Alejandro Espinosa: Si la fábrica se acoge a la OCM del azúcar la zafra de 2006 será la última
La superficie de caña se concreta en unas 300 hectáreas entre los términos de Motril y Salobreña, más 150 que aún quedan en la zona de Torre del Mar. Eso supone unos 700 productores los que siguen apostando por el cultivo en sus fincas agrícolas.
Los productores desean la continuidad de la caña pero todo está en manos de la OCM del azúcar y que su normativa sea aplicada por la fábrica que moltura caña en Salobreña. Sobre el papel y las declaraciones que se han formulado en los últimos tiempos punta a que la Azucarera Guadalfeo cumpla con su anuncio hecho en campañas anteriores de que la zafra de 2006 sería la última para la empresa que gestiona Joaquín Martín montero.
La OCM del azúcar conlleva una reducción del 36% en el precio de la caña y del 42% en el precio del azúcar. Si el fabricante se acoge a las ayudas de reestructuración los productores de caña no pueden seguir cultivándola.
La rentabilidad de la caña de azúcar ha ido disminuyendo de manera paulatina. Los costes de la maquinaria, mano de obra, fertilizantes, han sido los que han conducido a que la caña tenga escaso margen de maniobra para optar por un futuro a corto plazo.
No son muchos los que integran el sector cañero que respalden la continuidad del cultivo. A los hijos de los productores no le estimula la idea de recoger el testigo de los padres.
Alejandro Espinosa aboga por una vega, tanto en Motril como en Salobreña, dotada con unas infraestructuras competitivas que ofrezcan la posibilidad de albergar cultivos alternativos al aire libre.
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