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Francisco Márquez Ojeda un sindicalista motrileño, poeta, inventor y jubilado

Francisco Márquez Ojeda un sindicalista motrileño, poeta, inventor y jubilado

Foto: Motril@Digital

Francisco Márquez Ojeda tiene 76 años. El ser autodidacta se ha convertido en un estilo de vida. Nació en Africa en la Villa de Nador cuando entonces era protectorado español. Después se marcharía a Cataluña como un inmigrante más y allí se cualificó y desarrolló su vida profesional y personal. 

Con los años se vino a Motril a trabajar a Torras Papel, entonces Pamesa, y aquí casado y con dos hijos se jubiló. Como secretario general de la UGT contribuyó a que Motril se paralizara en el 86 con motivo de la huelga general. 

No llegó a terminar los estudios primarios y sin embargo lleva escritos ya dos libros de poesía. Una poesía naif, con un contenido muy actual y muy a nivel de calle. Todo un juglar del siglo XXI. A veces muestra un fino acento crítico que en algún verso se hace demoledor. Su último libro se titula “Vivencias”. “Sentimiento” se llama el poema que dice:

Un sentimiento me embarga / cuando veo a mis nietos, que la / vida a mi me amarga, por ver / su futuro incierto. 

Se está perdiendo el respeto / entre la clase política, incluso a / lo que está bien hecho, hasta/ eso se critica. 

Lo negro se hace blanco / participando los medios, se han / dividido en bandos, sin poner a / esto remedio. 

Medios que son los guardianes, / de investigar los hechos y de publicar / todo por derecho / donde están esos desmanes. 

Siendo totalmente neutrales en / publicar cualquier hecho, y / siendo así leales,/ al estado de / Derecho. 

Además de la vena poética, Francisco Márquez ha inventado un asador que elimina el olor que deja la sardina asada. También se puede utilizar para cualquier otro producto. El invento lo tiene patentizado y quiere donar su valor económico a una ONG. Consta de una bandeja inoxidable donde van las resistencias de 2.500 vatios y de ella salen dos parrillas en vertical y paralelas para sujetar el pescado. “El asador logra su objetivo, asar sin olor” así de categórico lo afirmaba a Motril@Digital.

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