PROCAM Premio a la Cooperativa Socialmente Responsable

La cooperativa PROCAM de Motril ha sido galardonada en la segunda edición de los Premios a la Cooperativa Socialmente Responsable, en la categoría medioambiental, que otorga Cooperativas Agro-alimentarias de España en colaboración con el Ministerio de Trabajo. En la entrega de premios, celebrada ayer en la sede del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en Madrid, estuvieron presentes el gerente de esta cooperativa motrileña, Fernando Martín Callejón y José Álvarez, miembro de su Consejo Rector, acompañados por la directora de FAECA AC Granada, María del Carmen Álvarez, en representación de esta federación que propuso la candidatura de esta cooperativa a los premios convocados con ámbito estatal.

El Premio a las Cooperativas Socialmente Responsables pretende reconocer el papel de las cooperativas en su actividad diaria, la relación con sus socios y sus familias, la implicación de sus trabajadores, y en general, su impacto en la sociedad, el territorio y en el medio, lo que hace de las cooperativas las empresas que más objetivos cumplen en las políticas de Responsabilidad Social Empresarial. 

El presidente de Cooperativas Agro-Alimentarias de España, Fernando Marcen hizo entrega del premio en la categoría medioambiental a PROCAM "por su apuesta decidida por la producción ecológica y el fomento del desarrollo sostenible", en un acto que contó con la presencia de la directora General de Industria y Mercados Alimentarios del MARM, Isabel Bombal. 

El gerente Fernando Martín, que recibió el galardón en nombre del Consejo Rector, trasladó su agradecimiento a Cooperativas Agro-Alimentarias por este importante reconocimiento que supone una distinción nacional, y a la Junta Directiva de FAECA AC Granada “por la presentación y defensa de nuestra candidatura, así como su apoyo a las cooperativas granadinas y su trabajo diario en beneficio de los agricultores y del conjunto del sector agrario”. También agradeció a todos los agricultores y trabajadores que forman parte de la cooperativa “por su esfuerzo, colaboración y compromiso continuado con la calidad y el medio ambiente”. 

La Junta directiva de FAECA Granada ha felicitado a esta cooperativa motrileña “por ser un ejemplo de ejercicio de agricultura racional y respetuosa con el medio ambiente, garantizando un desarrollo sostenible de los recursos, con una inquietud constante por la innovación y calidad de sus productos”.

El jurado de estos II premios decidió otorgar a PROCAM el premio en la categoría medioambiental por su apuesta decidida por la producción ecológica iniciada en la campaña 2006-2007 con un volumen de producción que no llegó al 3 por ciento del total de la producción comercializada, siendo las previsiones que supere el 50 por ciento para la presente campaña 2011/2012. Toda su producción ecológica está avalada por el certificado emitido por el órgano de control CAAE y por GLOBALGAP. Su apuesta continuada por el ahorro de energía y la sostenibilidad, contando con una planta de producción de energía fotovoltaica en la cubierta de su almacén de manipulado que evita emisiones de CO2 y produce un importante ahorro en el consumo de energía eléctrica en sus instalaciones, ha sido decisiva a la hora de merecer este galardón. 

El premio de este certamen consistirá en una campaña de comunicación sobre la cooperativa y las actuaciones desde el punto de vista socialmente responsable por las que ha sido premiada, procurando el mayor impacto en prensa generalista y especializada, tanto del sector agroalimentario como de la responsabilidad cooperativa. 

PROCAM, una cooperativa comprometida con la calidad y la sostenibilidad

PROCAM es una cooperativa motrileña dedicada a la manipulación y la comercialización de productos subtropicales y hortícolas. Se fundó en 1983, cuando varios productores de la zona de Motril (Granada) con importantes plantaciones de aguacates y chirimoyas se asociaron en cooperativa. Así fue como PROCAM se convirtió en la primera comercializadora especializada en frutas tropicales de la zona. La buena marcha de la empresa hizo que en 1988, se incorporaran productores de hortalizas y comenzaran a comercializarse nuevas variedades como tomate, pepino y judía. 

En la actualidad, PROCAM comercializa un volumen total anual de 15.000 toneladas de aguacate, chirimoya, pepino holandés, tomate cherry (suelto, pera y en rama) y tomate larga vida (suelto y en ramillete), procedentes de más de 60 productores y más de 480 hectáreas de cultivos. Se producen unas 2000 toneladas de pepino y tomate ecológico certificado durante todo el año en fincas de Motril y Carchuna, con el objetivo es incrementar la superficie de producción ecológica en las próximas campañas mediante la adhesión de nuevas fincas que se encuentran en reconversión. 

En cuanto a comercialización, sus exportaciones a países de la Unión Europea suponen el 95 por ciento de la facturación de esta empresa, siendo Francia, Inglaterra, Alemania, Holanda, Suiza y Noruega, los principales mercados consumidores de sus frutas y hortalizas. En el caso del chirimoyo, el mercado nacional es el consumidor mayoritario. 

En el desarrollo de su actividad, PROCAM ha apostado de manera continuada por el desarrollo sostenible y muestra de su compromiso medioambiental ha sido la puesta en marcha en octubre de 2008 de una planta de producción de energía fotovoltaica en la cubierta del almacén de manipulación. Esta planta evita la emisión de 87 toneladas anuales de CO2, y gracias a la instalación de los módulos solares se produce un ahorro importante en el consumo de energía eléctrica en las cámaras frigoríficas. 

PROCAM también es un referente en calidad, contando con las más importantes certificaciones existentes en el mercado, como ISO 9000, GLOBALGAP, BR, IFS y el certificado del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CCAE) de la Junta de Andalucía. 

El pasado año, PROCAM incorporó una maquinaria de encajado automático de pepino que ha supuesto un importante ahorro en los costes de producción y mejoras en la calidad de confección de pepino. Esta maquinaria permite ajustar el encajado de productos a la demanda de la clientela, variando calibre, forma y presentación, lo que ha representado una mejora de su competitividad frente a terceros países productores emergentes con los que es difícil competir en costes de producción.