Litoral de Granada contará con tercer gran arrecife artificial
La costa de Granada contará con el que será su tercer gran arrecife artificial, un proyecto impulsado por la Consejería de Agricultura y presupuestado en tres millones de euros que protegerá los recursos pesqueros de la zona frente a prácticas como el arrastre y conservará especies allí instaladas.
El arrecife, cuyo coste será subvencionado al 75 por ciento con fondos europeos, se ubicará en la franja marítima, de unos cinco kilómetros, comprendida entre Calahonda y el Tajo de los Justos, en Castell de Ferro, una zona reconocida por la Junta como lugar de interés comunitario, informó a Efe la Delegación de Agricultura y Pesca.
Se trata del tercer gran bloque de arrecife artificial de la provincia de Granada, junto a los ya instalados en Salobreña y en la zona comprendida entre Torre Melicena y Castillos de Baños, con dos módulos cada uno.
La Delegación de Agricultura y Pesca trabaja en la actualidad en la redacción del proyecto, que concluirá previsiblemente a finales del próximo septiembre o principios de octubre, según las fuentes.
Una vez concluido el proyecto se someterá a información pública para su posterior salida a concurso, según las fuentes, que consideraron que el arrecife podría quedar instalado la próxima primavera.
La estructura, que se ubicará a una profundidad de entre 15 y 45 metros, cumplirá una doble función desde la perspectiva pesquera: proteger los recursos pesqueros de la zona frente a prácticas como el arrastre y producir a su vez otros recursos para beneficiar a modalidades de pesca 'menos agresivas' como el cerco o la artesanal.
El arrecife artificial pretende también, desde un punto de vista medioambiental, fomentar la conservación de hábitats instalados en la zona como las praderas de posidonia, que pueden verse afectadas por la pesca de arrastre, más agresiva con los fondos marinos.
La instalación del arrecife permitirá también fomentar el incremento de especies ligadas a los fondos próximos a la costa, como el salmonete, pulpos, sargos, pargos y lubinas, entre otras.
El sector pesquero de la provincia ya ha manifestado su connivencia con el proyecto porque permitirá la recuperación y regeneración de los caladeros, según la Delegación de Agricultura.
En la franja seleccionada para su instalación, el proyecto prevé la instalación de entre seis y ocho barreras perpendiculares a la línea de costa y entre diez y quince módulos de producción.
La zona de instalación del arrecife será también objeto de un seguimiento científico, de al menos cinco años de duración desde la finalización de las obras, para evaluar su incidencia en la zona en cuanto a colonización de especies y eficacia de los módulos frente al arrastre, entre otras cuestiones
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