El curso de Conflictos de Familia y Derecho ha sido uno de lo más valorados por los profesionales del gremio
La concejala de Mujer del Ayuntamiento de Motril, Inmaculada Torres, ha hecho un positivo balance del curso Conflictos de Familia y Derecho que contó con la participación de 82 personas. Este curso de extensión Universitaria organizado por el Centro Asociado de la UNED y el Consejo de Mujer, ha sido uno de los mejor valorados dentro de este tipo de formación.
A lo largo de este curso se han abordado temas de gran actualidad relacionados con las principales materias que supone una situación de conflicto en el ámbito familiar.Inmaculada Torres ha señalado que “iniciativas de este tipo son especialmente importantes, porque por un lado constituyen un espacio común donde se unen universidad, movimiento asociativo, profesionales implicados y población interesada; por otro, supone indagar en la investigación y los avances de cada materia tratada.
La especialización es hoy en día un aspecto básico en el tratamiento de la información, la formación y la práctica profesional, y estos cursos son ejemplo de ello”.
Los intereses universales de los menores, las situaciones donde existe violencia de género, las problemáticas asociadas en la custodia, los nuevos conceptos o etiquetas diagnósticas, los recursos de reciente creación o el papel de profesionales especializados en mediación o resolución de conflictos han sido puntos clave de este curso, y han sido tratados por especialistas de primer orden que trabajan de forma directa en estos temas.
Otro de los aspectos a resaltar y que han enriquecido especialmente esta acción formativa, ha sido el alumnado participante, que han constituido un auténtico foro multidisciplinar uniendo el ámbito universitario, con profesionales procedentes del mundo del derecho, las ciencias sociales, las fuerzas de seguridad, entre otras, así como las personas que viven de primera mano estas situaciones de conflictos.
En definitiva, el curso ha sido un elemento clave para el éxito del curso, y constituye un ejemplo de buenas prácticas de acercamiento de la realidad social y profesional a la universidad.
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