El curso de formación de profesores de español pone el acento en el hecho cultural hispano
El Curso Internacional de Formación de Profesores de Español como Lengua Extranjera del Centro Mediterráneo se desarrolla en Almuñécar hasta el 16 de julio. Destaca la presencia de profesores de Noruega, Suecia, Finlandia, Eslovenia, Francia, Grecia, Italia, Inglaterra y Dinamarca, los mejores embajadores de nuestra cultura, que deberán negociar en grupo sus puntos de vista desde el intercambio de mentalidades.
El fenómeno del prestigio
El español está experimentando fenómenos que contribuyen a su extensión en el mundo. Hasta hace poco, los emigrantes de segunda y tercera generación que llegaban a EEUU ocultaban su condición de hispanos, actitud que está desapareciendo desde que han adquirido un estatus económico y social importante. Emisoras, periódicos y hasta políticos se reconocen como hablantes de español, como es el caso del hispano Antonio Villaraigosa, recientemente elegido alcalde de Los Ángeles. El grado de conservación del español en la segunda y tercera generación de emigrantes depende de su uso, y al desenvolverse a menudo en el ámbito familiar es frecuente que se pierda gran parte de la riqueza léxica y deban suplir tales lagunas recurriendo a la incorporación de términos "importados de la lengua del país. Los emigrantes en contacto con una nueva lengua atraviesan una fase de aclimatación, la interlingua, en la que adquieren, incorporan y adaptan conceptos y vocabulario; la agilidad de este fenómeno dependerá del grado de proximidad entre las culturas en contacto.
El español es un idioma emergente y cada vez más personas lo aprenden por estudios, trabajo o turismo. El último anuario del Instituto Cervantes corrobora que el interés por el español es notable no sólo en zonas tradicionalmente receptivas como Estados Unidos o Brasil, sino en países de Europa del Este. La presencia española en Europa Centro-Oriental y la difusión de su lengua y cultura se presenta de forma desigual según la antigüedad del establecimiento de relaciones diplomáticas, la tradición de contactos comerciales y culturales o la frecuencia y antigüedad de estos. En zonas como los Balcanes y el Báltico, se trata de relaciones en proceso de construcción.
La evolución que viene
Según los profesores del curso, la trayectoria de la evolución del español sigue en la actualidad una orientación de sur a norte, hecho que se revela con especial fuerza en los fenómenos de evolución fonética. Uno de los más poderosos es el de la aspiración, rasgo que ya puede observarse en la provincia de Ávila y que a lo mejor en este siglo llega al Cantábrico. En cuanto al papel de los medios como limitadores de estos fenómenos, los docentes opinan que éstos en general siguen la norma del lugar en que se hallan. Como ejemplo, aluden a la imposibilidad de determinar una norma para el habla andaluza, ya que no existe como fenómeno homogéneo sino que se trata de español con determinadas variantes de los hablantes de un área geográfica, de forma que rasgos aparentemente característicos, como el ceceo, no resultan extensibles a toda la comunidad y se perciben de distinto modo dependiendo del área de influencia lingüística. En este contexto, destacan la importancia del prestigio social de ciertas hablas que pueden condicionar la elección del hablante. Los docentes se declaran contrarios a la imposición de determinadas normas o a la creación de hablas artificiales. La escritura se mueve en un ámbito distinto, en el que el peso de las normas lingüísticas tiene como consecuencia una mayor fijación y cohesión del uso del español en áreas geográficas muy distantes entre sí.
Lo que se dice
Mención aparte merece la enseñanza del lenguaje no verbal, un área que ha adquirido una enorme importancia en los seminarios de formación de profesores de español por su enorme capacidad para matizar, complementar y hasta contradecir el mensaje emitido por el hablante. Actualmente, se reconoce que se desprende una enorme cantidad de información a partir de la entonación, los gestos o el volumen con que nos comunicamos, todo un complejo de código no verbal que el receptor ha de saber descodificar para apreciar correctamente la información. Ironía, cinismo o broma son matices fundamentales para la adecuada interpretación de un mensaje. Como ejemplo, se puede citar el hecho de que a menudo los extranjeros que desconocen nuestro lenguaje no verbal perciben una gran agresividad en la entonación y los gestos de los hablantes españoles. La necesidad del emisor de apoyar su discurso en elementos no verbales depende en gran medida de su grado de formación y su dominio de las competencias léxicas y comunicativas: aquellos hablantes que cuenten con menores recursos lingüísticos necesitarán un mayor apoyo gestual para hacerse entender.
