SE ACABÓ LA BARAKA... SUERTE Y YA ESTÁ BIEN Por Juan José Escribano
Más de lo mismo y desde hace tiempo y a la vez, patético. Fue una despedida, con recordatorio de números y fechas, además de comparaciones con años atrás pero sin un adiós definitivo. Por mucho que se empeñe, no va a salir de puntillas y sin hacer ruido. Este último viene oyéndose desde hace ya hasta años atrás. Lo siento, Sr. Rodríguez Zapatero y no me gusta hacer leña de árboles caídos, pero se va con la medalla puesta de haber sido hasta ahora, en más de 30 años de democracia española, como el peor Presidente de Gobierno de los 5 que han ocupado dicho cargo y se lo ganó solito a pulso.
Ha sido ud. porque ya me da igual lo que siga realizando – peor no podemos estar aunque sigamos en el camino de ello - un verdadero desastre para España y hasta para su histórico partido. Supera en ello, desde mi punto de vista y echado este atrás en la historia, hasta al impresentable, Francisco Largo Caballero… Eso si, hubo momentos a los que tal vez a algunos emocionaron, como la intervención de la portavoz canaria – de bien nacidos es ser agradecidos – o del portavoz de su partido – se agradecen “servicios prestados”- pero observando las caras de la audiencia en las tribunas y extrapolando estas a los que frente al televisor estábamos, por las circunstancias que vivimos, no estamos para estas emociones, sino para otras, bien distintas.
Ni una sola palabra de aliento y confianza para los 5 millones de parados y entre ellos el millón y medio casi de famalias, donde en su hogar no entra ni un solo euro. Y es esa, la de solucionar esta desagradable, triste e importante sangría con hemorragia que nos afecta, la mejor política social que hay que llevar a cabo. Me dio la sensación, que llegó dentro de su discurso a no decir nada de provecho y de “sustancia” y claro, los nervios de ese aburrido contacto con los españoles en general, le llevó a decir o a presentarse como el iluminado que había creado las Becas de Estudio. Más que patético, preocupante.
El Sr. Rodríguez Zapatero desde siempre ha sido un iluminado revestido de “baraka” y gracias a Dios que solo fueron 9 votos de diferencia los que les auparon al puesto de ser máximo representante del histórico PSOE, y cree que tanto sus comilitones como los españoles en general, vivíamos y seguimos viviendo, en los páramos de la provincia en que vivió siempre, aunque no nació, o sea Babia. Si llega a sacar una diferencia holgada, ni les cuento. El Sr. Rodriguez Zapatero nos ha llevado y vuelvo a repetir, el solito, porque no hizo ningún caso a voces autorizadas de compañeros de partido y a la vez economistas de prestigio, que se lo advertían y estaban en desacuerdo con sus teorías y realizaciones y ello sin tener en cuenta a nada de la oposición, a esta situación, enarbolando el embuste y la mentira.
Mire ud., primero ocultó a todos los españoles y para ganar unas elecciones, lo que desde el segundo año de su primer mandato, le ocurría a nuestra economía en general. Nos hablaba y nos decía que lo que ya a nivel internacional era el comienzo de una crisis, era solo una desaceleración. Vamos, un “pis-pas” sin apenas importancia en nuestro país. Recuerden, hagan memoria…¿Cómo no íbamos a remontar “esa desaceleración” si estábamos en todo por encima de Italia a nivel europeo y muy cerca de desbancar a Francia …?.
En segundo lugar, engreído de “sapiencia del tres al cuarto” y no olvidemos antes de ser Presidente no ocupó cargo relevante en ninguna Administracción, no quiso realizar "Pacto" alguno de Estado, cuando políticos de otras formaciones se lo pedían en el Parlamento y alguno como el portavoz de CIU, machaconamente. Siempre se “inventaba” algo para culpar a aquellos que veían o mejor, no veían luz al final del túnel.
Y tercero, conforme el proceso enfilaba – y de que manera – la cuesta abajo, la desconfianza aumentaba y se comenzaron a suceder situaciones precarias en todas las políticas, como fichas de dominó, caídas.
Todos los índices económicos llegaron a su más bajo nivel y nuestra economía sin paliativos hizo “crack”. Bien es cierto que dos “acontecimientos” influyeron muy negativamente para ello. Por un lado la crisis internacional y por otro y este más importante lo referente a nuestra situación inmobiliaria.
