Muchos de ellos no pagan cuota, otros se la abona el entrenador de turno y el resto se busca una solución. Lo importante es que el chaval que promete se apuesta por él. “Aquí creamos jugadores. Los hacemos para competir”, decía Francisco Navarro.

Competir sí, pero el club lleva como lema algo más elevado que lo puramente deportivo, lo que más le importa es la integración social a través del deporte...y además los estudios y la educación deportiva.

Todos sus entrenadores aportan este valor añadido a una juventud que posiblemente se vea en lo más alto de fútbol el día de mañana.

Francisco Navarro dice que ha visto a lo largo de 30 años cuando menos 40 jugadores llegaron a ser profesionales en equipos de primera, segunda y tercera división.

Cuando el AT de Madrid firmó la filialidad con La Mojonera dijo que si en 5 años salía un jugador para el equipo colchonero ya se podría considerar un éxito. Una cifra que se ha visto superada ya que en 4 temporadas La Mojonera le ha dado 3 jugadores.

Hoy en el Poniente almeriense La Mojonera no sólo es un equipo respetado sino codiciado por todo aquel que desea encontrar el camino de la evolución.