Diario de Sevilla.- Pese a su juventud, Juande ya se ha ganado un peso dentro del vestuario · El motrileño esboza su idea de club, a la vez que confía en ganarse un sitio en este nuevo Betis de Mel.
-Su final de temporada fue magnífico. ¿Se mira en ese espejo para esta temporada?
-Con el anterior entrenador es cierto que me fue muy bien al final, cuando tuve el tobillo recuperado. Pude responder en esos seis partidos. Ésa es la línea a seguir, pero no en sólo seis partidos sino en 42.
-¿Le puede beneficiar que la filosofía del nuevo técnico es parecida a la del anterior?
-Hay que demostrar que el Betis es un equipo importante y no sólo importa conseguir los puntos sino que se haga buen juego y que se haga disfrutar. Ésa filosofía pasa por tener el balón y conseguir un buen bloque. A mí me gusta ese estilo, pero tampoco lo señalaría como un beneficio.
-Es una pregunta típica de estas fechas, pero viene al caso. ¿Siente que éste debe ser su año?
-Ya superé la presión de estrenarme, de saltar a un campo, de poder jugar con desparpajo... No sólo depende de mí, pero que no me escapen las oportunidades que tenga sí depende de lo que yo haga. No es que se diga que debe ser mi año, pero sí quiero competir todo lo que pueda. Puede haber partidos malos, pero lo principal es que el equipo esté bien y que yo pueda ayudar en lo máximo posible.
-La plantilla pretende quedarse al margen de lo extradeportivo, ¿pero es posible aislarse?
-Es fácil trabajar, porque piensas en los partidos, en ponerte en forma, en ganarte la confianza del míster para la temporada. Pero no es sencillo cuando terminas. A nadie le gusta este ambiente, que no beneficia en nada. A todos nos gustaría tener un club familiar, con buena relación con los compañeros y entre todos. Con la afición que tenemos y lo que significa el Betis sería lo ideal. A nosotros nos gustaría un club más unido, en el que no hubiera tantos escalones para hablar con los que mandan. Que se digan las cosas a la cara, que se diga la verdad y que nos ayuden a los jugadores, que al final un equipo es lo que hagamos nosotros.
-¿Cómo se ve en el vestuario, y más siendo su caso el de un canterano, la entrada de Gordillo?
-Supongo que si ha aceptado con lo que simboliza para este club es para hacerlo lo mejor posible para el Betis. Él conoce lo que es esta casa y querrá que todo empiece a normalizarse para que el Betis se ponga donde merece.
-¿Lo conoce personalmente?
-Sé lo que representa y lo que es para este equipo, pero no lo conozco personalmente. Capi sólo me daba el año pasado buenas palabras de él y sus palabras tienen mucho crédito para mí. Lo que diga Capi tiene fiabilidad.
-Cambiando de lío, vaya la que hay montada con el Hércules...
-Lo fundamental, partiendo de la presunción de inocencia, es que se llegue hasta el final del asunto. El fin no justifica los medios y si la cosa fue así lo correcto es que se pague. Hay un ejemplo muy claro en Italia, donde a la Juventus, un equipo que es como el Madrid aquí, no se dudó en hacérselo pagar. Hay equipos chicos, con economías pequeñas, que no pueden competir con eso en lo deportivo. Eso es lo único que estamos pidiendo.
-Regresando a lo deportivo, ¿qué tal lleva estas semanas de trabajo con el nuevo técnico?
-Lo primero que hizo, con la cabeza visible de Oliver, fue tranquilizarnos y pedirnos que nos centráramos en lo deportivo. A partir de ahí, prefiero no opinar sobre los entrenadores. Se está viendo que nos entrenamos con intensidad y existe una buena dinámica. Al final lo importante será que se triunfe con ella.
-Pero el método sí es distinto, con más balón en cada sesión.
-Siempre se necesita tener un buen fondo físico, y para eso realizamos las series de 1.000 metros, pero se le está otorgando importancia a la pelota. Es el estilo del que hablábamos antes. Y es que al Betis, aunque no lo quisiéramos, los rivales nos darían el balón para esperarnos encerrados. Así que nuestro mejor arma debe partir del balón y crear peligro desde ahí.
-Con la experiencia del año pasado, ¿habéis comentado la importancia de empezar el campeonato con fuerza?
-No es que se haya hablado en el vestuario, pero tenemos un año más de experiencia. La irregular primera vuelta que hicimos nos costó caro y sólo con haberla mejorado hubiéramos tenido otro final. Ahora sabemos que hay que empezar fuerte y también mantenerse, que el camino es muy largo. Hay que empezar cogiendo puntos para ganar confianza y empujar a la afición como ocurrió al final de la temporada. Fue la mayor unión de los últimos años y se marcó el camino a seguir.
-Vamos, que habéis aprendido de los errores...
-Tenemos el ejemplo y la experiencia para no caer en el error, que incluso sería más grave por reincidente. Fuera no puntuábamos y luego en la segunda vuelta no perdíamos. Hay que buscar un punto intermedio, aun sabiendo que puedan llegar malas rachas.
-Decía Arzu hace unos días que la afición debe entender que ahora es más importante que nunca. ¿Lanzaría algún mensaje para la gente?
-Desde fuera se ven otras cosas, se habla de que por ejemplo el otro día estábamos en el spa y no trabajamos, y no es así. Es cierto que en muchos partidos no estuvimos bien y lo reconozco, pero no todo es tan bonito como se puede ver. Dentro también se pasa mal, las cosas son complicadas, pero tampoco le podemos pedir nada a la afición porque ya le debemos demasiado.
-Pero si le gustaría contar con ese respaldo del que me hablaba antes desde el inicio...
-Sería lo ideal. El ejemplo te lo pongo con Damià, que cuando se ha ido nos ha comentado que lo más impactante que ha vivido en el Betis en los años que ha estado han sido los dos últimos meses, por la ilusión que la gente nos transmitía. Eso es lo que al final te llevas. En esos últimos meses me sentía futbolista, con un equipo donde había comunión entre todos. Ojalá pueda ocurrir desde el comienzo.
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