Pero todo ello, lo uno y lo otro, tuvo relevante importancia porque en tiempos de bonanza económica el gobierno que heredó una gran y saneada herencia, desde su llegada, no aplicó las medidas necesarias en política de inversiones en investigación, tecnologías, etc. que nos llevaran a no tener una dependencia total con respecto a terceros y en el tema inmobiliario la no puesta en escena de una por un lado política de vivienda eficaz y por otro el descuido y la espalda a una política también eficaz, financiera. Y no olvidemos tampoco el “monstruo” burocratico dentro de la Administración.
Además todo ello dio lugar a que la confianza del dinero – subsestible a todo – dejó de ser empleado en la inversión. Nació uniéndose a todo ello, la desconfianza. Y no olvidemos como se ha dicho, que la confianza de hoy es la esperanza del mañana. No había, ni hubo, ni hay, una posición fuerte de Gobierno, ni de Parlamento.
El Gobierno se ha ido finiquitando paso a paso y el Parlamento no ha cumplido la función de legislar como debiera. Han gobernado y han legislado de espaldas al pueblo, que es quien les da la soberanía. No han sabido rentabilizar el capital del trabajo. No han sabido llegar a un acuerdo para realizar un verdadero y buen Pacto por el Empleo. Ni un Pacto para solventar el problema de la financiación. Capitalizaron Bancos y Cajas antes de estudiar los muchos y claros problemas que existían y existen y tampoco un verdadero Pacto de la Administración.
Un gobierno sin posición fuerte, volvemos a repetir, es un gobierno finiquitado, acabado y este gobierno no está en condiciones de poner en práctica medidas que son importantes y de entre ellas por ejemplo realizar ajustes en el tema salarial.
El salario justo y con poder adquisitivo suficiente, tiene que estar vinculado a la productividad, para que esta última influya positivamente en una estable y buena competitividad, además de flexibilidad en el despido.
De pasada, solo de pasada, frase mas bien populista arrancando el aplauso tímido de su bancada , dedicada a la posible y hipotética solución al tema de las hipotecas que afecta a millones de personas y en especial a trabajadores en paro que ven como además de peligrar su hogar, siguen y seguirán con deuda en vigor y que claramente se le demanda. En resumen, hay que asumir responsabilidades que si bien pueden tener un desgaste o un encontronazo con fuertes poderes fácticos son muy necesarias.
En la intervención del agónico Presidente del Gobierno, no oímos hablar nada y si lo hizo fue de pasada ligera, sobre el tema agrícola y su relación con nuestros socios y vecinos europeos. Bien es cierto que no ha sido un problema generalizado en cuanto a que el tema ha afectado a un producto determinado, pero el daño causado, si ha tenido grandes y graves dosis de desconfianza para la venta de dicho producto y otros en general.
Hubo un momento que se ufanó en sus palabras de pertenecer y asistir a todas las reuniones del denominado G-20 y olvida que en la primera reunión del mismo tuvimos que medrar, quiero recordar ante Obama, para ser invitados. Me pregunto…¿Qué “palmada en la mesa” puede dar y con ello pedir responsabilidades y protestar con contundencia, por el daño causado a nuestros agricultores y empresarios hortofrutícolas con el famoso “EColi” o tema de los pepinos, un país como el nuestro que como vulgarmente se dice “esta pendiente de un hilo” para que no le ocurra lo que le ha sucedido con sus intervenciones a Grecia; Irlanda y Portugal…?.
Terminamos indicando y no creo equivocarnos, que el gobierno Zapatero ha dejado, ya se ha visto su declive en las pasadas elecciones municipales y autonomicas a su histórico partido, el PSOE, en las cotas mas bajas que jamás en este periodo democrático ha tenido y nos tememos que el “trueno gordo” sonará al final y a España entera, sumida en la incertidumbre y no solo en políticas económicas, sino en otras que hasta hacen peligrar lo que constitucionalmente votó y aprobó la gran mayoría de un pueblo que une a ello la total falta de confianza en su clase política y de las políticas que ella realiza hasta ahora. Vayase ya de una vez Sr. Zapatero, váyase, deje de intentar aprobar reformas pendientes que me “huele” son populistas y de solo “andar por casa”, porque tanto en mi, como en millones de españoles, dentro de nuestra gran preocupación, va a dejar la paz, como la que de verdad le deseo.
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