"GITANOS, MAGREBÍES Y HOMOSEXUALES... QUIÉN DÁ MÁS" por Gonzalo Serrano (COLEGAS)

Esta semana hemos podido ver en varios periódicos un artículo en cuyo titular se mezclaba un supuesto delito y el origen magrebí del acusado. El titular decía "A LA CÁRCEL UN MAGREBÍ ACUSADO DE VIOLAR A UNA MUJER", sin embargo el cuerpo de la noticia no daba ninguna importancia a dicho origen, ni tampoco facilitaba información estadística sobre el número de magrebíes que cometen este tipo de delitos, ni siquiera el porcentaje en comparación con el resto de la población. 

Es obvio que cualquier persona que sólo lea este titular o las primeras frases del artículo conectará (o reforzará) en su cerebro una conexión entre los conceptos "violación" y "magrebí", y así desde un simple titular estaremos contribuyendo al rechazo a la población de origen magrebí, e incluso, con el tiempo, a las agresiones y violencia racista y xenófoba, tal y como ha reconocido el Parlamento Europeo. 

Es interesante al mismo tiempo presentar el caso "nacional" para comparar las diferentes varas de medir: unas semanas antes, cuando en la prensa aparecía la noticia de un hombre detenido por una supuesta agresión sexual en la misma provincia, ningún periódico tituló "detenido UN ESPAÑOL por una agresión sexual consumada y tres intentadas". 

Algo habitual pasa con el tratamiento de la etnia gitana: hace pocos días leíamos un artículo que hablaba de "un tiroteo entre familias gitanas". En cambio nunca vemos en la prensa "dos payos la emprenden a tiros", aunque también ocurre, mucho más de lo que pensamos ya que las noticias nos suelen dejar la idea de que los tiroteos son cosa de "gitanos" y "rumanos". 

En COLEGAS sabemos bien lo que significa pertenecer a un colectivo socialmente estigmatizado, aunque es justo reconocer que la prensa ha avanzado mucho en el tratamiento de nuestro colectivo y ya a penas se cometen errores tan injustos como los que nos relacionaban con delitos. Por ejemplo en las noticias sobre pederastia las noticias solían especificar la orientación sexual únicamente en los pocos casos en los que el hombre había abusado de niños, y eso a pesar de que las estadísticas demuestran que el protagonista de estos delitos es casi siempre un hombre heterosexual que abusa de niñas.  

Puesto que sabemos lo injusto de vernos señalados por algo negativo que cometen sólo unos pocos miembros de nuestro grupo social y que además se nos señale cuando también personas del resto de la sociedad presentan esas conductas, a veces incluso de forma más extendida, en COLEGAS creemos que “los periódicos no deberían publicar material susceptible de alentar la discriminación por raza o color y deberían evitar referencias a la raza o el color de las personas en contextos peyorativos”, tal y como recomienda el Consejo de la Prensa británico. 

Por ello animamos a todos los medios de comunicación a reforzar los controles sobre la estigmatización racista, xenófoba y homófoba, especialmente en los titulares de prensa.