Junta subvenciona con 100.000 euros a la UNED para que haga accesibles sus centros de Algeciras, Córdoba, Baza y Motril

Los estudios más demandados por estos alumnos son, en primer lugar, Derecho, seguido de Psicología e Idiomas. Por provincias, los centros con más alumnado con discapacidad son los de Málaga (260), Cádiz (214), Sevilla (211), Córdoba (83) y Motril (80).

La Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta de Andalucía va a otorgar un total de 100.000 euros a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) para que elimine las barreras arquitectónicas de sus centros asociados de Algeciras, Córdoba, Baza y Motril y, por tanto, los haga completamente accesibles a las personas con discapacidad.

 Así figura en el convenio de colaboración que han suscrito este jueves en Sevilla la consejera del ramo, Micaela Navarro, y el rector de la UNED, Juan Antonio Gimeno Ullastre, quien ha agradecido a la Administración autonómica su "compromiso" con la educación, sobre todo, "en estos tiempos de crisis".

Con los 100.000 euros de subvención, la UNED podrá ejecutar el 93,5 por ciento de su proyecto de accesibilidad, del que se beneficiarán los más de 1.100 alumnos andaluces con discapacidad que se encuentran matriculados en los centros andaluces de esta Universidad. De ellos, 582 son hombres y 538 mujeres y un 60 por ciento tiene discapacidad física; un 20 por ciento, intelectual; un once por ciento, visual, y un ocho por ciento, auditiva.

Los estudios más demandados por estos alumnos son, en primer lugar, Derecho, seguido de Psicología e Idiomas. Por provincias, los centros con más alumnado con discapacidad son los de Málaga (260), Cádiz (214), Sevilla (211), Córdoba (83) y Motril (80).

Según ha indicado Navarro, este convenio de colaboración --que ya se ha firmado con anterioridad con el resto de universidades públicas andaluzas-- servirá para continuar "sumando esfuerzos" para conseguir la igualdad efectiva entre todas las personas. Para ello, no obstante, según ha advertido la consejera, hay que eliminar no sólo las barreas físicas, sino también las del lenguaje y las de la formación, favoreciendo una "atención personalizada" para el alumnado con discapacidad.