Dos policías locales y un vecino de Calahonda salvan la vida de un paracaidista-surfista que quedó atrapado con sus cuerdas
Dos agentes de la Policía Local de Motril y un vecino de la localidad de Calahonda salvaron ayer la vida de un súbdito alemán que practicaba sky surfing (modalidad de paracaidismo acrobático que se realiza con una tabla de surf) en la playa de Carchuna y que a punto estuvo de ahogarse al quedar atrapado con las cuerdas del paracaídas en el fondo rocoso del mar.
Se da la circunstancia de que los dos mismos agentes habían participado momentos antes en el salvamento de una mujer rumana inconsciente a la que hubo que trasladar de urgencia al Hospital de Motril.
El accidente se produjo a últimas horas de la tarde de ayer cuando la patrulla de Carchuna-Calahonda recibió aviso para acudir a la playa, frente al camping Don Cactus, donde un súbdito alemán, que se encontraba realizando deportes acuáticos, se estaba ahogando. Aunque se dio aviso urgente a Salvamento Marítimo, los dos agentes fueron los primeros en llegar al lugar del suceso y consiguieron a duras penas divisar al alemán debido a la poca luz existente en ese momento.
El surfista se encontraba a unos cincuenta metros de la orilla, sin posibilidad de nadar, al haber quedado enganchadas al fondo rocoso las cuerdas con las que se componen los utensilios necesarios para esa práctica. Tenía también atrapada la mano izquierda, lo que imposibilitaba su movimiento.
Una vez en la orilla, los agentes y un vecino de Calahonda, cuya identidad responde a las iniciales F. M. C., se adentraron en el mar para auxiliar al accidentado. El forcejeo de los agentes y de F. M. C. consiguió soltar las cuerdas y liberar así al surfista que, inmediatamente, fue arrastrado hacia la orilla por los tres hombres.
Con ayuda de una navaja, los agentes consiguieron soltar las cuerdas que aún mantenían maniatado al accidentado que, pese a encontrarse en estado de shock, estaba consciente y se negó en todo momento a la asistencia médica ofrecida por los agentes. El surfista quedó al cuidado de su mujer, que consiguió tranquilizarlo después de la angustiosa experiencia, y volvió a negarse a recibir la asistencia médica que los agentes le habían ofrecido de nuevo. Gracias a la rápida y eficaz actuación de los policías y al valor demostrado por el vecino de Calahonda, el incidente concluyó sin que hubiera que lamentar mayor pérdida que los enseres personales de los agentes que quedaron inservibles.
Horas antes, estos dos mismos agentes habían practicado los primeros auxilios a una mujer rumana inconsciente en la calle Fragata Cervantes de Calahonda. La mujer, cuya identidad se corresponde con las iniciales M. S., estaba siendo trasladada en esos momentos en brazos por un vecino de la localidad, por lo que los agentes procedieron a ayudar al ciudadano para intentar reanimarla.
Al no responder a la reanimación y no conseguir encontrarle el pulso, los agentes optaron por trasladarla urgentemente al Hospital Santa Ana de Motril, utilizando para ello el vehículo particular del mismo vecino que había encontrado a la mujer. Los agentes escoltaron a M. S. hasta su llegada al centro hospitalario, donde ingresó inconsciente y con las constantes vitales bajas. Horas después, la mujer fue dada de alta y se marchó por su propio pie.
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