El fenómeno del prestigio
El español está experimentando fenómenos que contribuyen a su extensión en el mundo. Hasta hace poco, los emigrantes de segunda y tercera generación que llegaban a EEUU ocultaban su condición de hispanos, actitud que está desapareciendo desde que han adquirido un estatus económico y social importante. Emisoras, periódicos y hasta políticos se reconocen como hablantes de español, como es el caso del hispano Antonio Villaraigosa, recientemente elegido alcalde de Los Ángeles. El grado de conservación del español en la segunda y tercera generación de emigrantes depende de su uso, y al desenvolverse a menudo en el ámbito familiar es frecuente que se pierda gran parte de la riqueza léxica y deban suplir tales lagunas recurriendo a la incorporación de términos "importados de la lengua del país. Los emigrantes en contacto con una nueva lengua atraviesan una fase de aclimatación, la interlingua, en la que adquieren, incorporan y adaptan conceptos y vocabulario; la agilidad de este fenómeno dependerá del grado de proximidad entre las culturas en contacto.
El español es un idioma emergente y cada vez más personas lo aprenden por estudios, trabajo o turismo. El último anuario del Instituto Cervantes corrobora que el interés por el español es notable no sólo en zonas tradicionalmente receptivas como Estados Unidos o Brasil, sino en países de Europa del Este. La presencia española en Europa Centro-Oriental y la difusión de su lengua y cultura se presenta de forma desigual según la antigüedad del establecimiento de relaciones diplomáticas, la tradición de contactos comerciales y culturales o la frecuencia y antigüedad de estos. En zonas como los Balcanes y el Báltico, se trata de relaciones en proceso de construcción.
La evolución que viene
Según los profesores del curso, la trayectoria de la evolución del español sigue en la actualidad una orientación de sur a norte, hecho que se revela con especial fuerza en los fenómenos de evolución fonética. Uno de los más poderosos es el de la aspiración, rasgo que ya puede observarse en la provincia de Ávila y que a lo mejor en este siglo llega al Cantábrico. En cuanto al papel de los medios como limitadores de estos fenómenos, los docentes opinan que éstos en general siguen la norma del lugar en que se hallan. Como ejemplo, aluden a la imposibilidad de determinar una norma para el habla andaluza, ya que no existe como fenómeno homogéneo sino que se trata de español con determinadas variantes de los hablantes de un área geográfica, de forma que rasgos aparentemente característicos, como el ceceo, no resultan extensibles a toda la comunidad y se perciben de distinto modo dependiendo del área de influencia lingüística. En este contexto, destacan la importancia del prestigio social de ciertas hablas que pueden condicionar la elección del hablante. Los docentes se declaran contrarios a la imposición de determinadas normas o a la creación de hablas artificiales. La escritura se mueve en un ámbito distinto, en el que el peso de las normas lingüísticas tiene como consecuencia una mayor fijación y cohesión del uso del español en áreas geográficas muy distantes entre sí.
Lo que se dice
Mención aparte merece la enseñanza del lenguaje no verbal, un área que ha adquirido una enorme importancia en los seminarios de formación de profesores de español por su enorme capacidad para matizar, complementar y hasta contradecir el mensaje emitido por el hablante. Actualmente, se reconoce que se desprende una enorme cantidad de información a partir de la entonación, los gestos o el volumen con que nos comunicamos, todo un complejo de código no verbal que el receptor ha de saber descodificar para apreciar correctamente la información. Ironía, cinismo o broma son matices fundamentales para la adecuada interpretación de un mensaje. Como ejemplo, se puede citar el hecho de que a menudo los extranjeros que desconocen nuestro lenguaje no verbal perciben una gran agresividad en la entonación y los gestos de los hablantes españoles. La necesidad del emisor de apoyar su discurso en elementos no verbales depende en gran medida de su grado de formación y su dominio de las competencias léxicas y comunicativas: aquellos hablantes que cuenten con menores recursos lingüísticos necesitarán un mayor apoyo gestual para hacerse entender.
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