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El Ayuntamiento de Motril ultima una ordenanza contra el vandalismo que aplicará antes de final de año

El teniente de alcalde de Turismo y Seguridad Ciudadana, José Carlos López Pérez, informó hoy de que el Ayuntamiento motrileño ultima una ordenanza municipal reguladora de la protección de la convivencia ciudadana y prevención del vandalismo en espacios públicos que comenzará a aplicarse antes de final de año.

La ordenanza, que en estos momentos se encuentra en fase de estudio por los grupos que forman el Gobierno municipal, prevé multas económicas por ruidos, destrozos de papeleras, rotura de árboles o pintadas en monumentos o paredes.

López Pérez ha destacado actuaciones realizadas hasta el momento por su área como controles diarios de ciclomotores y de vehículos; la puesta en marcha de medidas de disuasión del ‘botellón’; la adopción de medidas para garantizar el estricto cumplimiento del horario de cierre de establecimientos; y la tramitación de denuncias e imposición de sanciones por todos los incumplimiento al ‘Protocolo de actuación de ruidos de vehículos automóviles’, tanto en lo referente a circular con el llamado ‘escape libre o deteriorado’ o sin el preceptivo silenciador como en el uso de bocinas o aparatos de radio que generen molestias a los vecinos.

Exposición de motivos

En la exposición de motivos de la ‘Ordenanza contra el vandalismo’ se señala que existen en la ciudad colectivos minoritarios "pocos respetuosos con el medio urbano y con el resto de los ciudadanos" que causan daños en el mobiliario urbano "que suponen unos gastos de reparación importante", por lo que es decisión de este ayuntamiento "procurar que disminuyan y sean eliminados los actos vandálicos". La ordenanza contra el vandalismo que prepara el Ayuntamiento de Motril prevé multar a quien le prenda fuego a un contenedor, haga explotar petardos o realice pintadas.

La intención es "acabar con la sensación de impunidad que existe hoy hacia los autores de actos vandálicos, que cuestan anualmente al gobierno municipal miles de euros", informan desde el consistorio.

Como se señala en el texto de la ordenanza, “estos gastos de reparación –cada vez más importantes- distraen la dedicación de recursos municipales a otras finalidades y, que al tener que ser afrontados por el Ayuntamiento, se sufragan en realidad por todos los ciudadanos”.

El borrador sobre el que se ha trabajado en las últimas semanas consideraba objeto de esta norma todos los bienes del Ayuntamiento (desde parques, puentes, aparcamientos y plazas a fuente, estatuas, farolas, bancos, árboles, papeleras y señales de tráfico) así como las instalaciones que conforman el patrimonio urbanístico y arquitectónico de la ciudad (mercados, museos, colegios públicos, cementerios, centros deportivos y culturales).

Se incluyen como conductas poco cívicas "escupir y satisfacer las necesidades fisiológicas en la vía pública", no respetar el descanso de los vecinos y la producción de ruidos que alteren la normal convivencia. El infractor, además de pagar la multa, tendrá que abonar la reparación de lo que haya roto.

En el caso de menores, la responsabilidad recaerá en los padres, pero podrán solicitar la sustitución de las multas por trabajos comunitarios. Con estas sanciones económicas se pretende también implicar a los padres en el fomento de actitudes cívicas y de respecto a la normas elementales de convivencia en sus hijos, aseguran desde el ayuntamiento.

"El repunte de algunos tipos de actos vandálicos en los últimos meses ha llevado al gobierno municipal a sacar adelante esta norma. Además de proteger los bienes públicos, el Ayuntamiento se reserva el derecho de multar los ataques contra las fachadas de edificios y otros elementos urbanísticos y arquitectónicos de titularidad pública o privada", como portales, galerías comerciales, solares, patios y los escaparates de las tiendas. La graduación de las sanciones (leves, graves y muy graves) se aplicará atendiendo a la reiteración de infracciones, la existencia de intencionalidad, la trascendencia social de los hechos o la gravedad y naturaleza de las daños causados.

Con relación a la convivencia, el responsable municipal espera que la ‘Ordenanza contra el vandalismo’ logre erradicar “comportamientos con los que la ciudad de Motril va a tener a partir de ahora tolerancia cero”.

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