El concejal de Medio Ambiente de Almuñécar denuncia piquetes contra los operarios de limpieza que querían trabajar
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Almuñécar (Granada), Jesús García, denunció hoy que una veintena de piquetes del sindicato CC.OO., "junto con los cabecillas del comité de huelga" de la empresa Mirlo --concesionaria del servicio de recogida de basura en dichas localidades--, impidieron la pasada madrugada la salida a trabajar de los operarios del servicio "que querían ejercer su derecho al trabajo" y, además, agredieron presuntamente a una empleada que sí ejerció su labor.
En declaraciones a los periodistas, García subrayó que la huelga --que comenzó hace una semana-- está secundada exclusivamente por CC.OO. y que la mitad de la plantilla "no quiere ir a la huelga, pero el resto se lo está impidiendo mediante violencia, amenazas y coacciones desde el pasado día 9".
Sobre lo sucedido anoche, explicó que la empresa llamó a la Guardia Civil, dado que los piquetes habían tomado los accesos a la compañía. "Enviaron a dos agentes y la empresa preguntó si podían garantizar la seguridad de los trabajadores y, ante la situación, dijeron que no, al igual que cuando los operarios pidieron seguridad para irse a sus casas", relató.
Tras argumentar que los trabajadores abandonaron las instalaciones en sus vehículos particulares, aseguró que los piquetes pasaron la noche tirando contenedores y "golpearon en la cabeza y en la cara a una empleada que se fue directamente a su puesto de trabajo. Fue al centro de salud y presentará denuncia".
Según el edil, la empresa concesionaria entiende que sus instalaciones están secuestradas "porque no pueden entrar y, aunque esta noche no habría huelga --en función de los turnos establecidos--, no habría si la Guardia Civil no garantiza seguridad".
Al hilo del asunto, mencionó que el Ayuntamiento envió un escrito a la Subdelegación del Gobierno de Granada "recordando que se establecieron servicios mínimos del 100 por 100 para los días 15 y 22 y que sería conveniente que la Guardia Civil estuviera alerta por si se producía algún altercado". Según el concejal, el subdelegado, Antonio Cruz Jiménez, respondió que "había dado las instrucciones precisas a la Comandancia de la Guardia Civil para que prepare un grupo de auxilio para que se garanticen los mínimos y el derecho al trabajo".
En base a los datos de los que dispone, aseguró que "nos consta que la orden se la dieron al capitán de la Guardia Civil y, una de dos, o éste ha desobedecido las instrucciones del subdelegado, o éste último está haciendo un doble juego porque, por un lado notifica al Ayuntamiento que ha dado instrucciones de auxilio en caso de necesidad, pero tolera de alguna forma esta huelga que se ha convertido en salvaje".
Finalmente, el concejal de Almuñécar informó de que en torno a la mitad de la plantilla de la limpieza se manifestó esta mañana ante la Comandancia de la Guardia Civil "para exigir que garanticen sus derechos y cumplan las órdenes del subdelegado".
Los casi 100 trabajadores de la compañía Mirlo se pusieron en huelga el pasado sábado para exigir el cumplimiento del convenio provincial y la aplicación de la subida salarial prevista en el mismo. En principio, la huelga tendrá una duración de un mes con paros de tres días más un día de servicios mínimos.
Entre los motivos de la huelga figuran el hecho de que la empresa no aplica las tablas salariales acordadas en el convenio provincial, según los representantes de los trabajadores, lo que supondría una subida en torno al 50 por ciento, de un salario que oscila entre los 700 y los 800 euros al mes con las pagas extras incluidas.
En declaraciones a los periodistas, García subrayó que la huelga --que comenzó hace una semana-- está secundada exclusivamente por CC.OO. y que la mitad de la plantilla "no quiere ir a la huelga, pero el resto se lo está impidiendo mediante violencia, amenazas y coacciones desde el pasado día 9".
Sobre lo sucedido anoche, explicó que la empresa llamó a la Guardia Civil, dado que los piquetes habían tomado los accesos a la compañía. "Enviaron a dos agentes y la empresa preguntó si podían garantizar la seguridad de los trabajadores y, ante la situación, dijeron que no, al igual que cuando los operarios pidieron seguridad para irse a sus casas", relató.
Tras argumentar que los trabajadores abandonaron las instalaciones en sus vehículos particulares, aseguró que los piquetes pasaron la noche tirando contenedores y "golpearon en la cabeza y en la cara a una empleada que se fue directamente a su puesto de trabajo. Fue al centro de salud y presentará denuncia".
Según el edil, la empresa concesionaria entiende que sus instalaciones están secuestradas "porque no pueden entrar y, aunque esta noche no habría huelga --en función de los turnos establecidos--, no habría si la Guardia Civil no garantiza seguridad".
Al hilo del asunto, mencionó que el Ayuntamiento envió un escrito a la Subdelegación del Gobierno de Granada "recordando que se establecieron servicios mínimos del 100 por 100 para los días 15 y 22 y que sería conveniente que la Guardia Civil estuviera alerta por si se producía algún altercado". Según el concejal, el subdelegado, Antonio Cruz Jiménez, respondió que "había dado las instrucciones precisas a la Comandancia de la Guardia Civil para que prepare un grupo de auxilio para que se garanticen los mínimos y el derecho al trabajo".
En base a los datos de los que dispone, aseguró que "nos consta que la orden se la dieron al capitán de la Guardia Civil y, una de dos, o éste ha desobedecido las instrucciones del subdelegado, o éste último está haciendo un doble juego porque, por un lado notifica al Ayuntamiento que ha dado instrucciones de auxilio en caso de necesidad, pero tolera de alguna forma esta huelga que se ha convertido en salvaje".
Finalmente, el concejal de Almuñécar informó de que en torno a la mitad de la plantilla de la limpieza se manifestó esta mañana ante la Comandancia de la Guardia Civil "para exigir que garanticen sus derechos y cumplan las órdenes del subdelegado".
Los casi 100 trabajadores de la compañía Mirlo se pusieron en huelga el pasado sábado para exigir el cumplimiento del convenio provincial y la aplicación de la subida salarial prevista en el mismo. En principio, la huelga tendrá una duración de un mes con paros de tres días más un día de servicios mínimos.
Entre los motivos de la huelga figuran el hecho de que la empresa no aplica las tablas salariales acordadas en el convenio provincial, según los representantes de los trabajadores, lo que supondría una subida en torno al 50 por ciento, de un salario que oscila entre los 700 y los 800 euros al mes con las pagas extras incluidas.
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