"Que tiempo tan feliz..." por Motril@Digital

Fin de año 2010 en Salobreña (Motril@Digital)

La maldita crisis económica que vive el mundo mundial ha marcado para mucha gente de nuestro entorno bajar tropecientos peldaños en su calidad de vida. Y lo peor es que ni los más entendidos saben cuando vamos a salir del pozo.

El paro sigue su línea ascendente y los que están en él se sienten como atrapados en arenas movedizas que no sólo no los deja salir sino que los engulle aún más.

No hay dinero. Las administraciones están a dos velas y junto a ellas navegan en el mismo barco de la miseria las entidades financieras enarbolando la bandera de la mezquindad. No dan “un duro”. Para pedirles un préstamo hay que ser hijo de Dios y que este haga unos cuantos milagros para saber si sigue todavía en forma.

Nuestros autónomos y pequeños empresarios lo están pasando canuta. Muchos han claudicado con las botas puestas. Otros se resisten por aquello de que Dios concede la victoria a la constancia.

La verdad es que  nuestros políticos hacen lo que pueden. Los que están en el poder encaje de bolillo y los que se colocan en la oposición nos dan ánimo jurando a pie juntilla de que tienen  la barita de Harry Potter para arreglar la cosa.

Y como estamos en época de perro flaco con pulgas nos toca conjugar el verbo recortar en todos sus tiempos hasta que adquiramos la imagen de un guarda pavos.

Hay quienes dicen que en las grandes crisis el corazón se curte si antes no le ha dado un infarto, claro.

Y como de pan y cebolla no se vive, hasta el amor en pareja se ha venido abajo. Ya lo dice el refranero, “cuando el hambre entra por la puerta el amor sale por la ventana”. “El amor con hambre dura menos que un calambre”. Y qué es el amor sino “una amistad con muchos momentos eróticos”, diría más de uno para resignarse.

Ya lo dijo Pepe Luís, “la economía es un estado de ánimo”. Y Mariano le respondió “pues ánimo que las cosas pueden empeorar”. Ante esta situación sólo nos queda recibir el año 2011 con el mensaje del pesimista “ Aviso a toda la poblacion: el simulacro de paz y amor ha finalizado. Guarden los langostinos, insulte a sus suegros y cuñados y disuelvanse. ¡Feliz Año Nuevo!”