El defensor del Pueblo Andaluz mediará para que vuelva a Albuñol el parroco Gabriel Catillo
El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, aseguró hoy que intentará mediar entre los vecinos del pueblo de Albuñol (Granada) que protestan por la decisión del Arzobispado de trasladar a su párroco Gabriel Castillo y dicha institución religiosa, para que el sacerdote no tenga que marcharse de la localidad, si bien añadió que lo ve "complicado".
En declaraciones a Europa Press, Chamizo señaló que tiene concertada con los vecinos de este municipio, --algunos de ellos en huelga de hambre--, una reunión a principios de septiembre para tratar este tema. Si bien, añadió que en dicho encuentro les mostrará su "solidaridad" por el agravio que para ellos supone la marcha de un párroco, "que creen que es necesario para su comunidad".
En esta línea, el Defensor indicó que, aunque quiera ayudar en esta situación, ésta no encuentra dentro de sus competencias, ya que, según dijo, "no estamos hablando de una institución que esté infringiendo ninguna normativa sino que la Iglesia actúa desde su poder independiente". "Aunque yo intente mediar, creo que el Arzobispado ya tiene tomada esta decisión en firme", agregó.
Así, en protesta por la próxima marcha de este párroco, nueve personas de la localidad, que oscilan entre los 23 y los 50 años, decidieron convocar una huelga de hambre de carácter "indefinido" desde el pasado sábado por la tarde, por lo que sólo se alimentan a base de agua con limón y otras bebidas como el 'Aquarius', según informó a Europa Press una de las portavoces de la plataforma de vecinos opuesta a la marcha de Castillo.
La propia Custodia Manzano, que secunda la huelga, es la que tiene más problemas de salud aunque aseguró que es "mujer fuerte" y que permanecerá en esta situación hasta que el Arzobispo les explique el por qué del traslado de Castillo "que ha hecho mucho por los más desfavorecidos del pueblo y ha acercado la Iglesia a la juventud", a pesar de que el propio párroco les haya pedido que desistan en su empeño.
Manzano informó de que el estado de ánimo de los vecinos "está decayendo" ante la "impotencia" que sienten por la situación, si bien consideró que "es lo último" que les queda por hacer, después de llevar manifestándose durante todo el mes desde la puerta de la iglesia.
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