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Costas da un año 'de vida' a los chiringuitos antes de obligarlos a salirse de las playas

Costas da un año 'de vida' a los chiringuitos antes de obligarlos a salirse de las playas

TERRA.- Los veraneantes de la Costa pueden estar tranquilos. Los chiringuitos seguirán en la playa. Costas ya se lo ha confirmado a los empresarios de estos locales de la Costa Tropical, que no las tenían todas consigo.


Puede que muchos turistas fuesen ajenos a la noticia, pero lo cierto es que el chiringuito de toda la vida, el que se ubica en la arena de la playa, estaba en peligro de extinción. Sí. Aunque suene raro, los chiringuitos en la playa tenían sus días contados. De momento, tras las primeras negociaciones, su continuidad está asegurada... aunque sólo por un año más.

La Dirección General de Costas, que ahora depende del Ministerio de Medio Ambiente, tiene que seguir una directriz que obliga al Estado a ir recuperando paulatinamente todo el suelo público que pueda. La idea se basa en que el suelo público no puede estar ocupado por particulares. La arena de la playa es suelo público. Los chiringuitos, locales privados. Y aquí empieza el problema.

Durante los últimos cuarenta años los chiringuitos se han ido instalando en la arena de las diferentes playas granadinas. Pedían licencia al ayuntamiento que correspondiese, pagaban sus impuestos y disponían de un suelo público para ejercer una actividad privada. Las licencias se otorgaban por varios años. Y en 2007 toca renovación. En este punto, Costas entra en juego y a principios de año dijo que no se otorgarían nuevas licencias y que, además, para renovar las ya dadas, el chiringuito tenía que salirse de la arena y ubicarse en el paseo marítimo.

Pero el problema se plantea allí donde no hay paseo o donde éste no es lo suficientemente ancho. En la mayoría de las playas granadinas ocurre esta circunstancia. En consecuencia, la Asociación de Chiringuitos de la Costa Tropical y la Dirección General de Costas empezaron a negociar hace meses. El primer acuerdo de la negociación es que este verano nadie toca nada. El segundo, que todos los chiringuitos actuales tienen garantizada la renovación de su licencia. En principio, en el colectivo de chiringuiteros existía el 'miedo' a la imposición de comenzar a salir de la playa este verano para poder optar a la renovación de licencia. No. Los chiringuitos este verano seguirán en el mismo sitio que en los últimos años. Y, además, Costas asegura que se renovarán toda las licencias. Eso sí, pone algunas condiciones. Habrá 'sacrificados'.

Ceder

'Unos pocos establecimientos tendrán que salirse de la arena. Sabemos que tendremos que ceder en ese sentido, y lo que estamos negociando ahora es determinar qué locales tienen que moverse y cuales podrán permanecer en su sitio habitual', explica el presidente de la Asociación de Chiringuitos de la Costa Tropical, Francisco Vega.

En principio, el 'exilio' sólo afectará a 'sólo tres o cuatro chiringuitos', dice Vega. En otras provincias, las cifras se disparan. 'En Málaga o Cádiz la situación no tiene nada que ver con Granada. Allí hay muchos más chiringuitos y es cierto que ocupan mucho espacio en las playas. Nosotros somos la provincia que más respeta la ley y por eso la medida de salir de la playa apenas nos va a afectar', explica Francisco Vega.

Madrid también entiende que Granada es una provincia especial en este sentido. Fuentes de la Dirección General de Costas aseguran que 'no habrá problemas' en las negociaciones con la provincia de Granada. No en vano, a lo largo de todo el litoral granadino se levantan 51 chiringuitos, veinte menos que en las playas de Marbella. Sólo en esa localidad Costas ya ha indicado que 27 establecimientos tendrán que salir de la arena.

'Las situaciones son completamente diferentes. En Málaga la costa está plagada de chiringuitos, Marbella, Estepona, Benalmádena, Torremolinos... son localidades con muchísimos chiringuitos y de muchos metros. Pero en Granada se ha respetado mucho más la ley y, desde luego, las playas granadinas no tienen la saturación de establecimientos que tienen otras provincias de Andalucía'.

Tras los primeros acuerdos, las negociaciones se prolongarán a lo largo de todo 2006. La fecha clave es febrero de 2007. Será entones cuando Costas dictamine quién sale de la arena y quién se queda. Pero eso será el año que viene. 'Nuestro principal objetivo cuando iniciamos las conversaciones fue asegurar la existencia de chiringuitos este verano, así como la renovación de las licencias. Es algo que hemos conseguido y ahora tenemos más tiempo para negociar el resto de puntos. Tengo que decir que Costas está siendo muy comprensivo con la situación de Granada y no me parece que vaya a haber situaciones traumáticas en el futuro', explica Francisco Vega.

No habrá trauma

Para los turistas, desde luego, este verano no habrá trauma. Comer, tomar una cerveza o comprarse un helado podrá seguir haciéndose con los pies en la arena y en bañador. Otra cuestión es que esas actividades estén garantizadas para el verano de 2007. Porque, aunque no lo parezca, los chiringuitos siguen en peligro de extinción. En febrero de 2007, solución definitiva al dilema.

Entre tanto, la Junta General de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical ha aprobado invertir en las playas de la comarca 940.000 euros destinados a la compra de nuevos equipamientos turísticos que irán ubicados principalmente en las playas de Salobreña, Castell de Ferro y Almuñécar.

Equipamientos

De la inversión global, el 80 por ciento procede de la Consejería de Turismo y resto del organismo supramunicipal. Entre las obras de mejora figura la adquisición, para la playa de Salobreña, de nuevas duchas, módulos de madera para los aseos, una plataforma flotante de juegos infantiles y pasarelas. Castell de Ferro contará con una pantalla vegetal, tres zonas infantiles, cuatro módulos prefabricados de aseos y salvamento, tres pérgolas y pasarelas articuladas y de madera. En Almuñécar se construirán pasarelas de madera y hormigón, un pantalán flotante, pantalla vegetal y una zona de juegos infantiles. La inversión también incluye la compra de un barco que se encargará de las labores de limpieza en las playas y se utilizará en toda la comarca en caso de necesidad.

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