El término BIO sigue usándose en productos que no son ecológicos

A pesar de que el pasado 1 de Julio finalizó el último plazo establecido tras el cual, el término Bio sólo puede usarse en los productos ecológicos, un trabajo de investigación llevado a cabo por la Asociación CAAE, ha permitido comprobar que existen numerosos productos bio en los comercios, que usan esta denominación aunque no proceden de la agricultura o la ganadería ecológicas.

El día 2 de Enero de este año entró en vigor el Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros que prohíbe el uso de la indicación Bio en productos que no proceden de los sistemas de producción ecológicos. Esta nueva regulación limita la posibilidad de usar desde esa fecha la indicación bio a los productos que no cumplen con la normativa oficial (Reglamento (CE) 2092/1991). No obstante, fijaba un plazo de adecuación de seis meses a aquellas empresas que tuvieran registradas su denominación antes de la publicación en el año 1991 de la regulación Europea. (En la práctica sólo una gran empresa de productos lácteos podía acogerse a este plazo que ha expirado a finales de Junio de este año.)

Ya en el año 1999, la Unión Europea ratificó con la publicación del reglamento (CE) 1804/1999, que los términos Biológico y Ecológico así como los vocablos Bio y Eco estaban reservados para su uso en la identificación de los productos, bajo los criterios y exigencias de la agricultura y ganadería ecológicas. Un sistema de producción de alimentos de calidad que se esfuerza en la protección del medio ambiente, el bienestar animal y sin utilizar agroquímicos o variedades modificadas genéticamente.

En los primeros días de este mes de Julio, desde la Asociación CAAE se ha llevado a cabo un seguimiento de los establecimientos comerciales en sus diferentes formatos, híper, súper y tiendas de alimentación.

Así, se ha podido comprobar cómo existen aún un gran número de referencias de derivados lácteos (postres y yogures), zumos, refrescos, ahumados y alimentos dietéticos que todavía conservan en su identificación el término Bio sin cumplir los preceptos de la normativa comunitaria que regula a los productos ecológicos.

Son productos, que por tanto, siguen beneficiándose del marchamo comercial de la denominación bio en perjuicio de los auténticos productos ecológicos que además de soportar los controles y exigencias por parte de los organismos de certificación oficiales, han de convivir en los lineales con los falsos bio, provocando la confusión del consumidor.