Lújar tendrá este verano un centro multiaventura para reavivar el turismo
Granada Hoy.- En la década de los 70 había tres hoteles en Castell de Ferro. El turismo, junto con la agricultura y la pesca, conformaban los pilares económicos, y el posterior auge de los invernaderos contribuyó al despegue definitivo de esta actividad convirtiendo el cultivo bajo plástico en el elemento clave del desarrollo empresarial de la comarca. Los otros sectores quedaron definitivamente superados e incluso los dueños de los establecimientos hosteleros vendieron estos inmuebles para construir invernaderos.
Ahora, Antonio Jódar, un vecino de Cambriles, barrio que tiene la particularidad de pertenecer a dos municipios (Castell de Ferro y Lújar) pertenece a un grupo de empresarios empeñados en recuperar el terreno perdido y poner en valor el potencial turístico de la zona.
"Desde Calahonda hasta La Mamola, la costa granadina acumula un gran número de calas y playas vírgenes como La Rijana, de extraordinaria belleza y un gran interés biológico, hasta el punto que se está estudiando otorgarle la condición de espacio protegido como Maro-Cerro Gordo en La Herradura, si a ello se le añade la cercanía de Sierra Lújar, el potencial es enorme y al mismo tiempo muy desconocido", explica Antonio Jódar. El empresario va a poner en marcha Logística Aquamarina, un negocio que superará al típico club de buceo, ya que organizará actividades recreativas y de ocio en contacto con la naturaleza que permitan al visitante profundizar en los recursos naturales de la zona. En concreto, sus clientes podrán practicar hasta 15 modalidades deportivas.
La subvención que la Consejería de Turismo le ha otorgado a través de la ITS (Iniciativa de Turismo Sostenible) de la Costa Tropical ha sido el espaldarazo definitivo que necesitaba. El proyecto cuenta con un presupuesto de 146.000 euros que para él, como único inversor era un pico difícil de superar. La ayuda del Gobierno andaluz alcanza un 40% y a ello hay que sumar la adquisición del local, 38.300 euros irán destinados a habilitarlo, 69.834 a la compra de una embarcación y 8.930 a equipamiento de buceo.
"El proyecto está diseñado para un tipo de cliente, el turista de buceo, que quiere sentir emociones, compartir experiencias de aventura y deportivas con familiares y amigos y conocer lugares distintos, para ello cuando sale de casa prepara la cartera con un dinero para que destinará al instructor de buceo, otro para alojamiento y desplazamiento y otro tanto para lo que surja, que para este tipo de personas lo que surja es mucho".
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