Salobreña recupera los antiguos valores del IBI para las segundas residencias

Salobreña vuelve al tipo impositivo del IBI del 0,65 de todas las unidades urbanas del Municipio, tras la medida coyuntural del año 2010  que le llevó a  aplicar el 1,10 para las segundas residencias. 

Así lo ha aprobado hoy el Pleno del Ayuntamiento, con la abstención del PSA, lo que ha permitido, según el concejal de Economía y Hacienda, Juan de Dios Márquez, depurar el padrón, actualizando todos los datos urbanísticos además de sanear las arcas municipales con unos ingresos estimados de aproximadamente de un millón de euros.

El concejal se ha negado en rotundo a realizar una ponencia de valores, como viene solicitando el PSOE, ya que esta medida “es una temeridad” en estos momentos de crisis que vivimos, defiendo sin embargo la iniciativa tomada hace un año como la menos perjudicial, ya que grava en teoría a los que tienen más poder adquisitivo.

El edil que ya anunció en su día que era una medida coyuntural, solo para este año, ha defendido la vuelta a los antiguos tipos impositivos, anunciando que una vez equilibrado el presupuesto, se seguirán buscando fórmulas para poder hacer frente a las necesidades de la Villa, como la actualización del catastro o los ingresos de proyectos como la residencia de mayores de Lobres.

“Aunque ha sido una medida difícil, declaraba Márquez, hemos sido pioneros y valientes al tomarla, ya que lo que intentamos impedir por todos los medios es una ponencia de valores, que si perjudicaría gravemente la economía de todos los vecinos de Salobreña.

El edil también ha negado que, como argumentaba el PSOE, se haya echado para atrás por la presión vecinal o política. “Estamos  cumpliendo con  lo que dijimos, que era coyuntural porque nuestro objetivo es mantener la presión fiscal lo más baja posible. 

Por otro lado el pleno por unanimidad va a reclamar al Ministerio de Fomento los casi 600.000 euros que le debe por el pago de las indemnizaciones e intereses de demora de la expropiación que en su día hiciese de los terrenos municipales para la construcción de la A-7. Un dinero, explicaba Márquez, que el Ayuntamiento necesita y que es una medida más para poder equilibrar el presupuesto municipal sin tener que subir los impuestos.