El ayuntamiento de Almuñécar acuerda iniciar las gestiones para adquirir el cortijo La Bóveda

El Ayuntamiento de Almuñécar ha iniciado los trámites para hacerse con un edificio histórico situado junto al nacimiento de río Jate de La Herradura. Por lo pronto, la Junta Local de Gobierno, ha encargado a los servicios técnicos municipales la catalogación del edificio y ha encomendado al concejal, José Rodríguez Jaime la adquisición voluntaria de los propietarios.

Según el informe realizado por el historiador, Gabriel Sierra Santos, el Cortijo de la Bóveda, es un edificio situado muy cerca de Los Castillejos. “Es una construcción de planta basilical realizada con bloques de piedra de distinto grosor, unidos con una mezcla de arena y cal y reforzada con 10 contrafuertes, cuatro en cada uno de los lados largos y dos en la portada. La base se eleva 1,90 metros del suelo para nivelar la pendiente en la que se encuentra.

Sierra Santos describe el citado edificio señalando que la portada está enmarcada por dos grandes contrafuertes, muy salientes, de un metro de grosor, frente a 1,90 metros de profundidad. Entre ambos se abre una puerta que ha sido claramente centrada en época reciente y rebajada hasta prácticamente la roca virgen. Esto hace que el interior presente un claro desnivel, para convertir la parte de entrada en corral.

“El lado norte tiene 10,70 metros de largo, en los que dominan cuatro grandes contrafuertes, también de un metro de grosor, aunque de menor profundidad: 1,60 metros. La distancia entre cada uno de los contrafuertes es de 2,60 metros. En dos de esos espacios aparecen ventanas de distinto tamaño, la más cercana a la portada de fecha reciente”, dice el documento.
Por su parte, el lado sur presenta a la vista sólo dos contrafuertes, entre los cuales hay un amplio ventanal. Los otros dos han desaparecido en una construcción moderna adosada. La altura del edificio es de unos 6 metros aproximadamente.

La realización de obra es algo tosca, a base de bloques de piedra de desigual tamaño, pero bien trabados con argamasa.

Su interior está constituido por una bóveda de medio cañón que cubre toda la estancia y repellada con una argamasa que tiene un mayor porcentaje de cal.

“El estado de conservación es bastante bueno, a excepción del muro sur que, al tener adosado una construcción, rompe la forma original del edificio. La obra, por su carácter macizo, constituye un elemento estructural hoy difícilmente explicable en un entorno donde dominan las construcciones tipo andaluz”.

Gabriel Sierra también señala en su informe otras versiones de personas como Simón Mateos “que identificó el Cortijo de la Bóveda “como una ermita posible de origen bizantino”. Por su parte, Ruiz Morales también cree que puede tratarse de una ermita rural, “aunque identificándola con los asentamientos tardorromanos de la zona”.

“A falta de una prospección arqueológica en superficie o de una excavación sistemática del edificio y su entorno, los únicos datos materiales que tenemos son algunos restos cerámicos de época tardorromana, un fragmento de tinaja con decoración de incisiones a cuchillo.Este fragmento y otros todavía sin catalogar, nos permiten datar el edificio en una etapa que podría abarcar del siglo VI a VIII después de Cristo.

Para historiador autor del informe “la importancia histórica del Cortijo de la Bóveda es indudable. “Muy probablemente tuvo un papel destacado como ribat en época musulmana y, sin duda, constituye una obra única en el sur peninsular, donde no abundan las construcciones altomedievales”.
Ante este análisis Sierra afirma que la Bóveda es una construcción “que merece ser conservada y puesta en valor por el Ayuntamiento de Almuñécar”.

Por otra parte, destaca el entorno de la construcción como otro elemento destacable. “La zona de nacimiento de río Jate constituye un enclave paisajístico en el que, junto a las variedades de monte mediterráneo, muy degradado por la acción del hombre, hay una rica variedad de especias subtropicales, que dan al Cortijo de la Bóveda un valor mucho más significativo. Asimismo, añade, cerca del Cortijo de la Bóveda están zonas como la conocida por Los Castillos donde se asentó un núcleo de población tardorromana constituido por alcazaba y arrabal de la época de Abderramán III.