El Granada 74 vence su primera gran final del año
AS.- E, Arbol.-La parte baja de la clasificación asusta a todos los equipos. Anoche, el Escribano Castilla se convirtió en un escenario donde se representaron momentos de ansiedad y nervios, de crispación... De necesidad de ganar, en una palabra. Cuando un equipo se asoma a los infiernos de la tabla clasificatoria parece que ha perdido su identidad, como si no supiera hacer nada de lo que ha estado ensayando durante meses.
El primer periodo fue extraordinariamente malo. Carente de fútbol, apenas fue posible presenciar una jugada hilvanada con tres o más toques. Sólo en el ultimo tramo del primer periodo ambos equipos pudieron desnivelar el marcador. El 74, por medio de Javi Guerra y Juanlu, ambos a centro de Luque. Y el Albacete, con un lanzamiento de Barquero que detuvo Jaime.
La segunda mitad debía desenmascarar las verdaderas intenciones de unos y otros. Necesitaban como fuera sacar los tres puntos. El Albacete enseñó las uñas con una falta de Baggio que salió fuera y, después, con un lanzamiento de Ferrón al lateral de la red. Mientras el colegiado continuaba con su particular espectáculo y el público acontecía nervioso el empate a cero, Tapia tuvo la claridad suficiente para darse cuenta de que la clave estaba en el banquillo y se llamaba Carlos Aranda. Con su mera presencia, el malagueño fue capaz de poner en serios apuros a la zaga manchega y cuando contaba con la pelota era sinónimo de peligro. Un servicio del ariete lo recogió Criado y de un fuerte disparo mandó el balón al fondo de las mallas. Fue suficiente.
Tapia: "Nos permite salir de abajo"
"Este es un triunfo moral. Nos ha costado mucho sacar la victoria pero estoy contento porque nos permite salir de la parte baja. Estoy deseando contar con toda la plantilla".
Hernández: "No rubricamos nuestro trabajo"
"Hemos hecho un buen trabajo pero no podemos rubricarlo de medio campo hacia arriba. Tenemos ese problema. Este es un campo más de la categoría como otro cualquiera. No es excusa".
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