Tres jóvenes motrileños se juzgan por robar, extorsionar y retener. El fiscal pide de 8 a 11 años de prisión
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada acoge este miércoles el juicio contra tres jóvenes acusados de robar, extorsionar y retener a otro en Motril, donde le abordaron cuando conducía por el municipio en su motocicleta, hechos por los que se enfrentan a penas de entre ocho y once años de prisión.
Se trata de los identificados con las iniciales J.M.R.G., A.R.M., a los que el fiscal atribuye un delito de robo con intimidación, otro de detención ilegal y un tercero de extorsión, y A.P.J., acusado de los dos últimos.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, fue sobre las 00,30 horas del pasado 19 de mayo de este año cuando J.M.R.G. y A.R.M., “puestos de común acuerdo y guiados por el ánimo de enriquecimiento ilícito”, abordaron a F.S.S. cuando éste circulaba con su moto por la calle Ancha de Motril. Tras hacer que se detuviera, le pusieron un objeto punzante en el costado de forma intimidante, obligándole a que les entregara la cartera, con su DNI y 30 euros.
A continuación, los dos procesados obligaron a su víctima a montarse con ellos en la moto, y lo colocaron entre ambos. Condujeron entonces hasta la barriada de San Antonio, donde encerraron al joven en un local durante dos horas bajo la vigilancia del tercer inculpado, A.P.J.
Al cabo de las dos horas, los tres procesados sacaron a su víctima del local y lo obligaron a montarse nuevamente en la motocicleta con ellos, dirigiéndose a la Huerta Carrasco para que vendiera el vehículo. Al protestar éste porque no quería vender, los acusados le volvieron a intimidar con un objeto punzante en el costado, y se vio forzado a la venta a otra persona, que no consta que tuviera conocimiento de la situación. Los acusados se quedaron con el precio de la compraventa.
Finalmente, F.S.S. aprovechó un momento de descuido de los inculpados y se marchó corriendo del lugar. La motocicleta ha sido recuperada y entregada a su legítimo propietario, no así su cartera y el dinero sustraído.
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