Almuñécar solicita la recuperación del Cuartel de la Guardia Civil para Almuñécar

Juan José Ruiz Joya, Tte. Alcalde de La Herradura y Delegado de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Almuñécar, ha remitido un escrito a la Dirección General de la Guardia Civil, para solicitar el inicio de los trámites pertinentes, “para volver a contar con unas nuevas dependencias de la Guardia Civil con carácter permanente en La Herradura, tal y  como ha venido ocurriendo en los últimos 172 años”. 

Ruiz Joya afirma tener conocimiento de que los Guardias Civiles que estaban destinados y adscritos al acuartelamiento de La Herradura, debido a la falta de unas dependencias están realizando su labor en el Cuartel de Almuñécar, por lo que “considero prioritario realizar todas aquellas gestiones que sean necesarias para contar de nuevo con ello”. 

El Tte. Alcalde herradureño traslada esta petición “para intentar llegar a algún tipo de acuerdo con la Dirección General de la Guardia Civil, bien sea en cesión de un solar para la construcción de unas nuevas dependencias o la posibilidad de ceder algunas dependencias municipales que serían acondicionadas siguiendo las instrucciones de esa Dirección General”. 

La Herradura sin Guardia Civil permanente desde 2004 

En su escrito, Ruiz Joya argumenta que desde hace más de 240 años se llevó a cabo la construcción del Castillo de La Herradura, instalando en él una batería de 4 cañones y una guarnición para dar vigilancia al nuestro litoral Mediterráneo. Después de su uso como fortificación militar, fue ocupado por los Carabineros en 1839 y posteriormente por la Guardia Civil hasta el año 2004 aproximadamente, año en el que el Ayuntamiento de Almuñécar inició los trámites para la compra de dicha fortificación para que pasara al patrimonio municipal después de su restauración y puesta en valor. 

Con motivo del mal estado en el que se encontraba el Castillo, la Guardia Civil existente en La Herradura tuvo que dejar de prestar el servicio permanente, “lo cual y teniendo en cuenta que contamos con alrededor de 7.000 personas durante todo el año y con casi 25.000 en los meses estivales, supuso perder un servicio – muy necesario-  que se llevaba prestando más de 172 años consecutivos”.