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Primer aniversario de Manuela en su vuelta al mar

Primer aniversario de Manuela en su vuelta al mar

Acuario de Almuñécar.- Hace dos años llegaron al Acuario de Almuñécar ocho ejemplares de tortuga boba desde la Estación biológica de Doñana. Pertenecientes al programa de "Conservación, restauración y vigilancia de Tortuga Boba en el Litoral Andaluz", en el que también trabajan el CSIC y la Junta de Andalucía, la llegada de estas tortugas al Acuario se concibió como un paso más en el estudio de esta especie y en su proceso de recuperación.

La tortuga boba o Caretta caretta es la más abundante del Mediterráneo, sin embargo, hoy en día está seriamente amenazada. Es una especie distribuida a nivel mundial que realiza grandes migraciones oceánicas. Desde que nacen comienzan su viaje y se dispersan por todo el mundo. En este periodo, desde el nacimiento hasta que alcanzan la etapa reproductora aproximadamente, es cuando se les pierde la pista y donde los datos acerca de sus hábitos y vida escasean. Las tortugas bobas alcanzan su madurez sexual bastante tarde, sobre los 20-25 años, con lo cual es mucho lo que aún desconocemos en su ciclo vital.

Algo que sí conocemos de las tortugas marinas es que desde su nacimiento en la arena de la playa hasta que se hacen adultas tienen multitud de depredadores que impiden que muchas de ellas lleguen a crecer. Cuando su caparazón se hace resistente a estos depredadores, cuando parece que ya no tienen nada que temer en su medio natural, es cuando las tortugas encuentran al mayor depredador por tierra y por mar, el ser humano. Es en su etapa de adultas, cuando las tortugas se ven atrapadas en redes o enganchadas en los anzuelos de los pescadores, cuando ven que las playas en las que nacieron están ocupadas y es imposible dejar sus huevos, o cuando basuras y plásticos se interponen en su camino, las rodean y las intoxican. Esto es algo que sí sabemos, pero a lo que aún no hemos buscado remedio.

También el cambio climático afecta la supervivencia de las tortugas marinas. Una de las razones para traer huevos de tortuga boba desde Cabo Verde a Almería, como se está haciendo dentro de este proyecto, es favorecer el nacimiento equitativo de machos y hembras por nido y es que, como en muchos reptiles, la temperatura influye en el sexo de las crías. El aumento de temperatura con el cambio climático supone un aumento en el nacimiento de hembras en detrimento de los machos, con el consiguiente desequilibrio. Las playas de Almería se convierten así en el punto de partida y retorno de muchos ejemplares que, con la adecuada protección, permitirán repoblar las costas Mediterráneas.

La estancia de Manuela, Rosita, Antoñito y sus cinco compañeras en el Acuario de Almuñécar ha permitido recopilar suficientes datos sobre su alimentación y crecimiento a lo largo de estos dos años, pero además ha tenido un doble propósito, favorecer su adaptación posterior al medio natural conviviendo inicialmente con otras especies en un medio controlado.

Hace ahora un año y casi un mes ,el pasado 15 de junio, Manuela regresó al mar para seguir su vida en su verdadero hogar, con ella sus cinco compañeras del Acuario y 156 ejemplares más de un año de edad, procedentes del Centro de Gestión del Medio Marino de Algeciras (Cádiz). Rosita y Antoñito permanecerán en el Acuario de Almuñécar porque sus condiciones de salud no les permiten iniciar su andadura en libertad, pero no estarán solos. El Acuario de Almuñécar seguirá acogiendo a aquellos individuos que necesiten un periodo adaptativo antes de nadar en libertad, y con ellos seguiremos conociendo más y mejor a esta especie y contribuyendo de esa manera a su mejor conservación.

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