SALOBREÑA INSTALARÁ UN DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO EN EL PABELLÓN DEPORTIVO

La Villa se suma así a la tendencia actual de instalar este tipo de aparatos en lugares de concurrencia pública e instalaciones deportivas. 

Cuando una persona sufre un infarto, la probabilidad de supervivencia se reduce entre un 7 y un 10% cada minuto que pasa sin que reciba una desfibrilación. Las máximas posibilidades de superarlo se sitúan dentro de los 4 minutos inmediatamente posteriores al ataque.

Se calcula que podrían salvarse hasta 100.000 vidas anuales si se expandiese el uso de desfibriladores. “Con más de 25.000 usuarios al año en el complejo deportivo Los Trances, y teniendo en cuenta el riesgo cardiovascular por la actividad deportiva, hemos decidido instalar este equipo siguiendo las últimas recomendaciones en prevención de accidentes deportivos. Así lo exponía Miguel Castaño, concejal de deportes del Ayuntamiento de Salobreña, tras la compra de un desfibrilador automático y portátil, Reanibex 200 (Bexen), que será instalado en breve. Además, los técnicos de deportes recibirán un breve cursillo para su utilización. 

Cuando los músculos del corazón se colapsan por algún motivo, el riesgo de muerte súbita cardiaca adquiere muchas probabilidades de convertirse en realidad. Tras la aparición de los primeros síntomas, normalmente en la hora previa, es imprescindible acudir a servicios médicos de urgencias. Si no es posible,  la existencia cercana de un desfibrilador es la mejor opción. Desde hace dos años los grandes centros públicos de algunas comunidades autónomas han incorporado este dispositivo. Gracias a él se rescatan de la muerte a unas 6.000 personas por año.

El Desfibrilador Externo Automático (DEA) es un aparato electrónico portátil que diagnostica y trata la parada cardiorrespiratoria cuando es debida a la Fibrilación Ventricular (en que el corazón tiene actividad eléctrica pero sin efectividad mecánica), o a una Taquicardia Ventricular sin pulso (en que hay actividad eléctrica y en este caso el bombeo sanguíneo es ineficaz), restableciendo un ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente.

 La desfibrilación consiste en emitir un impulso de corriente continua al corazón, despolarizando simultáneamente todas las células miocárdicas, pudiendo retomar su ritmo eléctrico normal u otro eficaz. La Fibrilación Ventricular es la causa más frecuente de muerte súbita. El DEA completamente automático que esta pensado para ser utilizado por personal no sanitario, de tal forma que siguiendo sus instrucciones se colocan los electrodos en el paciente, y el aparato, tras determinar el tipo de ritmo cardiaco, aconseja a los asistentes separarse para emitir la descarga eléctrica, o bien, aconseja realizar compresiones torácicas.

 

En los países desarrollados la tendencia es colocarlos en lugares concurridos para evitar los episodios de muerte súbita, dado que su efectividad es máxima en el momento inicial, disminuyendo rápidamente en los minutos sucesivos.

La desfibrilación precoz, en los 3-5 minutos del colapso puede producir tasas de supervivencia entre el 49-75%. Cada minuto de retraso en la desfibrilación reduce la probabilidad de supervivencia  en un 7-10%. De ahí la importancia de la existencia de programas de desfibrilación de acceso público, en lugares con una probabilidad de  por lo menos una vez cada dos años, como en aeropuertos, instalaciones deportivas, casinos y otros lugares concurridos.