"Un Museo del Azúcar vivo" por Alfonso Fernández
No tengo claro cuáles son las principales prioridades del equipo de gobierno de nuestra ciudad. Se nos anuncia la inminente construcción de la marina en Playa Granada y ampliaciones de campo de gol en la misma zona. Cosas muy chic para gente vip, y que se nos presenta como magnífico para nuestra ciudad. De acuerdo. Y respecto a Playa Granada, ¿qué ha sido de esos 40.000 metros que se regalaron a la Universidad de Granada? ¿dónde están los pedazos de proyectos que los candidatos a rectores tenían con Motril? Tiene gracia que hasta nos utilicen como argumento electoral en Granada.
Por otra parte, hay un hecho de tremenda trascendencia para la comarca y que creo que no estamos sabiendo asimilar con la rapidez e inmediatez que el mismo requiere: el ferry de Melilla y el atraque de grandes cruceros. Sólo un dato: a la llegada de un gran crucero, el puerto estaba lleno de taxis de Málaga y Granada para llevarlos a destinos varios. Es decir, gente de fuera ya se ha armado para afrontar una oportunidad de negocio. Y aquí ¿qué hemos hecho? ¿qué estamos haciendo? Posíblemente se ha iniciado una nueva etapa para esta zona y no estamos sabiendo aventurar su importancia.
Dicho lo anterior, creo que las prioridades para la comarca se centran en dos aspectos:
Uno. Las infraestructuras. Y no me estoy refiriendo a las archiconocidas autovías. Esas pasan por fuera de la ciudad. Motril está pidiendo a gritos la unión efectiva con el Varadero y el Pelaillo. Tanto para los vehículos, ¡como para los ciudadanos! Paseos de verdad, salpicados con sus quiosquillos y zonas de ocio (petanca, ajedrez, etc) o simplemente para sentarse y disfrutar. Ya se ha parcheado de sobra y no llego a entender cómo prevemos construcciones de grandes superficies comerciales y no arreglamos lo que 70.000 personas necesitan, o lo que requerirán las 100.000 que probablemente llegararán a ser. Hasta ahora todo lo hemos hecho pequeño, salvo la plaza de toros que ahí esta ella; vacía siempre y solita. Tomando el sol.
Dos. Sociocultural. Ya que fuimos tan indolentes cuando perdimos nuestra bandera, la caña de azúcar, pues recuperemos nuestra identidad. Habilitar un espacio como la Fábrica del Pilar, rehabilitarla y llamarlo Museo del Azúcar y dejarlo ahí, significa arrojar la toalla. Es asumir nuestro fracaso y decirles a generaciones futuras: ¡Ahí teneis ese montón de hierros montados en forma de maquinaria que servía para fabricar azúcar y que se llama ingenio! Pero de la verdadera estrella del asunto, la caña de azúcar, ni rastro.
Un museo así tendrá poco sentido y escasa rentabilidad. Sin embargo, transformándolo en un museo "vivo", servirá tanto como para recuperar nuestra identidad y podría suponer la verdadera transformación sociocultural de la ciudad. No se trata ni más ni menos que de que se cultive la caña, que TODO EL MUNDO pueda ver desde que se planta, su crecimiento; la fiesta que puede suponer para los meses de abril y mayo la recolecta de la misma (la zafra, la monda o como Ud quiera), y por supuesto, la molturación y obtención de azúcar y alcohol.
La verdadera "pequeña Cuba" en pleno funcionamiento y explotando sus productos: Azúcar, Ron y Miel. ¿Imaginan a los colegios desfilando? ¿Sería una propuesta válida y bonita, a la vez que rentable, para esos pasajeros de los cruceros lujosos que atracan en el Puerto? Ya lo he dicho muchas veces, no quiero imaginar el pollo que se montaría en Cádiz si quitaran las almadrabas, tan milenarias como nuestra caña de azúcar.
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