, deficiencias del suelo, etc.



2.- ¿ AGRICULTURA ECOLÓGICA EN UN INVERNADERO?.

La respuesta a esta pregunta puede ser complicada y sencilla a la vez. En primer lugar debemos decir que sí, se puede aplicar la agricultura ecológica en un cultivo bajo plástico, pero de formas muy distintas a como se realiza en cultivos leñosos, donde este tipo de agricultura está teniendo bastante éxito.

Las técnicas agrícolas empleadas en las plantas de invernaderos, con grandes aplicaciones de productos fitosanitarios, hace debilitar la planta, disminuyendo sus producciones y en muchos casos, no llegamos a disminuir las poblaciones en las cantidades que esperábamos.

Por otro lado no podemos olvidarnos que el objetivo fundamental de un invernadero es producir fuera de época, por lo que las plantas son más susceptibles a plagas y enfermedades. En la agricultura ecológica esto se suple haciendo una planta más fuerte.

Todos hemos notado como en estos últimos años la medicina humana, se ha hecho también “un poco más ecológica”. Cada vez, son menos los médicos que nos recetan antibióticos ante una enfermedad leve, y lo que se suele hacer es favorecer las propias defensas de nuestro organismo. Algo parecido se realiza en la agricultura ecológica; situamos a la planta en unas condiciones óptimas de fertilidad y climatología, para que ella misma pueda defenderse ante determinadas adversidades.

Desde el inicio, a principios de la Segunda Guerra Mundial, en el movimiento agrícola conocido como revolución verde, hemos podido presenciar el desarrollo de una agricultura que más que convencional, como se suele denominar, podríamos llamar industrializada. Esto último responde fundamentalmente al empleo de abonos químicos y pesticidas, a la producción de nuevas variedades de aspecto más atractivo y a la progresiva mecanización de la forma de cultivo más practicada: el monocultivo.

Todo lo dicho inicialmente dio lugar a un sorprendente incremento de los rendimientos por unidad de superficie, lo cual hizo creer al sector agrícola que en las futuras generaciones se produciría el mismo efecto. Pero verdaderamente el efecto más inmediato ha sido la necesidad de intensificar el abonado químico y el empleo de productos fitosanitarios, lo que lleva al progresivo enriquecimiento de las industrias dedicadas a la fabricación de los productos citados y a la inevitable degradación del ecosistema.

En un invernadero realizamos monocultivo en toda la explotación, por lo que la proliferación de plagas y enfermedades es muy rápida. Para evitar esto, como veremos más adelante, es interesante intercalar algunas plantas que son atrayentes de insectos, y realizamos el tratamiento fitosanitario puntualmente en estas zonas.

Para evitar también la aparición de plagas y enfermedades, debemos hacer rotaciones de cultivos en una misma parcela. La alternancia es la división de la tierra cultivada en parcelas consagradas cada a un cultivo diferente de la rotación. Así, alternaremos cultivos que tengan tipos de vegetación, sistemas radiculares y necesidades nutritivas diferentas, y de este modo se podrán explorar todas las capas de tierra y utilizar en proporciones equilibradas todos los elementos que ésta contiene.

Además de los aspectos considerados a la hora de llevar a cabo la rotación, también es importante considerar la clasificación botánica; se sucederán cultivos pertenecientes a distintas familias. Así después de una Solanácea, como es el tomate por ejemplo, plantaremos una Cucurbitácea como el pepino, después de una Leguminosa como la judía una Solanácea como la berenjena, etc.

El planteamiento de agricultura ecológica en un cultivo bajo plástico, debe ser desde el inicio. Es decir, debemos realizar todas las medidas preventivas para evitar la entrada de plagas y enfermedades, y debemos situar a la planta en las condiciones óptimas climatológicas. No podemos esperar a que una plaga esté totalmente instaurada en un cultivo.
Autor: Miguel Angel Fernández Flores, Ingeniero Técnico Agrícola

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