INVESTIGADORES DE CAJA RURAL HACEN UN LLAMAMIENTO A LOS PRODUCTORES DE SUBTROPICALES PARA EVITAR RECOLECTAR FRUTA INMADURA
El responsable del departamento de Investigación y Desarrollo Agrario de Caja Rural de Granada, Ignacio Escobar, hace un llamamiento general dirigido tanto al Sector productor-comercializador como a las instituciones competentes para evitar la presencia de fruta inmadura en los mercados. La práctica de recoger el fruto antes de su punto de maduración para obtener precios más elevados está prácticamente erradicada entre los agricultores en la mayoría de las especies (sandía, melón, etc); sin embargo persiste entre algunos productores de subtropicales, por lo que es posible encontrar, por ejemplo, chirimoya en algunos establecimientos a finales de agosto y principios de septiembre, cuando el periodo de recolección en las zonas más tempranas debería comenzar, a lo sumo, a finales de septiembre o principios de octubre.
Cuando la fruta se recolecta antes de tiempo no madura adecuadamente y se deteriora la calidad de la misma. Por tanto, el consumidor que ha pagado un precio, generalmente elevado, por tratarse de las primeras de la temporada, se encuentra al abrirla con un sabor poco dulce y una textura diferente, característica de un producto de baja calidad. Ante esa experiencia no suele repetir, provocando un grave perjuicio a todo el sector y deteriorando la imagen de esta fruta, con un sabor exquisito y unas propiedades excelentes, cuando esté recolectada en su momento idóneo de maduración.
En el caso de la chirimoya es fácil de detectar en los mercados porque España y concretamente la costa de Granada concentra la mayor parte de la producción mundial. Por esta razón se puede prever que la fruta que encontremos en estos momentos y hasta finales de septiembre se encuentre inmadura.
Esta práctica se suele dar también en aguacate y mango, causando graves daños al sector comercializador y al consumidor, desprestigiando el producto y minimizando todos los esfuerzos para mejorar la calidad que se vienen realizando tanto por parte de los productores, como las acciones promocionales desarrolladas por los comercializadores y las instituciones. Para erradicar estas prácticas, que aunque no son generalizadas persisten, “es necesario adoptar medidas para combatirlas por parte de las asociaciones de productores, a través de la Administración, mediante reclamaciones de los consumidores e incluso retirando las partidas de inmaduros de los mercados. Igual que ocurre en los mercados europeos, el nacional debe ser más exigente en la calidad y madurez óptima de los productos y de esta forma aumentaremos su consumo”, señala Ignacio Escobar.
Gran desconocido
A pesar de encontrarnos en el primer productor de chirimoya del mundo y de tratarse de una fruta de exquisito sabor es una gran desconocida entre gran parte de la población española, según un estudio dirigido por el investigador del IFAPA, Javier Calatrava.
Este estudio realizado entre mil consumidores de distintos puntos de España reveló que la cuarta parte de los mismos no han probado nunca esta fruta, un 63,2% no la consumen nunca o rara vez y un 10% ni la conocen.
Las provincias donde más se consume son Madrid, Granada, Málaga, Jaén, Almería, Sevilla y Cádiz.
Entre las conclusiones del informe destacan la necesidad de mejorar la calidad y proceso post-cosecha, mejorar la comercialización y aumentar las acciones promocionales para dar a conocer el producto, además de conseguir una mayor desestacionalización de la oferta, fomentar la exportación y las ventas en el mercado nacional.
Experiencias
El responsable de Investigación y de las fincas Experimentales de Caja Rural, Ignacio Escobar recuerda que esta institución viene desarrollando experiencias con este cultivo desde hace más de una década con el objetivo de mejorar la calidad, alargar la temporada de producción e incluso obtener frutas en primavera, mediante técnicas culturales. “En definitiva pretendemos encontrar soluciones a los problemas que tiene el agricultor para ayudarle a obtener un producto de mayor calidad que le resulte rentable y que satisfaga la demanda del consumidor”, explica Escobar. Estos ensayos han abierto nuevas perspectivas de mejora de la productividad y rentabilidad de las especies tropicales.
Tradición y rentabilidad
El chirimoyo se cultiva en España desde hace más de un siglo. La costa granadina con unas 3.000 hectáreas concentra más del 90% de la superficie total, aunque durante los últimos años se ha visto reducida entre un 10 y un 15% debido a la baja rentabilidad. Casi el 80% de la producción se recolecta en los meses de octubre y noviembre, con un destino mayoritario al mercado nacional.
La variedad “Fino de Jete”originaria del litoral granadino representa el 98% de la producción total de chirimoya en España. Esta selección local originaria del pueblo que le da nombre, se cultiva desde mediados del siglo pasado con fines comerciales. El sabor del fruto es dulce, la piel lisa y es más resistente al transporte que otras variedades.
0 comentarios