BERNARDO KIKLSBERG APUESTA POR LOS PROCESOS DEMOCRATIZADORES DE AMÉRICA LATINA COMO VÍA PARA REDUCIR LAS DESIGUALDADES
Bajo el nombre "Globalización y desigualdades", la Escuela ha sido el primer foro en España en contar con la presencia de Bernardo Kliksberg, asesor de Kofi Annan en la tarea de Naciones Unidas para reducir la pobreza y las desigualdades. Klisberg afirmó que la globalización “abre oportunidades pero sin un código ético puede ensombrecer la vida de los humildes de la tierra, que representan un porcentaje abrumador”.
Kliksberg, que apostó por la solidaridad, la ética y la participación democrática para combatir las desigualdades, centró su intervención en analizar la pobreza en América Latina. Recordó que los cambios tecnológicos ofrecen suficientes condiciones para producir alimentos para 13.000 millones de personas y, sin embargo, 1.000 millones viven en la pobreza.Kliksberg aportó un dato que, según dijo, “nunca se publica en los periódicos: cada día mueren 30.000 niños por hambre en el planeta, una cifra que evidencia que este sistema no funciona y tiene profundas deficiencias”.
No obstante, Klisberg mostró optimismo ante esta situación porque “soplan vientos de cambio en España y América Latina que dejan una puerta abierta a la esperanza”, en alusión a presidencias gubernamentales como la de Lula en Brasil, Bachelet en Chile o Morales en Bolivia, “que han demostrado que el pueblo quiere luchar contra la desigualdad, el gran problema real del siglo XXI”.
Según Kliksberg, la población pide el cambio de estas políticas que generan desigualdad y los movimientos sociales han alzado a estos nuevos gobernantes porque “hay un irreversible proceso de democratización y la población ha participado de estos procesos para oponerse claramente a la pobreza que generan las políticas neoliberales”, a lo que añadió que la vía de la democracia es “la única que puede llevarnos a una sociedad mejor”.
Kliksberg afirmó que en los últimos tres años, “las economías mejoraron notablemente pero la pobreza no se reduce, por lo que el crecimiento económico no es la solución a la pobreza que, según señaló, “mata y enferma”, con ejemplos como el de las madres bolivianas, que tienen la tasa de mortalidad más alta de todo el planeta: 94 muertes de madres por cada 100.000 nacimientos.
El 23 por ciento de los partos son sin cobertura médica en América Latina. Además, la media de esperanza de vida en América Latina es 8 años inferior a la de Canadá, y con Bolivia son 16 los años de diferencia. Kliksberg también aportó datos sobre la desigualdad en el ámbito de la educación, el acceso a la salud, a los créditos y a Internet. “Unos 95 millones de personas en América Latina no han completado la educación primaria”, según datos recientes de la ONU.
Por su parte, Bruno della Chiesa, asesor de educación la OCDE planteó la necesidad de mejorar nuestro aprendizaje ante los cambios sociales, descartando mitos en torno al aprendizaje de idiomas, para lo que afirmó que es necesaria la motivación más que un buen método, y de la relación entre monoculturismo y monolingüismo, “por lo que hay que abrir puertas al extranjero e integrar en la educación la diversidad cultural”.
En la última conferencia de las realizada esta mañana, Rosa Regás afirmó que “la globalización de las ideas esconde la globalización económica y comercial para convertir a terceros países en “clientes”. Afirmó que “pensamos que lo que es bueno para nosotros es bueno para los demás”y puso como ejemplo “la excusa de EEUU de invadir Irak para convertirlo en un país demócrata y que ha dejado un país arrasado”Regás recordó que “cuando se invade un país, lo primero que hacen es destruir la cultura, así como acallar a catedráticos y profesores para implantar otra cultura que conlleva su ideario económico”. “La cultura de los EEUU es la cultura de la hamburguesa que invade para convertir a los demás países en clientes”, afirmó.La globalización, según Regás, “no ha logrado que sus efectos sean beneficiosos para todos los países estamos dominados absolutamente por la cultura americana, que poco a poco va transformando la nuestra”.
Por otro lado, afirmó que, “afortunadamente, estamos viviendo en España un momento en el que se está fomentando y recuperando la cultura de cada región, cada provincia y cada pueblo”.
Por último, afirmó que “de las cotizaciones de los inmigrantes que trabajan en España nos beneficiaremos todos, y que no se debe aceptar la cultura de los inmigrantes como peor, sino que debemos valorar nuestra cultura no porque sea mejor, sino porque es nuestra, y podemos enriquecerla compartiéndola con los demás y recogiendo lo que nos aporten otras culturas”.
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