La cigueña María Luisa vive hace 7 meses en el Chiringuito Casa Emilio de Salobreña
Chiringuito Casa Emilio de la Playa de Salobreña (Motril@Digital)
No sólo, los turista de carne y hueso veranean en Salobreña, también lo hace uno de plumas, pico y patas. Sí, es la cigueña "María Luisa". El nombre se lo ha puesto Emilio Rodríguez propietario del Chiringuito de la playa de Salobreña Casa Emilio que la viene cuidando hace 7 meses, el tiempo que lleva por estos lares. Vino, se despistó del grupo de migrantes en el que venía y se quedó. Lo de María Luisa se debe al nombre de una matrona que había en el pueblo.
Emilio le da de comer todos los días 3 kilos de pescado. "No quiere nada más que brótolas. He probado con las sardinas y con otros pescados pero no los quiere. Se las compro medianas que es como le gusta".
Emilio le llama mediante un silbido muy especial y acude a su lado. Ha llegado a comer en su mano e inluso se deja acariciar. "En más de una ocasión se ha venido detrás de mi, se ha metido en el chiringuito y lo ha atravesado de punta a punta con una tranquiilidad pasmosa".
Su cuidador teme que ahora en verano algún gamberro pueda hacerle daño. "Me doloría mucho porque mucho es el cariño que le he cogido", decía a Motril@Digital.
Según Pepe Larios del Grupo Ecologista Buxus, se le hizo un nido en la Charca de Suárez pero se desplazó al Chiringuito Emilio de Salobreña y ahí vive.
Efectívamente. Todas las mañanas nada más amanecer se coloca encima del establecimiento playero esperando a que le llame Emilio con sus brótolas. Después por la noche duerme cerca del parque La Fuente de la Villa en un palo de gran altura que hay en este lugar. Lo que no cabe duda es que María Luisa, además de ser elegante y atractiva, no no tiene una pluma de tonta. Ya que dado que se ha quedado sóla en la vida por lo menos come a la carta, de gañote y en un restaurante de los que se chupa uno los dedos... perdón las patas.
0 comentarios